Redacción. Madrid
El precio de Sovaldi, Alfonso Alonso, las protestas de los afectados y el trabajo de las asociaciones han estado presentes.
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Sofosbuvir, el fármaco ansiado por los pacientes de hepatitis C, ha sido desde el anuncio de su comercialización en España una fuente de polémica. Concretamente, a mediados de octubre, la entidad que fabrica este medicamento (comercializado como Sovaldi), Gilead, comunicaba que ya estaría disponible en las farmacias. Una buena noticia para los pacientes, ya que el fármaco cuenta con una tasa de curación superior al 90 por ciento, según los ensayos clínicos que el laboratorio presentó para su autorización. No obstante, estos 100 días se han producido multitud de enfrentamientos.
El trabajo del Ministerio de Sanidad
En primer lugar, Sanidad decidió publicar un Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) en el que se abordaban los diferentes tratamientos en su conjunto. Con esta medida, se pretendía racionalizar el uso de los medicamentos para que se clarificasen las pautas en función de cada paciente. Con la llegada de Alfonso Alonso al ministerio, se le ha exigido que haya un orden en la aplicación de los tratamientos en todas las comunidades autónomas por igual para evitar inequidades entre los afectados.
La creación de un Comité de Expertos
Desde el ministerio se anunció la constitución de un Comité de Expertos para abordar la situación de los afectados por hepatitis C. Una comisión que cuenta con la colaboración de nueve especialistas que están llevando a cabo un Plan Estratégico para el Abordaje de esta enfermedad. No obstante, Alonso ha anunciado que contarán con los pacientes para el desarrollo de este proyecto. A la cabeza este comité está Joan Rodés, que recientemente ha reconocido que los fármacos para luchar contra la hepatitis C son "excesivamente caros", por lo que espera que gracias a las negociaciones de la Administración se rebaje el precio del medicamento.
La presión y angustia de los pacientes
Desde la noticia de la comercialización de sofosbuvir, los afectados por la enfermedad han estado luchando para asegurar que llegue a los pacientes que lo necesitan. Protestas, encierros en los hospitales, marchas en las principales ciudades, etc. han sido las formas que los pacientes han empleado para exigir que todos sean tratados con los medicamentos de última generación. Reivindicaciones a Sanidad, a las farmacéuticas e incluso al mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que se cumplan los compromisos pactados. En todo ese barullo, las asociaciones de afectados han jugado dos papeles muy definidos. Por un lado, la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C se ha convertido en adalid de estas protestas. Del otro, la Federación Nacional de Enfermos y Trasplatados Hepáticos (Fneth) ha defendido una postura de apoyo y colaboración con las medidas del Gobierno, además de abogar en todo momento por evitar lo que han considerado como "politización de la enfermedad".
La actitud tomada por la oposición
Una de las imágenes de esta polémica ha sido la de la visita de Pablo Iglesias a los pacientes que se encerraron en el Hospital 12 de Octubre este mes de enero. El líder de Podemos subrayaba que “nadie puede morir porque no se le trate con un medicamento que existe”. Pero no se trata del único que se ha solidarizado en la lucha de los afectados sino que otros partidos han presionado también a Sanidad para que se tomasen medidas con la realidad que estos enfermos están viviendo. También el PSOE se ha sumado a esta batalla con dos peticiones principales: que el Gobierno destine una partida específica para la financiación de estos tratamientos y que los beneficios obtenidos por la subida del IVA sanitario se destinen a estos efectos.
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