Piden incorporar la perspectiva de género a los programas de tratamiento de adicciones.
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Alrededor del 20 por ciento de las mujeres que acuden a tratamiento por adicciones lo hacen sin apoyo alguno, según los resultados un estudio realizado por los Centros de Atención a las Adicciones del Ayuntamiento de Madrid.
Son el 44 por ciento las que señalan iniciar el tratmiento acompañadas por su familia cercana. Además, del informe se desprende que el 27 por ciento de todas las mujeres encuestadas y el 40 por ciento de las que han realizado algún ingreso prefiere ingresar en un recurso solo con mujeres.
En referencia a las generaciones, "hay notables diferencias en cómo se perciben como consumidoras, mientras que las mujeres más mayores experimentan una fuerte sensación de lucha contra la adicción, contra los prejuicios y la soledad, las más jóvenes lo afrontan con el respaldo del círculo cercano y sin sentimientos de culpa o vergüenza", ha explicado la jefa del departamento de Asistencia de la Subdirección General de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid, Ruth Olmos.
La estigmatización por el consumo de sustancias es mayor para la mujer que para el hombre. El afrontamiento psicológico de hombres y mujeres es diferente, ya que en la mujer existe un marcado sentimiento de culpa, de autoestima más frácil y una mayor prevalencia de trastornos psíquicos.
Sin embargo, "la presencia de mujeres en contextos de tratamiento es excesivamente escasa. Acuden más tarde a tratamiento y presentan menos apoyos", según Olmos, por lo que ha reclamado la "necesidad de incorporar la perspectiva de género en los programas de tratamiento de adicciones". A su juicio, "es una realidad incuestionable para la mayoría de las personas que trabajan actualmente en este campo".
También estas mujeres tienen mayor probabilidad que las mujeres en general de presentar maltrato, antecedentes de abuso sexual y están en situación de mayor vulnerabilidad para sufrir agresiones. En este contexto, también las mujeres son especialmente sensibles a sufrir violencia cuando sus parejas consumen.
ALCOHOL Y VIOLENCIA
La mitad de las personas que cometen crímenes violentos, incluidas las agresiones sexuales, se encuentran bajo los efectos del alcohol. La persona que hace atracones de bebida tiene más probabilidades de cometer agresiones sexuales y el consumo problemático de alcohol es el factor de riesgo que está más fuertemente asociado con la violencia hacia la pareja.
La probabilidad de una agresión física es hasta once veces mayor cuando el agresor ha tomado alcohol. Pero, además, si la víctima también está intoxicada por el alcohol, es más probable la agresión sexual o corporal. En la mitad de los casos de violencia contra la pareja, el agresor se encuentra bajo los efectos del alcohol o de alcohol y drogas. Esto se debe a que el consumo excesivo de alcohol facilita la conducta agresiva por desinhibición conductual.
"El alcohol tiene un papel causal tanto en la agresión en general, como en la agresión sexual, debido a que se malinterpretan las expresiones emocionales de la pareja, como interpretar expresiones de pánico o de asco como si fueran de placer o de enfado; hay dificultades para intuir lo que la pareja puede estar pensando o sintiendo y hay una menor capacidad para controlar las propias emociones, ya sean enfado, ira o venganza y el comportamiento", ha especificado el vicepresidente del Socidrogalcohol, el doctor Josep Guardia, con motivo de la celebración de las XLVI Jornadas Nacionales de la sociedad científica, que este año se convierten en su I Congreso Internacional.
La persona que ha bebido presenta un deterioro de la funciones ejecutivas, como la planificación, paso a la acción, regulación y control del comportamiento, y tiene una menor flexibilidad cognitiva que le lleva a cometer más errores, igual que las personas que tienen un deterioro cognitivo.
El deterioro de las funciones ejecutivas puede alterar sustancialmente el comportamiento, debido a un mayor descontrol emocional y conductual. Cuando además se suma a una intoxicación aguda por alcohol, el deterioro de las funciones ejecutivas es todavía mayor.
Es decir, la persona que presenta un deterioro cognitivo persistente va a presentar además una grave alteración, cuando hace un atracón de bebida, dado que sufre un deterioro de las funciones ejecutivas que se suma a la desinhibición de respuestas instintivas inapropiadas, agresivas o sexuales.
SI NO SE RECUERDA SE VUELVE A REPETIR
"Muchas veces la persona después no recuerda lo que sucedió y por lo tanto no aprende de esa experiencia y se puede volver a repetir", ha especificado Guardia.
"Y aunque ingrese en prisión, si no recibe un tratamiento especializado, cuando salga de prisión, volverá a realizar un Atracones de Bebida y reincidirá. En estos casos, el tratamiento especializado en alcoholismo, puede ser de gran ayuda para prevenir el delito y evitar la reincidencia", ha concluido el experto.