Medios de comunicación generalistas recogen las informaciones que atañen a estos personajes públicos, y ellos llegan incluso a abanderar fundaciones y proyectos contra las patologías que les afectan



22 oct. 2015 11:25H
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Redacción. Madrid
Las asociaciones de pacientes luchan para que los enfermos a los que representan y la patología que padecen tengan visibilidad en la sociedad y así mejorar aspectos fundamentales como el diagnóstico o el tratamiento. Son muchas las enfermedades, y muchas las asociaciones, por eso los mensajes y ‘días internacionales’ se solapan y con demasiada frecuencia lo que se quiere transmitir a la sociedad se diluye.

Johan Cruyff.

Ante eso existe una cierta ‘lotería’ que hace que una enfermedad se ‘ponga de moda’ y logre mayor concienciación social sobre ella: que un famoso la padezca. Por su relevancia internacional o nacional, hay actores, deportistas, escritores, políticos y un buen número de profesionales valorados por la opinión pública que logran dar un empujón incluso al avance científico contra determinadas patologías.

Esta semana se ha conocido que el exfutbolista y entrenador mundialmente famoso Johan Cruyff padece cáncer de pulmón. Esta noticia ha copado las portadas de diarios generalistas españoles e internacionales, dando una ‘publicidad’ a esta afección que de otra forma sería difícil que consiguiese. Tras este tipo de anuncios públicos de los famosos se puede generar una corriente positiva, como se ha visto en múltiples casos en los últimos años.

Tal vez el más paradigmático en nuestro país, por la repercusión que ha tenido incluso sobre el abordaje y tratamiento, es el del tenor Josep Carreras, a quien a finales de los años 80 del pasado siglo se le diagnosticó leucemia. Hoy, la Fundación Carreras es un referente en esta patología y sus aportaciones han contribuido de manera decisiva en la lucha frente a esta enfermedad.

Más reciente es el caso del político socialista Pedro Zerolo, que se enfrentó con valentía al cáncer más letal, el de páncreas. Desde casi el mismo momento en que supo que lo padecía, lo compartió con la opinión pública, y abanderó la visibilidad de estos pacientes y de los oncológicos en general.

La lista de celebridades que ha dado un paso adelante es múltiple: en España, otro ejemplo de batalla contra el cáncer es el de la modelo Sandra Ibarra, que también lidera una fundación con su nombre. De forma similar el expresident catalán Pasqual Maragall lleva años prestando su imagen contra el alzhéimer que padece. En el plano internacional fue muy recordado también en la década de los 80 el paso adelante del baloncestista ‘Magic’ Johnsson, que declaró abiertamente que era portador del virus VIH y advirtió a las nuevas generaciones de los peligros que podían desembocar en el entonces temible sida.  En definitiva, la fama, el reconocimiento del gran público a una trayectoria profesional, sirve igualmente para ayudar a pacientes anónimos, presentes y futuros, en la lucha contra la enfermedad.

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