Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un médico que dedica tiempo a sus pacientes y explica de manera clara y comprensible su estado de salud mejora significativamente la
percepción de la atención sanitaria. Así lo demuestran los resultados de la encuesta ‘PaRIS’ de la
OCDE, que asegura que garantizar una comunicación abierta y dar el tiempo suficiente en consulta está vinculado a una mejora del
15 por ciento en la puntuación de la atención centrada en el paciente, incluso teniendo en cuenta factores como edad, sexo o nivel educativo.
Sin embargo, no todos los pacientes tienen la misma
percepción del sistema sanitario. Los datos del estudio reflejan que los
pacientes con enfermedades crónicas confían menos en la sanidad que aquellos que no han experimentado un evento adverso. En concreto,
solo el 45 por ciento de los enfermos crónicos confía en el sistema, frente al 70 por ciento de quienes no han tenido experiencias negativas.
Además, un 23 por ciento de quienes sufren este tipo de patologías informan que deben
repetir información sanitaria que debería estar registrada, lo que se presenta, a su vez, una barrera en la calidad asistencial.
El futuro de la atención sanitaria: un cambio de modelo
Según el informe de la
OCDE, la atención sanitaria no puede limitarse a tratar enfermedades individuales y señala que “el futuro” pasa por acompañar a los pacientes en la gestión de su propia salud a largo plazo. Esto requiere un cambio estructural que incluya medidas que ayuden a la mejora en la
comprensión de la información sanitaria, especialmente para personas mayores o con menor nivel educativo. En este sentido, el documento señala que las herramientas digitales simplificadas y accesibles pueden ser clave en esta transformación.
Si bien este tipo de tecnologías mejoran la
atención centrada en el paciente, pero su adopción sigue siendo desigual, sobre todo en lo que respecta a los pacientes crónicos. Tal y como detalla la OCDE, si bien el 54 por ciento de estos enfermos han reservado
citas online y el 43 por ciento ha solicitado
recetas por esta vía, solo el 17 por ciento ha accedido a su
historial médico electrónico y apenas un 7 por ciento ha usado la videoconferencia para consultas de Atención Primaria.
Esto pone de manifiesto la necesidad de mejorar la implementación de
tecnologías digitales para
optimizar la experiencia del paciente y, a su vez, lograr una mejora en la confianza de este tipo de enfermos.
La ‘autogestión’ del paciente, una asignatura pendiente
Una de las medidas que pueden servir para
aumentar la confianza de las personas en los sistemas de salud y en los profesionales que les atienden es integrarles en la gestión de sus propios tratamientos.
Para que el paciente participe activamente en su cuidado, debe contar con
información clara y herramientas adecuadas. Según detalla la
OCDE, la “coproducción de la salud” implica que los médicos no solo diagnostiquen y traten, sino que también eduquen y
guíen a los pacientes en la gestión de su bienestar. Clases de autogestión, planificación de objetivos de salud y un
mejor acceso a la información sanitaria permitirían que los pacientes sean socios activos en su tratamiento, y mejoren, a su vez, sus resultados de salud.
Es por esto que el informe presenta la
toma de decisiones compartida entre profesionales y pacientes como un pilar fundamental para avanzar hacia un modelo más eficaz y cercano. Para ello, los profesionales sanitarios deben garantizar espacios de
diálogo, resolver dudas y dotar a los pacientes de conocimientos que les permitan tomar decisiones informadas. Solo así se podrá construir un sistema sanitario más accesible, eficiente y adaptado a las necesidades reales de la población.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.