María Márquez / Imagen: Adrián Conde. Madrid
En un tono más agresivo y contundente al que nos tiene acostumbrados, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha defendido la reforma sanitaria emprendida en 2012 y se ha mostrado orgullosa de “haber logrado los objetivos propuestos al inicio de legislatura”. Todo esto pese a la reiteradas peticiones de dimisión por parte del Grupo Socialista y la Izquierda Plural. En su segunda comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso, ha justificado su ausencia con las 89 respuestas, según sus cálculos, que ha ofrecido en ambas Cámaras en el último año, “más que otros ministros”. El único punto de encuentro con los socialistas ha sido su compromiso con la propuesta por un Pacto por la innovación farmacológica lanzada por José Martínez Olmos.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, minutos antes de comenzar la sesión. Le acompañan en la mesa presidencial de la Sala Constitucional del Congreso, el presidente de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, Mario Mingo; el vicepresidente primero, Antonio Román; el secretario primero, José María Alonso; el letrado, Luis de la Peña; la vicepresidenta segunda, Soledad Pérez; y el secretario segundo, Guillem García. |
El único punto de encuentro
En su primer turno de intervención, la ministra ha resumido los pilares de su reforma sanitaria sin ningún dato novedoso, a excepción del futuro copago del transporte sanitario no urgente (5 euros) o el precio único de la compra de vacunas (31 euros). Ha sido en el segundo turno cuando ha podido atisbarse una pequeña declaración de intenciones de Ana Mato de cara al futuro, como sus deseos de “dejar fuera del debate partidista la sanidad y los servicios sociales”, que “todas las autonomías se sumen a la central de compras”, o la incorporación de más dependientes “dentro de un año, cuando se haya producido la recuperación económica”. También en este momento ha manifestado su interés por el ‘Pacto por la innovación’ ofrecido minutos antes por el portavoz socialista José Martínez Olmos, con el objetivo de impulsar “medicamentos que curen las enfermedades raras”. De hecho, este ha sido el único punto de encuentro en cinco horas de sesión.
Preguntada por los diversos grupos parlamentarios, la ministra ha querido ahuyentar las sombras sobre la colaboración público-privada asegurando tajante que “cuando un paciente acude al médico quiere que le atiendan, así que lo importante es que la sanidad sea pública y de calidad, lo demás son problemas administrativos”. Y también ha rechazado las dudas sobre la universalidad del sistema, que en la actualidad cuenta con esta condición “quieran o no quieran”, según ella, “sencillamente porque se ha incorporado a los profesionales liberales”.
La ministra admite que falta diálogo con los grupos parlamentarios
Y como sucede en las intervenciones en el pleno del Congreso, la gresca se ha apoderado del debate político en el turno de réplicas. Con la petición de dimisión ‘por delante’ (a lo que Mato ha respondido “sus calumnias jamás me van a hacer renunciar”), los socialistas José Martínez Olmos y Rosa Aguilar han reprochado a la ministra el “desmantelamiento” del SNS y la Ley de Dependencia. Conxita Tarruella, portavoz de CiU, ha lamentado la “falta de diálogo” del Ministerio con los grupos parlamentarios, reprobación que la ministra de Sanidad acabaría admitiendo en intervenciones posteriores. Sin embargo ha dejado claro al Grupo Parlamentario Socialista que la fórmula de ese diálogo no puede ser “o me das esto, o no me siento”, en clara alusión al abandono de la izquierda parlamentaria de la Subcomisión para el análisis de los problemas estructurales del SNS. Martínez Olmos ha expresado por otro lado una especial inquietud por “unos rumores” sobre un supuesto “informe” que estaría estudiando el Ministerio para implantar “una póliza que cubriría enfermedades graves y que incluiría una privada, mientras que el gasto de los más pobres sería asumido por el Estado”, suposición que la ministra ha rechazado de plano.
De la “estrategia del calamar” a la “marca de Caín” ha definido la actuación y la propia persona de la ministra el portavoz de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, quien ha sentenciado que “nunca se ha estado tan lejos de un acuerdo en sanidad y servicios sociales”. El único reconocimiento expresado por Llamazares a la gestión sanitaria de estos primeros 14 meses han sido los recursos contra el euro por receta catalán y madrileño. La referencia biblíca ha venido a colación del apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en plena polémica por el caso Gürtel. Su crítica se ha amplificado hasta el punto de recriminar a Mato la titularidad del Ministerio: “Nunca debió aceptar ser ministra, no está capacitada”.
