Orgullo médico ante la irrupción de la IA: "La salud no sabe de algoritmos"

Que la inteligencia artificial no desplace a la humana. Esa es, a grandes rasgos, la gran ‘línea roja’ en la que convergen administraciones y profesionales de la sanidad a la hora de zanjar el papel de este tipo de tecnologías en las consultas. Los facultativos reconocen que la IA no es, ni mucho menos, una herramienta que se deba despreciar en el ámbito médico, pero se reivindican como los únicos capaces de aplicar el “sentido común” a una disciplina “que no entiende de algoritmos”. “No, las máquinas no van a sustituir la esencia humana”, sentencian.

La inteligencia artificial ha irrumpido ya en la sanidad española. Un ejemplo de ello se puede encontrar en la Comunidad de Madrid, que sondea los beneficios de un 'sistema GPT' destinado a reducir los tiempos de diagnóstico de enfermedades raras. Esta tecnología se está probando en centros públicos de Atención Primaria de la región y constituye un primero paso para aplicar la IA a “otros posibles usos” en el servicio autonómico de Salud.

En términos generales, la noticia ha sido bien recibida por los profesionales de la sanidad madrileña, que, eso sí, matizan que su labor no puede verse condicionada por este tipo de herramientas. Tanto Susana Ruiz como Diego Moreno, médicos de Familia en la Comunidad de Madrid, coinciden en que deben entenderse “como un apoyo”.

Impacto de la IA en la consulta médica

“En Medicina no existe el ‘siempre’, no hay dos pacientes iguales”, señala al respecto Susana Ruiz. En este sentido, sostiene que aunque haya “cierta probabilidad” de que un usuario sufra una patología concreta en base a ciertos síntomas, “ante todo tiene que primar el sentido común”.

La facultativa insiste en el hecho de que un mismo tratamiento puede generar efectos diferentes en uno u otro paciente. “Por eso, la IA no podrá nunca sustituir el ejercicio profesional de un médico, porque esa esencia humana no se puede suplir con una máquina. Si no, sería muy fácil”, concluye.

En la misma línea, Diego Moreno enfatiza que los usuarios tienden a expresar sus síntomas de una forma “genérica” que hay que saber interpretar en la anamnesis. “Esa exploración la tiene que hacer un médico, porque es el que conoce quién y cómo es el paciente y cómo responden a uno u otro tratamiento”, expone.

El propio Moreno incide en que la inteligencia artificial no supone, en cualquier caso, una “afrenta” a la labor del médico ni pone en “entredicho” su papel en la consulta. “Como digo, es una herramienta que nos puede servir de apoyo en momentos concretos, tal vez en especialidades como Medicina Interna que requieren utilizar un gran número de datos, pero hay que ubicar cada cosa en su sitio”, afirma.

Tanto Ruiz como Moreno subrayan, no obstante, las bondades que el uso de la inteligencia artificial pueda aportar a la disciplina médica, por ejemplo, para hacer una aproximación al diagnóstico de una enfermedad raras, como está sucediendo en Madrid. “Al final, la IA va a formar parte de nuestro día a día en todos los aspectos”, concluyen.