Apuestan de nuevo por la regulación del cigarillo electrónico como producto terapéutico



25 ago. 2015 13:53H
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Redacción. Madrid
Hace aproximadamente un mes, el Ministerio de Sanidad hacía público el Proyecto de Real Decreto por el que se regulan la fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y los productos relacionados y las reacciones al texto no se han hecho esperar.

Desde Separ, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, su presidenta Inmaculada Alfageme, Inmaculada Alfageme, considera que “debe trabajarse la legislación respecto al tabaco con una conciencia de prevención y promoción de la salud de los ciudadanos considerando que esta droga adictiva es la primera causa de muerte prevenible”. Alfageme añade que “Separ y los neumólogos especialistas en Tabaquismo están a disposición del Ministerio para colaborar en la redacción del articulado de este Real Decreto a favor de la salud pública del país ya que, por ejemplo, en el borrador de este Decreto Ley no consta ninguna medida encaminada a ayudar a los fumadores a dejar de fumar”.

La polémica del cigarrillo electrónico

Separ se hace eco también de un documento emitido por el Foro Internacional de Sociedades Respiratorias que analiza profundamente la situación actual en el mundo del cigarrillo electrónico y recomienda su regularización como producto terapéutico, coincidiendo de ese modo con la declaración oficial publicada en 2014 por Separ.

Coincidiendo, además, la publicación de este borrador de Real Decreto con el documento que incluye la unánime recomendación de los profesionales de la salud respiratoria a nivel mundial frente al cigarrillo electrónico, Separ señala que hay suficientes estudios científicos que confirman que los cigarrillos electrónicos son unos dispositivos perjudiciales para la salud por lo que éstos no deberían ser vendidos en farmacias y parafarmacias. “Hasta el momento no hay evidencias científicas de que el cigarrillo electrónico sirva para ayudar a dejar de fumar”, explica Carlos Jiménez, neumólogo y director del programa de investigación de Tabaquismo de Separ. “En este sentido, los profesionales de salud respiratoria pensamos que no debería permitirse su venta en los establecimientos especializados en productos saludables y terapéuticos como las farmacias y las parafarmacias. Sólo se podría permitir la venta de cigarrillos electrónicos en estos establecimientos, si los fabricantes de esos productos presentasen suficiente información científica que demostrase claramente que sus dispositivo son eficaces y seguros para ayudar a dejar de fumar”, añade.

Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, en consonancia con otros foros internacionales, se considera que la regulación del cigarrillo electrónico como producto terapéutico facilitaría la evaluación científica de, en primer lugar, los riesgos que la salud corre como consecuencia de la utilización de estos dispositivos y, en segundo lugar, la posible eficacia de los mismos para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. También obligaría a un mayor control de calidad en la producción, distribución y venta del producto y limitaría su utilización y el indiscriminado acceso a los mismos, sobre todo entre los jóvenes.
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