MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Utilizando nuevas técnicas de imagen de última generación para identificar signos de artrosis, científicos de la Universidad del Sur de Australia están aprendiendo más sobre los cambios a nivel molecular que indican la gravedad de los daños en el cartílago.
Un estudio dirigido por la estudiante de doctorado Olivia Lee y su supervisor, el profesor asociado Paul Anderson, utilizando imágenes de espectrometría de masas (MSI) ha trazado un mapa de azúcares complejos en el cartílago de la artrosis, mostrando que diferentes azúcares están asociados con el tejido dañado en comparación con el tejido sano.
El hallazgo ayudará potencialmente a superar uno de los principales desafíos de la investigación de la artrosis: identificar por qué el cartílago se degrada a diferentes velocidades en el cuerpo. "A pesar de su prevalencia en la comunidad, hay mucho sobre la artrosis que no entendemos. Es una de las enfermedades degenerativas de las articulaciones más comunes, sin embargo, hay herramientas de diagnóstico limitadas, pocas opciones de tratamiento y ninguna cura", señala Anderson.
Los biomarcadores de artrosis existentes todavía se centran en gran medida en los fluidos corporales que no son ni fiables ni lo suficientemente sensibles como para cartografiar todos los cambios en el daño del cartílago. Al comprender la estructura biomolecular a nivel de los tejidos y cómo interactúan los tejidos articulares en las primeras etapas de la artrosis, estos investigadores afirman que cualquier cambio molecular podría dirigirse a ayudar a frenar la progresión de la enfermedad con la medicación o el tratamiento adecuados.
Se estima que la artrosis afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, siendo los mayores de 45 años los que corren mayor riesgo. El hecho de ser mujer, tener sobrepeso y tener lesiones articulares existentes aumenta el riesgo de contraer artrosis.