Las protestas obligaron a cerrar prematuramente las unidades de diálisis del Hospital de Sunderland (Reino Unido)

Sunderland Royal Hospital.
Sunderland Royal Hospital.


8 ago. 2024 12:20H
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Los disturbios encabezados por grupos de extrema derecha en Reino Unido que se posicionan en contra de la inmigración han afectado directamente a los sanitarios extranjeros que trabajan en el Sunderland Royal Hospital, los cuales han tenido que marcharse a su casa antes de terminar la jornada por seguridad.

Empleados del hospital, que pertenece al National Health Service -el servicio público de salud del país-, han explicado, en declaraciones recogidas por Sunderland Global Media, que "la Unidad de Diálisis así como otras de tratamiento ambulatorio se han visto obligadas a cerrar sus puertas temprano" por temor a agresiones personal sanitario no británico.

Para no dejar a ningún paciente sin atender, los profesionales sanitarios "han adelantado la cita de todas las personas que tenían pendiente someterse a tratamiento y han salido lo antes posible" en dirección a sus domicilios.

Esta medida, según ha comentado la citada fuente del hospital, se ha llevado a cabo "debido a que el personal es en su mayoría de nacionalidad no británica y muchos de los cuales viven en las áreas de protesta potencial de la ciudad".

"Están realmente preocupados y esto está causando pánico entre el personal y confundiendo a los pacientes que no entienden bien la situación", han sentenciado fuentes del centro.

Comercios cerrados por protestas


La noche del miércoles estaba marcada en rojo por las autoridades de Reino Unido ya que la previsión era la de una jornada violenta por las concentraciones. Sin embargo, a excepción de algún caso aislado, fue un día tranquilo sin apenas incidentes.

Después de los disturbios de la última semana, considerados como los más graves desde 2011, se movilizaron 6.000 agentes antidisturbios y muchos negocios echaron el cierre antes de la hora habitual por temor a ser víctimas de algún ataque.

Entre ellos estaban los sanitarios de la Unidad de Diálisis del hospital de Sunderland, a los que dieron permiso para irse a casa debido a que muchos de ellos son extranjeros y podían estar entre los objetivos de los manifestantes.

El origen de las protestas


Las revueltas en suelo británico comenzaron tras el asesinato de tres niñas en la ciudad costera de Southport el pasado 29 de julio. Una serie de informaciones atribuyendo el crimen a un solicitante de asilo desató la reacción de los grupos de extrema derecha.

Hasta la fecha se han producido más de 400 detenciones y las protestas siguen extendiéndose por todo el territorio británico, sobre todo en las principales ciudades del país como Londres, Liverpool, Newcastle y Birmingham.


Manifestaciones proinmigración


En los últimos días también han salido a la calle un sector de la población que está a favor de la inmigración, con concentraciones en Liverpool, Londres, Bristol, Brighton, Newscastle y Southampton.

"No hay espacio para el fascismo", "los refugiados son bienvenidos aquí", "racistas fuera de nuestras calles y "acabemos con el fascismo y el racismo", son algunas de las proclamas que se han escuchado estos días en las diferentes concentraciones proinmigración.
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