El vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga-Llop.
Más de una veintena de personas a la espera de conocer si son portadores de la llamada
viruela del mono, un extraño patógeno que a lo largo de la última década ha logrado proliferar esencialmente en puntos de África occidental y central. Lo cierto es que, de confirmarse la infección, no se podrá administrar a los afectados un
tratamiento “específico” para esta enfermedad dado que no los hay, indican desde el Ministerio de Sanidad. No obstante, sí existen vías para evitar “situaciones de alto riesgo” vinculadas al citado virus. Una de ellas es la vacuna de
Jynneos, la única que actualmente está indicada para prevenir la viruela del mono.
Según explica a
Redacción Médica el vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología (AEV),
Fernando Moraga-Llop, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU disponen en la actualidad de dos vacunas contra la viruela: la citada
Jynneos y Acam2000. Ambas están “indicadas para
situaciones muy restringidas y concretas”, índice el vacunólogo, que alude a casos como el de los investigadores de laboratorio que se contagien al manipular ciertos virus o animales infectados.
De estas dos fórmulas, continúa, la de Jynneos “está aprobada para la
prevención tanto de la viruela humana como de la del mono”, una zoonosis viral que, aunque con poca probabilidad, puede ser transmitida de animales (especialmente roedores como ardillas) a personas. No se trata de un medicamento “específico” para esta enfermedad, pero sí puede tener una “efectividad alta” de cara a su prevención.
“Según algunos estudios, se calcula que los vacunados contra la viruela humana pueden tener hasta un 85 por ciento de protección frente a la del mono”, argumenta el especialista, que destaca que el hecho de que se dejara de inmunizar a la población debido a la
erradicación de la propia enfermedad “puede haber supuesto un aumento del número de casos”.
En cualquier caso, se trata de un incremento relativo que no debe poner en alerta a la ciudadanía, subraya Moraga-Llop, que hace un llamamiento a la calma:
“El virus del mono no va a tener una gran trascendencia, pero es
fundamental una estrecha vigilancia epidemiológica de estos brotes, incide.
Eso sí, afirma que en el caso hipotético (“e improbable”) de que se produjera un brote importante de la viruela del mono, “sería preferible desarrollar una vacuna específica”. “Tenemos el ejemplo de lo sucedido con el covid”, concluye.
Casos de viruela del mono en España
Por el momento, el
Centro Nacional de Microbiología (CNM) ha confirmado siete de los
casos sospechosos de la viruela del mono en España, donde otra veintena de pacientes está esperando diagnóstico.
Según explican a
Redacción Médica fuentes del Ministerio de Sanidad, se ha enviado a las comunidades autónomas una alerta después de que entre el 15 y el 17 de mayo,
Reino Unido y Portugal notificaran, respectivamente, cuatro y tres casos de esta enfermedad. En el país vecino hay otros dos contagios pendientes de confirmación.
“Tras esta fecha, el Sistema de Alertas y Respuestas Temprana para las enfermedades transmisibles de la Comisión Europea comunica esta alerta”, aclaran las mismas fuentes, que destacan que Sanidad “está en
permanente contacto con el Sistema de Alertas Europeo para hacer un seguimiento de esta alerta a nivel global”.
Síntomas de la viruela del mono
Paralelamente, Sanidad informa de que los principales síntomas de la viruela del mono suelen ser
fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio.
Unos días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla un exantema, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Suele producir una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas. “Sin embargo, en algunos casos puede producirse una
enfermedad grave”, destaca..
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