Eusebi Chiner y Juan Francisco Arenillas.
Monitorizar el nivel de oxígeno de pacientes covid para liberar camas y recursos humanos ante los contagios masivos por la variante ómicron. Esta es la estrategia que quiere implantar el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) para tratar al
15 por ciento de contagiados con covid y con el que prevé liberar 10.000 camas a principios de enero. Un plan que desde Neumología auguran que
será un éxito si se realiza una correcta
estratificación de pacientes, se dota con una buena
capacidad de respuesta y se combina con la vigilancia de otros factores.
“Con el paciente bien estratificado
sí que se pueden llegar a ahorrar hospitalizaciones. Ahora mismo tenemos a pacientes covid que son jóvenes, que tienen poca enfermedad respiratoria y que esperamos entre 3-5 días para ver que no hay deterioros para darles el alta. Ese periodo crítico lo podía pasar en casa si estuvieran telemonitorizados y si no hay cambios podían ser dados de alta con el correspondiente tratamiento que podía hacerse también mediante una prescripción online”, explica Eusebi Chiner, neumólogo y coordinador de SeparPacientes en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
La experiencia española más cercana es la ideada por el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Valladolid, Juan Francisco Arenillas, quien está en la última parte de un ensayo que ha seguido las constantes vitales y el
nivel de oxígeno de 300 infectados a través de una pulsera de actividad, un pulsímetro y una aplicación móvil.
Para el neurólogo, la iniciativa del NHS podría ser trascendental para lograr controlar la situación provocada por ómicron. “A nosotros nos parece que un sistema como el que hemos desarrollado podría ayudar de forma determinante a controlar la situación en un caso de explosión de la nueva variante, porque Atención Primaria está colapsada”, explica Arenilla.
La capacidad de respuesta, clave para el éxito de la telemonitorización covid
Otro de los aspectos clave para el correcto funcionamiento de la estrategia, según el neumólogo, es la
capacidad de respuesta. “Todo depende de quien está viendo las señales y quien es el encargado de dar la respuesta. No hay un problema técnico en telemonitorizar a mucha gente, pero sí de costes, ya que lo fundamental es la interpretación de cuando se tiene que llevar a cabo una actuación y para esto hacen falta profesionales”, resalta Chiner.
En este sentido, Arenillas considera que “
la gran ventaja” de estos sistemas es que hacen de filtro y seleccionan la información que llega al profesional sanitario. “Por ejemplo, nuestro sistema controla a los pacientes y llama la atención sobre aquellos que evolucionan desfavorablemente, el resto se controla solo sin necesidad de supervisión médica”, resalta el neurólogo.
Una llamada de atención que para Chiner debe seguir también el patrón de la estratificación: “Si el paciente está correctamente estratificado
se pueden dar alarmas leves, moderadas y graves. Una leve se atendería en el domicilio y una moderada en ocasiones también, pero una grave habría que llevarlo al hospital. Esa capacidad de respuesta es lo principal cuando pones en marcha un programa de telemonitorización”.
¿Qué síntomas se debe monitorizar?
En cuanto a las señales a seguir en estos pacientes covid en casa, Neumología advierte que
solamente con los niveles de saturación de oxígeno en sangre no basta. “Es una señal biológica, pero no clínica. Por lo que si no va acompañado de otras señales clínicas sería un sistema incompleto. El nivel de saturación de oxígeno en sangre debe ir acompañado de la frecuencia cardiaca, presencia de fiebre u algunos otros índices clínicos que nos puedan indicar problemas respiratorios. Además, el paciente debe poder dirigirse por teléfono a demanda a las personas que lo estén monitorizando”, advierte Chiner.
Por ejemplo, el proyecto español de Arenillas obtiene información válida sobre el paciente en tiempo real- se puede recoger de forma periódica (cada 5 o 10 minutos)- de la
saturación de oxígeno, temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria e índice de actividad del paciente. “Todos los parámetros están comprobados y sabemos que tiene bastante fiabilidad. Además, se completa la información con un cuestiona diario que la App hace al paciente”, resalta el neurólogo.
Por último, se debe establecer qué profesionales interpretan estas señales. Algo que, según Chiner, podrían realizar en un call center con enfermeras expertas y con un apoyo de un equipo multidisciplinar. “La telemonitorización ahorra ciertos recursos y suministra tranquilidad, pero
cuando se quiere hacer bien se tiene que desplegar recursos humanos”, asegura el coordinador de SeparPacientes.
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