MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Los niños menores de 2 años representan un subgrupo único con predisposición a la obstrucción de la vía aérea superior y pueden presentar síntomas característicos, no sólo durante el sueño, sino también durante la vigilia, por lo que requieren de intervenciones apropiadas a su edad, según las conclusiones de la Task-Force Europea constituida por la European Respiratory Society (ERS).
Esta conclusión forma parte de la Declaración de la European Respiratory Society sobre Trastornos Respiratorios durante el sueño (TRS) en niños de 1 a 23 meses de edad, un documento cuyo desarrollo fue aprobado por el Comité Científico de la ERS en 2012 y recientemente publicado, en el que detalla el diagnóstico y tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño en niños, con la participación de expertos de diferentes países europeos.
Para llevarlo a cabo, se realizó una revisión sistemática tanto de la literatura publicada sobre estas patologías como de la calidad de los artículos revisados, analizando hasta 5.146 artículos y utilizando 159 referencias para la formulación de preguntas y preparación del documento de la Task-Force de la ERS.
"La importancia del trabajo de esta TaskForce-Europea es que se refiere a todo el espectro de trastornos respiratorios del sueño de carácter obstructivo en los niños de 1 a 23 meses, incluye una completa valoración de los factores predisponentes a estos trastornos respiratorios del sueño de carácter obstructivo, describe paso a paso su abordaje terapéutico en niños de esa edad y tiene en cuenta las instalaciones y las políticas de los distintos países respecto a estos casos", ha expuesto el miembro del Área de Sueño de SEPAR y firmante de este relevante documento científico, la neumóloga Mª Luz Alonso.
"Se trata de un documento muy útil para el manejo de estos trastornos en este subgrupo específico de pacientes pediátricos y muy necesario, puesto que habitualmente se estudian más en la etapa adulta. De hecho, la ERS ya había publicado un documento previo sobre el diagnóstico y manejo del SDB (TRS) obstructivo de los 2 a los 18 años. Ahora, la reunión de una Task-Force Europea ha hecho lo propio con niños menores de 2 años", ha añadido la doctora Alonso.
EL RONQUIDO, SÍNTOMA PRINCIPAL
Según han indicado desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el síndrome de apnea obstructiva del sueño en niños (SAOS) se caracteriza por incluir un índice de apnea-hipopnea obstructivo elevado y la presencia de síntomas de obstrucción por la vía aérea superior durante el sueño (ronquidos o respiración 'ruidosa', o aumento del trabajo de respiración) de los que informan los padres o que se registran mediante estudios de sueño (polisomnografía nocturna). De hecho, roncar o respirar 'ruidosamente' es el síntoma más común relacionado directamente con SAOS durante los dos primeros años de vida, seguido por otros síntomas.
El ronquido habitual se define como la presencia de ronquido más de 3 noches a la semana y la prevalencia de ronquido en niños pequeños es del 9 por ciento en lactantes de 0 a 3 meses, del 15 por ciento en lactantes de 1 año y del 5,3 por ciento en niños de 2 semanas a 2 años. Sin embargo, aunque el ronquido o "respiración ruidosa" es el síntoma más frecuente del SAOS, en los niños menores de 2 años son frecuentes los síntomas diurnos, como dificultades en la comida o en el habla.
En cuanto a sus consecuencias, el SAOS antes de los 2 años se ha asociado con fracaso del crecimiento y desarrollo, menor desarrollo cognitivo, enuresis así como más riesgo de desarrollar morbilidad y, en especial, hiperactividad alrededor de la edad de 7 años y morbilidad cardiovascular.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE SAOS ANTES DE LOS DOS AÑOS
Tal y como han explicado desde SEPAR, el síndrome de apnea obstructiva del sueño en niños de 1 a 23 meses es un trastorno multifactorial y, por lo tanto, se requiere una evaluación objetiva de todas las anormalidades subyacentes que en niños tan pequeños pueden contribuir a obstruir la vía aérea superior del sueño.
Por ello, se requerirá un examen físico y del estado de cada niño, ya que este puede padecer laringomalacia, obstrucción nasal, hipoplasia mandibular marcada o craneoestenosis, desórdenes neuromusculares y diversos síndromes genéticos e hipertrofia adenoamigdalar. En los niños menores de 2 años los factores predisponentes son la causa más frecuente. Asimismo, en el diagnóstico y para determinar su gravedad se aplican distintas pruebas, siendo fundamental el estudio de sueño (la polisomnografía nocturna), entre otras.
En estos casos, a menudo el tratamiento debe consistir en una combinación de tratamientos destinados a la resolución de la causa predominante, como diferentes intervenciones quirúrgicas, como la adenoidectomía(o extirpación de las adenoides que obstruyen las vías respiratorias, a partir de los 3 meses de edad) y la amigdalectomía (o extirpación de las amígdalas que también pueden obstruirlas, a partir de los 6 meses de edad), entre otras cirugías, y la aplicación de la CPAP o presión positiva nasal continua de las vías respiratorias aéreas, un sistema que emite un flujo continuo de aire que mantiene las vías aéreas abiertas del niño mientras duerme y previene así su obstrucción, siendo en los niños menores de 2 años la primera línea de tratamiento en muchos casos. Estos tratamientos son los que se aplican de modo más frecuente, de forma combinada.