En su opinión, “la calidad de atención al paciente está decreciendo de una manera brutal”



2 ago. 2013 11:27H
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Enrique Pita / Imagen: Adrián Conde. Madrid
En pleno debate de la sostenibilidad del sistema sanitario, con las administraciones intentando ajustar presupuestos, las compañías de tecnología sanitaria están atravesando una complicada situación a la que no es ajeno el sector de diagnóstico in vitro de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Según ha explicado a Redacción Médica su presidente, Jaime Codina, la recesión en el sector dura ya entre dos o tres años y las perspectivas para 2013 no son muy positivas. Pero el problema no es solo para las empresas, sino, como ha asegurado, para todos los ciudadanos, porque, en su opinión, “la calidad de atención al paciente está decreciendo de una manera brutal”.

Jaime Codina, durante la entrevista.

¿Cuántas compañías integran el sector? ¿Cuál es su perfil?

Aproximadamente son 50. El sector se creó en torno a 1979 y actualmente dará empleo a unas 5.000 personas.

La gran mayoría son empresas distribuidoras, algunas de ellas nacionales. Es decir, empresas españolas creadas que han ido cogiendo productos de distintas empresas de distintos países y ofrecen un paquete más o menos completo a los clientes. Otro tipo son las empresas afiliadas a multinacionales que comercializan en España los productos que estas multinacionales fabrican en algún otro país. Este tipo sería un 60-65 por ciento.

Una tercera parte son empresas fabricantes españolas, que afortunadamente están creciendo y desarrollándose. Tuvimos nuestra época de adolescencia, donde teníamos demasiado acné, pero afortunadamente están ya reconocidas, no solo a nivel nacional sino también internacional, como empresas punteras. Podríamos citar a Biokit, Grifols o Biosystems en Barcelona; Vircell en Granada; Operón o Certest en Zaragoza…afortunadamente no me vienen a la memoria todas, cuando unos años atrás podíamos contarlas con los dedos de la mano. En este sentido, España está exportando y es uno de los pocos sectores donde tenemos crecimiento.

¿Hay alguna patología en la que sobresalgan las empresas españolas del sector?

Las que he citado son muy variadas. Quizá algunas de ellas, casi la mitad del sector, están concentradas en el área de enfermedades infecciosas y de alta inmunidad, pero también tenemos en el área bioquímica y otras como genética.

Decía que es uno de los pocos sectores que está creciendo, pero aun así supongo que la crisis habrá afectado…

Me he expresado mal. Me refería a que las empresas exportadoras son un sector en crecimiento. El sector desgraciadamente no está creciendo. Está en recesión desde hace entre dos y tres años. El año pasado estuvimos en recesión global como sector un 6 por ciento, y otros sectores estuvieron peor todavía. Dentro de nuestro sector, unas áreas más y otras áreas menos. Las expectativas para este año son también de recesión, no tanto en la primera mitad de año, que creo que estamos balanceando más o menos a cero, como en la segunda mitad de año, porque las administraciones van con el agua al cuello y en este periodo fuerzan muchísimo a reducir los gastos. A veces reducir el gasto es mucho más caro que no contenerlo.

“El sector está en recesión desde hace dos o tres años”.

¿Se ha producido algún cierre de compañías?

Desgraciadamente algunas empresas han cerrado, sí.

¿Se ha observado algún descenso del diagnóstico in vitro en la sanidad pública?

Creo que es una pregunta importantísima porque le afecta a usted, me afecta a mí y nos afecta a todos. La calidad de atención al paciente en España está decreciendo de una manera brutal.

El sector está en recesión por dos motivos: el número de pruebas que se realizan, tanto en sector público como en el sector privado, pero sobre todo en el sector público, está decreciendo en doble dígito. El otro motivo es lo que llamamos el ‘factor precio’. El precio siempre ha tenido importancia, pero ahora algunos criterios dicen que es el único factor a considerar.

Primero: el número de unidades decrece porque hay una presión tremenda de los administradores hacia los profesionales de laboratorio, que son nuestros usuarios, de reducir en muchas autonomías a doble dígito, de 15 a 35, sus gastos. Una de las opciones es reducir el número de pacientes, cosa que no sucede y en tiempo de crisis desgraciadamente más bien aumenta, o si hay algún caso dudoso, que siempre puede ocurrir, no se repite la prueba o incluso en algunos casos se considera tirar por la calle de en medio.

