Javier Barbado. Madrid
El 11 por ciento de los errores de la tecnología de la información aplicada a la salud (Health Information Technology o HIT, en su expresión inglesa) se asocia a daño en el enfermo (e incluso se tiene constancia de cuatro fallecimientos relacionados con su mal uso), según consta en un artículo científico en el que se cita a la agencia de evaluación estadounidense FDA (Food and Drug Administration) del que se hacen eco, a su vez, el Instituto de Medicina y el Instituto ECRI del mismo país, en el caso de este último por medio del informe de nuevas tendencias en tecnología sanitaria que publica en el primer trimestre de cada año y al que ha tenido acceso Redacción Médica.
Jesús Licinio Manzanares. |
En este documento, el registro electrónico de datos aparece en el primer lugar del ranking de los diez elementos tecnológicos más notorios en el campo de la sanidad. Le sigue la telemedicina o m-Health, entendiendo por tal toda clase de dispositivos de apoyo a la práctica médica en la distancia como el smartphone y la tablet. Y también aparecen como novedades la cirugía bariátrica y el cribado del cáncer de pulmón por medio de tomografía computerizada de baja dosis, según han puntualizado fuentes de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Electromédica (Seeic), que también resaltan la inclusión en el “Top 10 C-Suite Watch List” –como se denomina el listado del instituto– de tecnologías ya recogidas en ediciones anteriores, caso de la gestión de alarmas o de la historia clínica electrónica, aspectos que continúan ocupando un lugar relevante en la gestión de las organizaciones sanitarias.
Con relación a la HIT, el informe del ECRI rememora los resultados del documento que la propia entidad publica también cada año (por lo general en el mes de diciembre) y que analiza, en efecto, los errores más frecuentes en materia de seguridad del paciente (“Análisis PSO Deep Dive”). De este modo, el organismo estadounidense –que dispone de 250 trabajadores a tiempo completo y goza de un gran prestigio en la comunidad científica internacional– resume en cinco los principales eventos adversos relacionados con el registro electrónico de datos sanitarios (por orden de frecuencia): transferencia inadecuada entre sistemas operativos de este clase de tecnología; input o entrada de datos incorrecta; fallos en la configuración del sistema; recuperación de datos defectuosa e incidencias en la funcionalidad del software.
Estos cinco errores del manejo e intercambio de información sanitaria representan el 64 por ciento de la totalidad de incidencias detectadas en el análisis (211 fallos de seguridad). El documento más reciente del ECRI también revela que, pese a la dificultad de medirlo con precisión, la aplicación de la HIT disminuye los efectos adversos de los medicamentos y la iatrogenia, pero acto seguido se plantea si la rápida proliferación de esta tecnología médica e informática conduce a “nuevas oportunidades” para cometer errores.
Jeffrey C. Lerner, |
En este contexto, el presidente de las Seeic, Jesús Licinio Manzanares, no duda en declarar a Redacción Médica su convencimiento de que, al menos en España, el avance desbordante de las nuevas tecnologías sanitarias ha pillado desprevenido al sector, ya que los profesionales de la asistencia a menudo carecen de formación específica para aprovecharlas, y, en cambio, “los tecnólogos e ingenieros no somos valorados para hacerlo, cuando nuestra preparación nos sitúa en la posición idónea para ello”. Licinio Manzanares reclama por ello la creación de comités multidisciplinares en los que estos últimos desempeñen un papel destacado, ya que, en su opinión, las redes y agencias de evaluación de la tecnología centrales y autonómicas “no son eficientes ni efectivas porque, o bien no están asesoradas, o bien están manipuladas desde el punto de vista político”, lo que constituye “una barrera para incorporar tecnología y para medirla en el Sistema Nacional de Salud”.
Equipos y quirófanos híbridos
El informe del ECRI también incluye entre las diez tendencias más influyentes en tecnología de la salud la cirugía cardiaca de mínima invasión; la imagen en el área quirúrgica; el uso híbrido del PET y el MR (tomografía de emisión de positrones y resonancia magnética, cuya inclusión e la lista este año es una novedad); la implantación de marcapasos; y la irradiación dosificada conforme a los parámetros de seguridad del paciente. Con relación a la cirugía de mínima invasión, fuentes de la Seeic –que, desde hace años, elabora su propia interpretación de los resultados del ranking de la entidad estadounidense– han resaltado que, a lo largo de los últimos años, se han producido grandes avances en este campo que han generado importantes beneficios en muchos aspectos, como son la disminución en el tiempo de ingreso del paciente, las recuperaciones más rápidas y una reducción general de los costes. Y destacan “los quirófanos híbridos” porque “representan la principal herramienta para llevar a cabo este tipo de intervenciones”.
También subrayan que el documento del ECRI replantea cuestiones como cuándo y en qué tipo de centros sanitarios son necesarios los avances tecnológicos destacados. Y advierte de la sobreexposición radiológica en algunos procedimientos y de la necesidad de vigilar la monitorización de las dosis prescritas.
La misma institución en España
“En España no existe un organismo que desempeñe un papel similar al del Instituto ECRI, imparcial, aséptico y realista, que mida, evalué, y en definitiva, cambie el modelo actual de evaluación de la tecnología sanitaria. Este organismo debería llevar a cabo, entre otras medidas, un análisis de coste-efectividad del proceso en su conjunto y un cambio de modelo hacia una agencia de evaluación encargada de dicho análisis”, ha concluido Licinio Manzanares.