Con la
campaña de vacunación a velocidad de 'crucero', la comunidad científica evalúa ahora la posible amenaza que pueden suponer las
nuevas variantes surgidas de
Covid-19 no solo en la transmisibilidad sino también sus posibles efectos negativos en las vacunas disponibles para combatir el virus. Aunque algunas sí han demostrado ser más contagiosas, de momento no se ha detectado ninguna capaz de neutralizar por completo los tratamientos desarrollados hasta ahora. Pero,
¿qué diferencia a una variante de otra?
En primer lugar, es importante
diferenciar entre cepa y variante. Según los expertos en virus, una cepa son los virus más alejados en el árbol genealógico entre sí; una variante es la agrupación de estos entre los que más se parecen entre sí; y una mutación es lo que surge tras la replicación copiando su ácido nucléico.
Variante británica
Fue la primera en hacer saltar las alarmas en el mes de diciembre. En poco tiempo, la
B.117 o VUI-202012/01 era capaz de
disparar los contagios de
Covid-19 en la región sureste de Inglaterra antes de propagar su acción por el resto del país y extenderse a otros territorios como Irlanda.
De momento, esta variante está presente en 70 países, incluida España, donde, ha pasado a ser la
variante predominante en comunidades como
Galicia, con más del 50 por ciento de contagios asociados a esta cepa, tan solo dos meses después de que se detectara el primer caso el pasado 14 de diciembre. Un escenario que no tardará en expandirse al resto del país, ya que se espera que sea la variante mayoritaria a corto plazo, según advirtió Fernando Simón, director del
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Esta variante, capaz de sobrevivir 5 días más que el resto, tiene una
mayor capacidad de infección - entre un 30 y un 50 por ciento más- y podría implicar un mayor riesgo de padecer enfermedad grave, tal y como revela un reciente informe. Su mayor riesgo de transmisión podría redundar en un posible crecimiento tanto de la
tasa de hospitalización como del número de fallecidos, tal y como alertó el Ministerio de Sanidad a través de un informe a principios de febrero.
De hecho, diversas investigaciones apuntan a una
mayor virulencia y letalidad de esta variante, si bien
no incrementa el riesgo de reinfección, como han demostrado estudios posteriores, sin afectar, por tanto, a la eficiencia de las vacunas. También se han asociado nuevos síntomas, como el denominado
'Lengua Covid' a esta y otras variantes.
Variante sudafricana
La variante
591Y.V2 o B.11351 es una de la que más preocupa al estar involucrada en
casos de reinfección, tal y como advirtió la Organización Mundial de la Salud hace unas semanas. Estudios in vitro han demostrado que una de sus mutaciones, la
E484K es especialmente peligrosa al hacer que el virus sea
menos detectable al sistema inmune y jugar un papel "crucial" en la p
érdida de la actividad neutralizante de algunos anticuerpos monoclonales.
Las investigaciones señalan, en este aspecto, una
reducción de la eficacia de ciertas vacunas como la de Oxford/AstraZeneca contra los casos leves y moderados de Covid-19 de la nueva variante. La respuesta de las vacunas de
ARNm como la de Pfizer o Moderna, es, de momento "dudosa", según señalan dos cartas publicadas en el New England Journal of Medicine y hay dos ensayos de vacunas que evidencian una
menor eficacia protectora en pacientes de Sudáfrica.
Las compañías no descartan por tanto
'actualizar' o reforzar sus tratamientos para combatir esta mutación. Lo que sí ha quedado claro, según las informaciones de la OMS, es que esta variante
no es más letal que otras. Hasta el momento, tampoco hay pruebas de que aumente el número de
casos graves o sea más difícil de diagnosticar.
Variante brasileña
Codificada como
B11281, esta variante fue identificada a finales de 2020 en la región de
Manaos, donde, en poco tiempo, pasó a ser la predominante, igual que en muchos otros países de Latinoamérica. Tiene un linaje similar al que presenta la variante sudafricanas e incluso comparte algunas de las mutaciones en la proteína de pico, como la
N501Y. Por tanto, no se descarta que
pueda afectar a la inmunidad desarrollada tras la infección por otras variantes.
De hecho, las evidencias epidemiológicas sugieren que la variante surgió como parte de un segundo aumento de casos en dicha región, a pesar de una alta seroprevalencia preexistente de SARS-CoV-2 en la población y se han detectado varios casos de reinfección relacionados con esta y otra variante brasileña, P.2, que también alberga la mutación E484K.
Fue a finales de enero cuando esta variante se detectó por primera vez en Europa. Días más tarde, el 5 de febrero, llegó a España a través de un viajero procedente de Brasil en el
Aeropuerto Madrid-Barajas de Madrid.
Variante mexicana
Aunque el primer caso se detectó en octubre de 2020, no ha sido hasta febrero cuando se ha confirmado la
presencia mayoritaria de la variante
B.11222 en
México. En estos momentos, supone el 80 por ciento de los últimos positivos detectados en el país, tal y como anunciaban medios locales, lo cual sugiere una
mayor capacidad de infección. De momento, se sabe que posee dos mutaciones "importantes" que podrían estar detrás de su mayor transmisibilidad. Una de ellas es similar a la E484K que también presentan la brasileña y la sudafricana. Investigadores de la Universidad de Guadalajara aseguran que la mutación podría llegar a disminuir de 4 a 10 veces la afinidad "con los anticuerpos", represnetando un problema tanto para los pacientes recuperados como para aquellos que están pendientes de recibir la vacuna.
Variante de Nueva York
Es la última que se ha detectado, concretamente en el noreste de Estados Unidos, epicentro del Covid-19 desde el inicio de la pandemia. Aunque la información hasta el momento es escasa, los investigadores señalan un conjunto único de mutaciones en la proteína 'spike', entre ellas la E484K, que podría represenar un nuevo "desafío", al igual que ocurre con la sudafricana, para los tratamientos disponibles.
Variante Robin
La de Nueva York no es la única variante notificada en Estados Unidos en los últimos meses. Los programas de vigilancia genómica identificaron hasta siete nuevas variantes Covid-19 con una mutación muy similar en su proteína de pico. En octubre, científicos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Luisiana, detectaron una nueva variante a la que bautizaron con el nombre de Robin (petirrojo en inglés), con una prevalencia del 27,8 por ciento en Luisiana y del 11 por ciento en Nuevo México. Su mutación se encuentra en la proteína de pico que el virus utiliza para unirse a las células. Esta una variación se ha denominado Q677P porque afecta a la posición del aminoácido 677. Todavía, eso sí se desonocen las posibles repercusiones que podría tener la variante. En California también se ha tenido constancia de la aparición de la variante CAL.20C, aunque no se ha detectado un crecimiento asociado de los contagios.
Variante nigeriana
Su llegada a España hace tan solo una semana, puso de nuevo en alerta a la comunidad científica debido a sus mutaciones Nelly (N501Y) y Erik (E484K) y su similitud con la variante sudafricana, ya que podría afectar a la eficacia en algunas vacunas. Por suerte, a diferencia de la británica, esta cepa no es más transmisible y tampoco hay indicios de que pueda dar lugar a casos más graves de Covid-19.
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