MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El bruxismo puede desempeñar un papel positivo en el afrontamiento del estrés, permitiendo liberar tensión, según una investigación realizada por la Universidad Complutense de Madrid, que tenía como propósito determinar la asociación entre bruxismo despierto y factores psicológicos (ansiedad, depresión, sociabilidad, afrontamiento del estrés y rasgos de personalidad).
Con este objetivo, 68 participantes (13 hombres) completaron una batería de cuestionarios psicológicos, un cuestionario de bruxismo autoinformado y un examen clínico.
"El bruxismo puede desempeñar un papel positivo al ser una forma de liberar estrés que contribuye a un mejor afrontamiento del mismo", indica Xabier Soto Goñi, investigador del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM y primer autor del estudio.
El bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos masticatorios caracterizada por apretar o rechinar los dientes y/o por tensión en la mandíbula. Esta actividad puede ocurrir durante el sueño (bruxismo de sueño) o mientras estamos despiertos (bruxismo de vigilia), tiene consecuencias negativas para la salud dental y orofacial.
En concreto, el estudio publicado en 'Frontiers in Neurology', señala al bruxismo de vigilia como el más beneficioso para liberar estrés. Para llevar a cabo la investigación, se escogió a un grupo de participantes con bruxismo de vigilia y un grupo de sujetos no bruxistas a los que se les aplicaron una serie de cuestionarios psicológicos sobre ansiedad, depresión, personalidad y afrontamiento al estrés. Las puntuaciones de ambos grupos en los cuestionarios fueron comparadas empleando análisis estadísticos.
Aunque los participantes del estudio con bruxismo de vigilia mostraron mayores niveles de ansiedad, somatización y neuroticismo, también presentaron estrategias de afrontamiento más adaptadas que el otro grupo, lo que reforzaría la hipótesis de que la masticación libera tensiones.
Teresa Sánchez, investigadora del departamento de Odontología Conservadora y Prótesis y coautora del estudio, recuerda que el bruxismo "es un factor de riesgo en el desarrollo de trastornos temporomandibulares, un conjunto heterogéneo de afecciones neruromusculares que constituyen el segundo problema musculoesquelético más común".