El profesional de laboratorio está padeciendo enormemente y es nuestra misión, nuestra tarea, hacer piña con él para defender al cliente final, que es el paciente. Aunque algunos lo ignoren o piensen que no llegará nunca su hora, tarde o temprano todos somos pacientes, con lo que al disminuir la calidad de la atención al paciente entramos en riesgo. Hay algo peor todavía, nuestros facultativos tenían, y afortunadamente siguen teniendo, una reputación muy elevada, tanto a nivel europeo como internacional, y estas situaciones hacen que incluso su propia reputación y la calidad de su atención estén en entredicho.

Esta es una situación derivada de la crisis, pero también por una situación aliena a la misma y de la cual algunos intentan tomar beneficio.

“La calidad de la atención al paciente está decreciendo de forma brutal”.

Y en el caso de la sanidad privada, ¿se percibe también ese descenso?

La sanidad privada siempre ha sido mucho más restrictiva en cuanto a estos factores, pero actualmente diría que tanto privada como pública están desgraciadamente en el mismo barco remando contra las mismas olas durísimas, y entre ellas está el precio, que era la segunda causa. Tradicionalmente hay muchos factores que determinaban el por qué se adquiría un producto u otro: la calidad, el desarrollo, unas ciertas prestaciones complementarias, servicio, precio. Últimamente, sobre todo en el campo público, las adquisiciones se hacen a través de concursos en los que se indican cuáles son los factores que determinarán la adjudicación. Desgraciadamente cada vez más vemos que el único factor que van a considerar es el precio.

Nosotros defendemos al sector, la calidad bien entendida empieza por uno mismo, y sobre todo al profesional y al paciente, y desde Fenin impugnamos estos concursos que quieren coartar la calidad y que coartan definitivamente la innovación. Esta situación actual va a hacer que todas estas nuevas empresas que aparecieron, y las propias empresas que, incluso siendo afiliadas de otras estaban invirtiendo, no van a invertir. El sector no podrá innovar y una vez más esto va a hacer que el paciente reciba negativamente los efectos. Contra esto hemos de luchar, estamos luchando y seguiremos luchando.

Habla de la innovación y de las consecuencias que puede tener para la actividad innovadora la situación actual, pero ¿qué papel juega dentro del sector? ¿Cuántas empresas hacen I+D en el campo del diagnóstico in vitro?

Todas las empresas fabricantes españolas hacen I+D. Todas han empezado como start-up, es decir, han comenzado con una idea, desarrollando esta idea, en algunos casos con el apoyo de las comunidades y en otros no, y de esta idea han pasado de la I a la D, han desarrollado un producto que luego han pulido y lo han comercializado, y lo han hecho o bien en integración vertical por ellos mismos o bien a través de partners y empresas con unos departamentos adecuados tanto en marketing como en comercialización. Por tanto, todas las empresas nacionales hacen I+D.

Su válvula escapatoria no es desgraciadamente España, está fuera de España, y la existencia y continuidad de estas empresas está garantizada siempre y cuando el mercado internacional no se vuelva como el español considerando el precio factor único.

Existe el riesgo en España de que al coartar la innovación el país se vuelva todavía más empobrecido y con muy poco futuro. Nuestros políticos hablan siempre de I+D+i, pues a Dios rogando…

¿La compra pública de tecnología innovadora ha llegado a algún lado? ¿El sector ha visto beneficios en esto?

Compra Pública de Tecnología Innovadora…francamente este es un tema de debate pero que en estos momentos no estamos conduciendo adecuadamente.

“Todas las empresas fabricantes españolas hacen I+D”.

¿Hacia dónde tiene que ir el sector?

Todo evoluciona. Todos los icebergs terminan derritiéndose, con lo cual hay que buscar otros. Es evidente que el sector está evolucionando continuamente. Una de las características de este sector es su agilidad. Muchas veces se nos compara con productos farmacéuticos, pero hay una gran diferencia entre ambos, no solo en el volumen, donde es cuestión de añadir algunos ceros a la derecha, pero sobre todo en la vida media de los productos, que en nuestro sector no llega por norma a los diez años, salvo alguna excepción, mientras que en farma es de 20 o 30 años. En este sentido nosotros debemos estar innovando continuamente, renovando tecnología, y cuando tenemos factores coactivos, automáticamente estamos bloqueando. Desde este punto de vista está claro que el sector tiene que continuar teniendo agilidad suficiente para poder seguir desarrollándose.

