El neurocirujano Héctor Roldán analiza los avances y retos tecnológicos y asistenciales en este campo
Héctor Roldán, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Canarias y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Vertebral y Medular (Neuro-raquis).
La cirugía de columna ha evolucionado significativamente con técnicas mínimamente invasivas, navegación quirúrgica y monitorización neurofisiológica, mejorando la recuperación y ampliando el acceso a pacientes frágiles. Héctor Roldán, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Canarias y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Vertebral y Medular (Neuro-raquis), destaca en esta entrevista los desafíos médicos y organizativos, la importancia de equipos multidisciplinares y el papel de la inteligencia artificial en la cirugía personalizada. Además, subraya la necesidad de formación especializada y una mejor relación médico-paciente para optimizar resultados.
En los últimos años, la cirugía de columna ha experimentado importantes avances. ¿Cuáles considera que han sido los hitos más relevantes en esta evolución?
En los últimos años, la cirugía de columna ha experimentado una transformación significativa gracias a varios avances clave. En primer lugar, el desarrollo de técnicas de cirugía mínimamente invasiva ha revolucionado el tratamiento de patologías degenerativas de la columna, permitiendo una recuperación más rápida y con menos complicaciones postoperatorias. Esta evolución ha hecho posible la intervención en pacientes más frágiles, como aquellos con metástasis vertebrales o politraumatizados.
Además, la precisión y seguridad de los procedimientos ha mejorado mucho con el uso de tecnología como la navegación quirúrgica y con la extensión del uso de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria. La robótica, menos desarrollada que en otras especialidades, es también muy prometedora. Por último, la endoscopia vertebral ha abierto nuevas posibilidades quirúrgicas para algunas patologías de la columna.
La tendencia actual en muchas especialidades es hacia técnicas menos invasivas. ¿Cómo ha cambiado esto la neurocirugía vertebral y qué beneficios aporta a los pacientes?
El enfoque hacia técnicas menos invasivas ha supuesto un cambio radical en la cirugía de columna. Los pacientes experimentan menos dolor postoperatorio, menos alteración de la anatomía y una recuperación más rápida, lo que les permite recibir el alta hospitalaria en menor tiempo y reducir el consumo de analgesia.
Otro gran beneficio es que muchos pacientes que anteriormente no podían beneficiarse de una cirugía ahora sí tienen esa opción. Esto es especialmente relevante en casos de metástasis vertebrales y fracturas osteoporóticas que antes tenían opciones quirúrgicas más limitadas.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta actualmente la cirugía vertebral y medular, tanto desde el punto de vista médico como organizativo en los hospitales?
La cirugía vertebral y medular enfrenta varios desafíos importantes en la actualidad. Desde un punto de vista médico, uno de los principales retos es el envejecimiento de la población, ya que cada vez más pacientes llegan a edades avanzadas en buenas condiciones de salud y con mayores expectativas de calidad de vida. Esto hace que cada vez haya más consultas por patología de columna vinculada al envejecimiento, como la patología degenerativa de columna o las fracturas osteoporóticas.
Otro desafío es la transformación de enfermedades que antes eran mortales de necesidad en procesos crónicos, como distintos tipos de enfermedades oncológicas, lo cual da más tiempo al cáncer a metastatizar en la columna. Este hecho plantea nuevos retos en la planificación y el manejo de estos pacientes.
Desde un punto de vista organizativo, el mayor reto es la adquisición de equipamiento tecnológico para las cirugías, como navegadores, TCs intraoperatorios, etc., así como la disponibilidad de monitorización neurofisiológica intraoperatoria en los quirófanos.
Por otra parte, existe una brecha significativa entre el amplio abanico de cirugías disponibles y la capacidad de realizar un diagnóstico preciso del origen del dolor en la columna, lo que dificulta la toma de decisiones terapéuticas y la asignación de recursos.
¿Qué avances o innovaciones tecnológicas cree que marcarán el futuro de la cirugía de columna en los próximos años?
Más allá de los avances puramente tecnológicos, el futuro de la cirugía de columna dependerá en gran medida de la creación de equipos multidisciplinares, que implican la colaboración entre especialistas. La integración de neurocirujanos y traumatólogos especializados en columna, anestesistas y neurofisiólogos, médicos rehabilitadores y fisioterapeutas, así como los equipos de enfermería, permitirá mejorar la atención y optimizar los tratamientos.
Desde un punto de vista tecnológico, la inteligencia artificial jugará un papel clave en la cirugía personalizada y de precisión. Permitirá predecir con mayor exactitud si un paciente es candidato a cirugía y cuál es la mejor opción quirúrgica en su caso particular.
Por último, las técnicas de cirugía mínimamente invasiva seguirán evolucionando, beneficiándose de los avances tecnológicos que permitirán procedimientos aún más precisos y menos agresivos.
Como presidente de Neuro-raquis, ¿cuáles son los objetivos prioritarios de la sociedad y qué impacto espera generar en la comunidad médica y en los pacientes?
Los principales objetivos de la Sociedad Española de Cirugía Vertebral y Medular (Neuro-raquis) se centran en el crecimiento y consolidación de la entidad como referente en la especialidad. Para ello, es fundamental aumentar su notoriedad, impulsando la difusión de contenidos de calidad, como la monografía anual, y promoviendo su conocimiento dentro de la comunidad médica.
Otro pilar clave es la colaboración con otras sociedades científicas para generar consensos y fortalecer la investigación en cirugía vertebral. Además, se busca consolidar grupos de trabajo especializados dentro de la sociedad, así como ampliar el foro de diálogo con especialistas de otras áreas afines.
¿Cómo ha cambiado la formación de los neurocirujanos especializados en cirugía vertebral y qué consejos daría a los jóvenes médicos que desean seguir este camino?
La cirugía de columna vertebral ha evolucionado hasta convertirse en una subespecialidad dentro de la Neurocirugía y la Traumatología. Actualmente, existe una convergencia creciente en la formación de especialistas de ambas disciplinas, lo que ha permitido un enriquecimiento mutuo de conocimientos y técnicas. Esta colaboración es clave para el futuro de la especialidad y refuerza la necesidad de una formación conjunta y multidisciplinar.
Más allá de los avances técnicos, ¿cómo ha evolucionado la relación médico-paciente en esta especialidad y qué aspectos considera fundamentales para ofrecer una atención de calidad?
En la cirugía de columna, al igual que en toda la medicina, la implicación del paciente es fundamental para obtener los mejores resultados. Es esencial que el paciente participe activamente en la toma de decisiones sobre su salud, asumiendo un papel proactivo en su tratamiento y recuperación.
El éxito de una cirugía no solo depende del procedimiento en sí, sino también de las acciones y hábitos del paciente antes y después de la intervención. A pesar de la importancia de la tecnología, no debemos olvidarnos que la educación del paciente, la comunicación efectiva y el acompañamiento en el proceso quirúrgico son aspectos clave para ofrecer una atención de calidad y mejorar los resultados clínicos.
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