MADRID, 06 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de Zihao Ou en la Universidad de Texas en Dallas (Estados Unidos) ha logrado que los tejidos de un ratón vivo se volvieran transparentes aplicando tópicamente un colorante alimentario común que absorbe fuertemente la luz a un ratón vivo, lo que les permitió observar los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, el movimiento de los órganos que se encuentran debajo de la piel del abdomen y las diminutas unidades contráctiles de músculo en funcionamiento. Sus hallazgos se publican en 'Science'.
Lograr la transparencia óptica en animales vivos depende de una física interesante, donde las moléculas de colorante que absorben fuertemente la luz mejoran la transmisión de la luz a través de un medio que generalmente se caracteriza por una dispersión de luz sustancial.
Esta dispersión es el resultado de un índice de refracción bajo en las partes acuosas del tejido y un índice de refracción alto de su componente de proteínas y grasas. Los métodos típicos de limpieza de tejidos pueden implicar procesos como la limpieza de proteínas y grasas, que no funcionarían en un animal vivo.
Ou y su equipo descubrieron que un colorante alimentario común llamado tartrazina (mezclado con agua, se llama FD&C Yellow 5) aplicado tópicamente puede modificar el índice de refracción de las partes acuosas del tejido al absorber la luz en las regiones cercanas al ultravioleta y al azul del espectro, para que coincida mejor con el índice de refracción de los materiales cercanos de alta refracción. Esto permite que la parte no absorbente del espectro, es decir, la parte roja/naranja, se transmita más profundamente a través del tejido.
El resultado es un efecto de transparencia temporal que se puede deshacer con un lavado rápido y no daña a los animales vivos, a diferencia de otros enfoques utilizados para mejorar la transparencia.