Si además tenemos presente que poco a poco la persona se está concienciando de la existencia de determinada enfermedad y de que en determinado país existe una cura, todas las fuerzas que estamos en este sector, desde las empresas a los profesionales, avanzamos juntas para poder llegar al paciente. Es decir, una de las evoluciones del sector de diagnóstico in vitro es la evolución hacia el paciente, y por supuesto también la innovación tecnológica continua.

Otro de los problemas que afecta a todo el sector de la tecnología sanitaria es la subida del IVA a los productos sanitarios. ¿Cuál es su perspectiva sobre este asunto?

Puedo contestar hablando de buenas y malas noticias. Hablemos de buenas noticias: dos de las áreas de nuestro sector no van a estar impactadas por la subida del IVA. Es el caso de tiras para diabéticos y de tiras para personas que están tomando anticoagulantes. Estas son las buenas noticias.

Todo lo demás, el noventa y muchos por ciento, sí vamos a estar afectados. ¿Poco? Más del doble. Hasta ahora estábamos con un IVA reducido del 10 por ciento, y vamos a pasar al 21 por ciento. De hecho, el Estado español, a pesar de que le va a suponer más ingresos, apoyó la necesidad de no incrementar más los costes en un momento duro y no llegar a este incremento hasta el 21 por ciento, pero no lo hemos conseguido. Bruselas se ha cerrado en banda y ha conseguido su objetivo, que era que el sector diagnóstico y otros sectores sanitarios pasemos al 21 por ciento.

Otra buena noticia es que lo querían implementar para ayer, y al final la implementación será a partir de 1 de enero de 2014.

La subida del 10 al 21 es más del doble, y porcentualmente son 11 puntos. ¿Quién va a padecerlo? Seguro que nosotros los primeros, porque tenemos ya experiencia en otras subidas de IVA que ha habido mucho más moderadas, de dos o tres puntos, y al final terminarán pidiendo los propios administradores “sí, sí, yo subiré el IVA, pero tú bájame un 15 por ciento el precio”. Desde nuestra Junta Directiva creo que estamos todos en plan harakiri y la recomendación que hemos hecho de cara a los presupuestos para 2014 es “vamos a hacer como siempre hacemos un presupuesto base cero cuestionándolo todo, y cuando lleguemos arriba del todo, que entre el señor de la guadaña y que pegue un corte, quizá no de 11 puntos, pero de 6, 7 u 8, seguro que sí”.

¿Cree que esto se traducirá en una reordenación del sector desde el punto de vista del empleo?

Siete puntos en la rentabilidad de una empresa después de estar padeciendo como lo estamos haciendo una recesión de dos años y no nadando en oro cual Midas cualquiera, es evidente que la respuesta es sí, aunque no masivamente.

“Dos de las áreas de nuestro sector no van a estar impactadas por la subida del IVA”.

¿Qué opina el sector al respecto de la inclusión de las tiras para diabéticos en las centrales de compra?

La central de compras es un tema muy complejo. Estamos negociando con Ingesa y otras parecidas en Andalucía. Estamos como siempre dispuestos a hacer lo que haga falta para el beneficio final del paciente, y en este sentido seguiremos moviéndonos.

Es evidente también que no podemos estar en contra de una globalización. El mundo se está globalizando, y no podemos luchar contracorriente aunque no nos guste porque es recortar la capacidad libre de actuación de una empresa, y si se recortara demasiado, sería incluso anticonstitucional por afectar a la ley de la libre competencia. Estamos por tanto ojo avizor y nuestros abogados están siempre al quite de esta cuestión.

¿Por qué camino va esa negociación?

Desde un punto de vista personal, perfecta. Desde un punto de vista profesional, estamos esperando los últimos pasos que se deben dar después de las últimas discusiones que hemos tenido.

¿Cuáles son esos últimos pasos?

La publicación por parte de Ingesa del documento final del concurso. En cualquiera de los casos ya hemos dicho que defenderemos nuestros intereses y si el documento final no recoge lo que hemos hablado, los defenderemos como tengamos que hacerlo.
 

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