Rosa Díez, portavoz de UPyD, ha reprobado también la ausencia de la ministra en la Comisión tildando su actitud de “antiparlamentarismo” y de haber dejado este órgano sin sentido “práctico” porque los grupos, según Díez, “no han tenido la oportunidad de criticar las medidas adoptadas”. Por su parte, Joan Baldoví, portavoz del Grupo Mixto, ha sido el único que ha aludido explícitamente a la trama Gürtel (“fiestas… y Jaguar en el garaje”), mientras que desde el Grupo Vasco, Isabel Sánchez ha insistido en la necesidad de “recuperar el principio de sanidad universal” así como del respeto a las decisiones autonómicas, referido a la decisión del País Vasco de atender a los inmigrantes irregulares.
Cervera pide a los socialistas que regresen a la Subcomisión
El portavoz del Grupo Popular, Manuel Cervera, ha refrendado la presencia de la ministra en la Cámara baja (“cuenta con más intervenciones en el pleno que sus antecesoras”) así como el apoyo “hacia su persona y su trayectoria profesional “no solo por parte del presidente y el Grupo Popular sino también explícitamente por parte de todo el sector”. Cervera se ha dirigido además al Grupo Socialista para pedirles que “dejen su posición obstruccionista y vuelvan al Pacto, tal y como les han pedido la OMC, los enfermeros, Fenin, Facme y los farmacéuticos, que vuelvan a la senda del diálogo”.
Andalucía, zafarrancho de combate
La autonomía ‘socialista’ se ha vuelto a convertir en arma arrojadiza entre la ministra y el grupo representado por José Martínez Olmos. La subasta de medicamentos que defiende la consejera María Jesús Montero ha vuelto a ser rechazada por Mato como fórmula de ahorro porque, ha aclarado, supondrá que los precios de los medicamentos se disparen. “En tres meses, los precios serían más caros que en el resto de España; el sistema nacional está en una subasta permanente y garantiza la igualdad de acceso”, ha apuntado. La comunidad andaluza ha salido también en la intervención de Mato sobre la colaboración público-privada, definiéndola como adalid nacional de esta estrategia y refiriéndose concretamente a la provincia de Cádiz. E incluso hablando de la dependencia, Mato ha asegurado que “el caos” de la Ley en 2011 también afectaba a Andalucía donde “Griñán le debía mucho dinero a los dependientes”.
Imágenes de la entrada de la ministra Ana Mato a la sala, acompañada por la secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas, y el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno. A la derecha, les acompaña José Manuel Martínez, jefe de prensa del Ministerio. |
La ministra saluda al letrado de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, Luis de la Peña, en presencia del presidente Mario Mingo y el secretario segundo, Guillem García. |
La secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas, ya sentada en la sala, acompañada por Juan Manuel Moreno, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. A continuación, Mercedes Vinuesa y Agustín Rivero, directora general de Salud Pública y Calidad e Innovación, y director general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia. |
Javier Castrodeza, director general de Ordenación Profesional del Ministerio, y César Antón, director general del Imserso. Por último, Francisco de Asís Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. |
Las portavoces socialistas Pilar Grande y Rosa Aguilar. A la derecha, los portavoces de UPyD, Rosa Aguilar; Izquierda Plural, Gaspar Llamazares; y Joan Baldoví, de Compromís. En los asientos del fondo, a la izquierda, aparece Belén Prado, directora general de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. |
En primer término, el portavoz de Sanidad del PP en el Senado, Jesús Aguirre, junto a la portavoz de CiU, Conxita Tarruella, quien se encuentra en la siguiente imagen acompañada por el portavoz socialista José Martínez Olmos, y el portavoz del PP, Manuel Cervera. |
La diputada del Grupo Parlamentario Popular Andrea Fabra y, detrás de ella, el diputado popular Rubén Moreno. A continuación, los portavoces socialistas Luis Carlos Sahuquillo, María Guadalupe Martín y Pilar Grande. |
Farjas, junto al senador y portavoz del PP Jesús Aguirre. Manuel Cervera, portavoz en el Congreso, al inicio de la sesión. |
La secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas, junto al secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno. Ambos acompañados por sus jefes de gabinete, Manuel Suárez en el caso de Farjas. |
De izquierda a derecha, el portavoz de CiU Carles Campuzano, y la diputada ‘popular’ Felicidad Rodríguez conversando con Aguirre. |
La expectación mediática que ha causado la segunda comparecencia de Mato en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales. |