Enrique Pita. Madrid
Este viernes se celebra el II Día Internacional de la Radiología. El objetivo de esta iniciativa es lanzar una llamada de atención sobre la importancia de la especialidad, y para conectar con la sociedad. En este sentido, Joaquín Ferreirós, presidente de la Sociedad Española de Imagen Cardiotorácica (Seicat), integrada en el seno de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), ha explicado a Redacción Médica la realidad de una especialidad marcada por los importantes avances tecnológicos vividos en los últimos años.
Joaquín Ferreirós. |
¿Qué perspectiva tiene el radiólogo de los avances tecnológicos llegados en los últimos años?
Ha habido un gran desarrollo, sobre todo en los últimos cinco años, de la tomografía computarizada con técnicas multidetector. Esto ha permitido ampliar incluso las indicaciones del TAC, pues ahora se pueden realizar estudios cardiacos, de arterias coronarias, que antes no era factible de forma eficaz con técnicas de imagen si no era con el clásico cateterismo invasivo. Además, ha permitido ver estructuras cada vez más pequeñas, de menor detalle, y con menor radiación, que es algo en lo que se está avanzando mucho a base de mejoras tecnológicas de los equipos de tomografía computarizada y también de mejoras en el software de reconstrucción de las imágenes. Es decir, no solo se emplean detectores más eficaces que no necesitan tanta radiación para obtener las imágenes, sino que el propio software de reconstrucción se ha revolucionado en los últimos años, lo que está permitiendo obtener, con menor dosis de radiación, imágenes de calidad similar a la que antes requería utilizar radiaciones más importantes.
Además, la velocidad de las exploraciones ha mejorado, lo que permite hacerlas cada vez en menos tiempo, y eso ha permitido también estudiar pacientes menos colaboradores o en situaciones más deterioradas o más críticas y ha permitido también optimizar y aumentar el rendimiento de los equipos, ya que se pueden hacer muchas más exploraciones en una jornada. Todo esto ha incrementado mucho la productividad de las salas.
¿El trabajo del radiólogo también se ha visto favorecido?
Sí, es así. Por una parte se ha hecho más sencillo porque las imágenes son de mayor calidad, pero por otro lado, como tenemos acceso a detalles que antes nos eran vedados, se ha ampliado el conocimiento necesario para interpretar las imágenes. Esto es un reto para el radiólogo, que debe ponerse al día no solo en la técnica, sino en la patología, porque se ven algunas que antes no se veían o se veían de forma marginal.
También ha sido muy importante para nosotros el desarrollo de los sistemas donde vemos los estudios, donde hacemos los informes, donde podemos comparar con todas las imágenes previas de los pacientes. Además, los sistemas de reconocimiento de voz nos permiten hacer los informes más rápidamente, ganando inmediatez a la hora de comunicarlos y de que el médico lo tenga lo más pronto posible. Todo esto ha sido una revolución.
¿Hay algún área anatómica donde los avances hayan sido más significativos?
Los avances quizá más espectaculares en los últimos años han sido en estudios de imagen cardiaca, dentro del tórax, con la resonancia magnética cardiaca y en especial con la tomografía computarizada cardiaca, que ha tenido un impacto muy grande. También hay avances en estudios con resonancia magnética cerebral.
Como sabrá se están instalando ahora los equipos de alto campo magnético de 3 teslas o más, lo que está permitiendo ampliar resolución y ver estructuras más pequeñas y detalles más finos. Esto está favoreciendo no solo a la radiología en tórax, sino también en neurorradiología, radiología musculoesquelética, abdominal, etc.
Tanto el tac multidisciplinar como la resonancia magnética de última generación de alto campo están teniendo mucho impacto en todos los ámbitos, en tórax, neuro, musculoesquelético, pediatría, etc. Una ventaja de estas técnicas es que son muy ubicuas para todo el organismo.
¿Hacia dónde va el futuro de la tecnología asociada a la radiología?
Por un lado va hacia la fusión de técnicas, algo que ya es una realidad en cierta medida y por eso colaboramos con los profesionales de medicina nuclear en el PET-TAC. También se está trabajando en la fusión de la resonancia magnética con PET y en nuevas técnicas revolucionarias como la tomografía de luz, si bien esto está todavía en sus orígenes.
Todo esto nos está forzando a los radiólogos a trabajar cada vez más en equipos multidisciplinares junto a otros especialistas. Por un lado, nuestra productividad se ha visto incrementada por estas técnicas y los sistemas informáticos, con lo que hacemos más estudios que antes, pero también ha facilitado la interconexión y la posibilidad de ganar tiempo en el contacto con los colegas, poder llevar a cabo sesiones interdisciplinares con otros especialistas en ámbitos concretos.
El reto es salir del servicio de rayos y contactar más con otras especialidades, pero también conectar más con la sociedad y los pacientes, que es nuestra asignatura pendiente. Hemos estado encerrados en nuestros servicios y los pacientes no nos conocen lo suficiente, debemos hacer autocrítica en este sentido.
¿Cómo les afecta la obsolescencia de los equipos?
La crisis económica está dificultando la renovación de los equipos y es cierto que estamos viendo cómo la necesaria renovación y actualización se está retrasando. Estamos teniendo dificultades para acceder a las últimas tecnologías, que quizá son más accesibles en el ámbito de la sanidad privada.
Hasta los años 2008-2010 vivimos un boom, y hasta ahí tenemos la tecnología, pero es cierto que está habiendo dificultades para acceder a los últimos modelos.
¿Están satisfechos con la formación que reciben para la utilización de estos nuevos dispositivos?
La formación es un aspecto crucial de nuestra especialidad. En mi caso he tenido que formarme en absolutamente todas las técnicas existentes, incluso después de haber finalizado la especialidad. Es una formación continua.
En España la formación la han financiado las casas comerciales. La administración sanitaria y educativa no ha dispuesto medios para financiarla, y lo ha dejado en las manos de las casas comerciales. Últimamente las leyes lo dificultan, y se ha reducido un poco el esfuerzo de las casas en este sentido, y creo que se puede resentir lo que se destina a la formación continuada de los médicos. Quizá en otros países se ha hecho el esfuerzo de hacerlo a nivel estatal, pero eso requiere una financiación extra.