MADRID, 06 (EUROPA PRESS)
Hasta ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mantenido que el virus que provoca la Covid-19 se transmite a través del contacto con gotitas procedentes de tos o estornudos de una persona enferma, sin embargo 239 expertos de 32 países contradicen a la organización en una carta en la que alertan de que el coronavirus podría transmitirse por el aire.
La misiva, de la que ha tenido conocimiento 'The New York Times', advierte de que se ha subestimado la transmisión del coronavirus en el aire en ambientes interiores, y así lo señalan al analizar como los casos se están multiplicando cuando en bares y restaurantes, oficinas y mercados.
Por este motivo, se recomienda el uso de mascarillas en espacios con poca ventilación, más allá de la separación social recomendada, en escuelas, hogares de ancianos, residencias y negocios necesiten minimizar la recirculación de aire y agregar nuevos filtros potentes.
La carta abierta a la OMS, que será publicada en una revista científica la próxima semana, resume la evidencia científica escrita hasta ahora donde se muestra que las partículas más pequeñas pueden infectar a las personas, y, en ella, lo científicos piden a la agencia un cambio en sus recomendaciones.
OMS: "ESCASA EVIDENCIA" DE SU TRANSMISIÓN AEREA
Para que se lleve a cabo la transmisión ambas personas tienen que estar a una distancia de un metro y, el infectado, tiene que toser o estornudar. Asimismo, el organismo de Naciones Unidas ha admitido de que el nuevo coronavirus también se puede contagiar si el paciente toca una superficie y, acto seguido, lo hace una persona sana, o que ésta última utilice objetos del paciente como, por ejemplo, un termómetro.
En este sentido, la OMS ha informado de que la transmisión por el aire se produce cuando hay una presencia de microbios dentro de los núcleos de gotas, las cuales pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y transmitirse a otros a distancias superiores a un metro.
Sin embargo, el organismo ha insistido sobre la escasa evidencia científica que existe sobre la posibilidad de que el nuevo coronavirus se transmita por el aire, si bien ha reconocido que la transmisión aérea sí puede ser posible en circunstancias y entornos específicos en los que se realizan procedimientos o tratamientos de apoyo que generan aerosoles.