David Abejón, jefe de la Unidad del Dolor en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
Es preferible profundizar en las técnicas intervencionistas para tratar el
dolor crónico entre aquellos que no lo sienten, es decir, entre quienes ya están muertos. Por eso,
neurocirujanos y
anestesiólogos de toda Europa, en colaboración con Boston Scientific y la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), han impartido durante los 10 y 11 de octubre un curso a nivel internacional para profundizar en ellas.
Entre los médicos especialistas ha estado
David Abejón, jefe de la Unidad del Dolor en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, quien ha explicado a
Redacción Médica la importancia que tiene en su opinión que la Medicina del Dolor sea reconocida como una especialidad. Sobre todo, porque hasta el 20 por ciento de los adultos (unas 100 millones de personas) padecen dolor crónico en Europa.
¿Cuál es el objetivo de este curso?
David Abejón explica lo que hay que mejorar en Medicina del Dolor.
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El objetivo de este curso es la formación internacional en implantes de estimulación medular. Estos son unos dispositivos que se emplean para dolor crónico, especialmente
dolor neuropático. Lo organiza
Boston Scientific, de forma anual e internacional. De hecho esta es la edición, si no recuerdo mal, 31, en ocasiones en los inicios de la andadura en Neuromodulación de Boston, se hacían más de uno al año. Este año hemos tenido la suerte de que vengan aquí, a Madrid.
Y es la primera vez que se hace en España. ¿Cómo está siendo la experiencia?
Muy buena. Bastante mejor que la que habíamos tenido en Budapest. Esperemos que ahora la parte práctica continúe con el mismo ritmo que la teórica.
¿Cuántas personas van a participar en la capacitación?
En la parte práctica tenemos cinco cadáveres con un profesor y un técnico de Rayos en cada una de las mesas que atienden a cinco-seis participantes, por lo que serán unos 25 personas. En total hay unas 45 personas.
¿Por qué han seleccionado a la Universidad Francisco de Vitoria para esta iniciativa?
Por el servicio que dan, en la universidad sí hemos realizado antes cursos y es genial estar aquí. La preparación y el trato humano que tienen es estupendo y los cadáveres y las instalaciones son de las mejores de Madrid.
Lleva más de 20 años estudiando las técnicas de neuroestimulación. ¿Cómo han evolucionado en este tiempo?
"La estimulación medular lo que hace es básicamente cambiar una imagen en el cerebro"
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Supongo que en todas las especialidades ha habido una gran evolución, pero aquí ha sido algo tremendo. Empezamos a poner un solo electrodo con cuatro contactos y ahora tenemos la posibilidad de implantar dos electrodos con 16 contactos. Además, antes los generadores eran no recargables, ahora sí y, además, compatibles con resonancia. Tienen unas posibilidades tecnológicas importantísimas.
La evolución ha sido enorme en estos 20 años.
¿Podría explicar en qué consiste la estimulación medular?
La estimulación medular, para entendernos, lo que hace es cambiar la señal en el cerebro. Esto se inicia en 1965 con la teoría de la 'puerta de entrada'. Explica lo que a todos nos pasa cuando nos damos un golpe.
Por ejemplo, cuando nos frotamos tras un golpe en el codo lo que hacemos es cambiar la señal que recibimos en el cerebro y en las vías centrales. Luego hay otros mecanismos de acción más complejos, como puedan ser la liberación de neurotransmisores u otras vías inhibitorias que se activan.
Básicamente, lo que hace es cambiar una imagen en el cerebro. Una imagen de dolor por una imagen de tacto. Ahora incluso hay algunos sistemas que podemos desarrollar sin hacer sentir nada al paciente y se ha visto que tienen la misma utilidad.
¿Esta técnica se realiza en España con normalidad?
Se hace con normalidad, excepto por el aspecto económico, que es donde hay más complicaciones.
¿Se debería realizar más?
Desde mi punto de vista sí. Se debería tener el mismo acceso a este tipo de sistemas en todo el territorio nacional y además plantearnos en qué punto de la patología del paciente se debe realizar. Si no deberíamos hacerla un poco antes, o si no debería someterse al paciente a intervenciones quirúrgicas antes de probar este sistema.
En su opinión, ¿debería realizarse antes de lo que se está haciendo ahora?
Sí, en mi opinión sí. Un 'escalón' antes.
¿Y cómo diría que es la intervención del dolor en España? ¿Qué se debería mejorar?
David Abejón frente al material quirúrgico.
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En el tratamiento del dolor, habría que dotar a las Unidades con
más profesionales que tuvieran la
formación adecuada, puesto que tenemos una
gran carencia de formación unificada. Hace falta que sea una formación gubernamental y e intentar que la Medicina del dolor constituya una especialidad. Eso es lo que nos hace falta.
Ahora mismo en España, en un 90 por ciento de los casos, el tratamiento del dolor depende de otra especialidad madre, como puede ser
Neurocirugía o
Anestesia. Y lo que se debería perseguir es una formación reglada como puede haber en cualquier otra especialidad y no tener rotaciones, desde mi punto de vista, escasas en tiempo necesario y dependiendo del centro.
Es decir, que el 90 por ciento de los especialistas en dolor son anestesistas o neurocirujanos.
Prácticamente el cien por cien son anestesistas o neurocirujanos. El problema es que en muchos casos el tratamiento no es a tiempo completo, sino que se comparte a tiempo parcial con otra especialidad lo que limita poder profundizar de forma integral en la Medicina del Dolor.
¿Se forma bien a los estudiantes de Medicina en dolor?
A los estudiantes de Medicina no se les forma en dolor, porque –me parece– que salvo la Universidad Católica de Valencia y la Universidad de Santiago, que solo tienen una optativa y voluntaria, que trata anestesia, y dentro de anestesia dolor, no se imparte en otras universidades. Además hay algún máster, pero no en todas. También en la Universidad Católica de Valencia, que lo lleva el profesor José de Andrés, y algún otro máster más. Pero son títulos propios y no un título oficial. De manera que la formación para los estudiantes es muy deficiente.
"A los estudiantes de Medicina no se les forma en dolor"
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El problema es que cuando los estudiantes acaban, si les ha tocado un hospital en el que se dé importancia al dolor y la dirección y la gerencia están concienciadas, tendrán una buena formación en el tratamiento del dolor. Y si no, no.
¿Y el anestesista o el neurocirujano?
Tienen tres meses en tratamiento del dolor de los 4 años que dura la especialidad. Para mí es insuficiente porque la dedicación tiene que ser completa.
¿Faltan Unidades del dolor?
Falta dotación en las unidades del Dolor, porque en cuanto al número total, en todas las unidades de Anestesia se asume el tratamiento del dolor, pero lo hacen sin dotación ni humana ni económica. Desde las sociedades, como pasará ahora en la Sociedad Española del Dolor, es lo que se intentará cambiar. Trataremos que se pueda conseguir ir un poco más allá de una formación de tres meses y obtener una especialidad.
David Abejón durante un momento de la entrevista.
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