Ministerio, autonomías y expertos admiten que apenas hay opciones para mejorar las tasas de vacunación

La vacunación de médicos, enfermeras... cada vez es más baja para gripe y covid
Los profesionales sanitarios muestran tasas decrecientes de vacunación.


16 feb. 2025 18:30H
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La tasa de vacunación contra la gripe entre los profesionales sanitarios ha descendido hasta el 42 por ciento en 2023, un dato que alarma a los expertos en Salud Pública. Esta caída, que supone un retroceso significativo respecto al 66 por ciento registrado en 2020, pone en riesgo tanto a los propios sanitarios como a los pacientes más vulnerables. La falta de percepción del riesgo, el fin de la emergencia por la pandemia de Covid-19 y la insuficiencia de estrategias de concienciación son algunos de los factores que explican esta situación. Especialistas y organismos profesionales coinciden en la necesidad de reforzar la información, mejorar la accesibilidad a la vacuna e invertir en prevención para revertir la tendencia.

Juan Martínez, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom), analiza las razones detrás de este descenso y señala la falta de recursos como un obstáculo clave para mejorar la situación y que no todas las medidas son eficaces para aumentar la vacunación de los sanitarios.

Según Martínez, el descenso en la vacunación se debe, en parte, a la desaparición del contexto de emergencia sanitaria que trajo consigo la pandemia del Covid-19. "El temor a la actividad respiratoria grave recomendó masivamente la vacunación en su momento", explica. Sin embargo, "al desaparecer la pandemia en un sentido original, ese estímulo ha decaído".

Además, el experto destaca que muchos sanitarios no se perciben a sí mismos como población de riesgo. "Generalmente, el personal sanitario es población laboral joven, por lo que no sienten la urgencia de vacunarse para prevenir complicaciones", señala a este periódico. Esto hace que el único motivo para vacunarse sea el altruismo, "para no contagiar a los pacientes". Pero reconoce que esta razón "no es suficiente" para persuadir a los profesionales.

El facultativo de Medicina Preventiva y miembro del Cgcom, Juan Martínez; el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, y la responsable de campañas de vacunación del Cgcof, Raquel Varas.

El facultativo de Medicina Preventiva y miembro del Cgcom, Juan Martínez; el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, y la responsable de campañas de vacunación del Cgcof, Raquel Varas. 


"Sólo hay una vía posible"


La falta de información en el sector sanitario es el elemento que Martínez destaca como clave para entender la problemática que está afectando al sector. En este sentido, insiste en la necesidad de mejorar la comunicación y la educación sobre vacunación dentro del sector: "Las campañas de promoción de la salud dirigidas a sanitarios no han sido efectivas". Y añade: "Los riesgos de contagio en los hospitales no solo van en dirección sanitario-paciente, sino también paciente-sanitario".

Sobre las posibles estrategias para aumentar la vacunación, Martínez descarta medidas coercitivas o incentivos económicos. "No recomiendo medidas coercitivas, porque se volverían en contra", afirma. "Los incentivos generarían desigualdad, ya que no se está incentivando a los padres para que lleven a sus hijos a vacunarse, por ejemplo".


Martínez: "Los recursos que tenemos son irrisorios, de vergüenza, ¿cómo podemos influir en nuestros compañeros con tan pocos medios?"



La única vía, según el especialista, es la persuasión y la educación, pero para ello "se necesitan medios, y los medios que tenemos son irrisorios, de vergüenza". Pone como ejemplo la precariedad de los servicios de prevención en los hospitales: "Sumados, los servicios de prevención de riesgos laborales y de Medicina Preventiva están más cerca del 1 por 1.000 que del 1 por ciento del personal de los hospitales".

"Si un hospital grande tiene 8.000 trabajadores, en estos servicios puede haber solo 6 o 10 profesionales", denuncia. "¿Cómo podemos influir en nuestros compañeros con tan pocos recursos? Es muy difícil". Además, Martínez también ofrece algunas cifras con las que se podría ajustar la situación. "Habría que llegar progresivamente a un especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública por cada 50.000 habitantes y otro especialista en Medicina del Trabajo por cada 500 trabajadores".

Martínez insiste en que el problema de fondo es estructural y requiere una inversión urgente. "Las plantillas de prevención en los hospitales siguen siendo las mismas que heredamos del Insalud hace 30 años, cuando ni siquiera existían muchas de las vacunas actuales", advierte. "Mientras en otros ámbitos del hospital han surgido nuevas unidades y especialidades, en prevención seguimos igual". "Si no se invierte, no habrá avances".

Enfermería apuesta por remover conciencias


El bajo nivel de inoculación contra la gripe en sanitarios también alarma al Consejo General de Enfermería (CGE). "Que tan solo un 41,9 por ciento de los profesionales haya decidido vacunarse en el 2023 es un mal dato y hay que reconocerlo", ha destacado el presidente del organismo colegial, Florentino Pérez Raya, a Redacción Médica. Y es que el descenso es notorio, al ubicarse el índice de administración en profesionales del campo de la salud en el 66 por ciento en 2020. "Un 24 por ciento menos es escandaloso", ha agregado.

Desde la entidad se aboga por reforzar las campañas de concienciación y los programas formativos relacionados con esta patología entre todos los trabajadores en los que su rutina se fundamente en la atención a pacientes. Bajo su punto de vista, las cifras comunicadas por el Ministerio de Sanidad tan solo constatan "la falta de información" existente entre los sanitarios. "Tenemos que ser los primeros en vacunarnos, porque esto previene nuevos casos y protege la salud de todas las personas vulnerables", ha destacado Pérez Raya.

Pérez Raya: "Un 24 por ciento de caída de la vacunación en sanitarios es escandaloso."



Una acción que alcanza un alto grado de importancia en el caso de las enfermeras al ser uno de los perfiles sanitarios más en contacto con afectados por esta patología. Especialmente, aquellas que laboran en Atención Primaria, donde acostumbran a acudir los individuos que presentan síntomas.


Adaptación del sistema de vacunación


Al igual que el CGE, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) también remarca la necesidad de potenciar las campañas de educación para la salud y la concienciación social desde todos los ámbitos asistenciales, tanto para sanitarios como para población general. "Tiene que llegar un único mensaje común sobre la responsabilidad de vacunarse a lo largo de la vida", ha puntualizado la responsable del área de campañas de la entidad profesional, Raquel Varas, a este diario. En este sentido, se entrevé clave "desmentir bulos" sobre la citada tecnología, la más eficiente para prevenir patologías transmisibles y evitar su propagación.

La formación y dotación de información entre las plantillas de salud puede ser remedio contra los motivos que han propiciado el descenso de la tasa de administración, como la fatiga vacunal tras la época de la pandemia, la baja percepción del riesgo de infección o la falta de tiempo para acudir a los centros de vacunación. Precisamente, para combatir razones como esta última, Varas propone la inyección de las dosis en el propio lugar de trabajo, sin horario o cita previa. Un formato similar para los empleados del ámbito de la salud es ofertado en el Colegio Oficial de Zaragoza, mientras que sus homólogos andaluces lo implementan para el personal de Farmacia.

Varas: "Los agentes sanitarios deberíamos ser los primeros en inocularnos."



Una serie de medidas para retornar a los porcentajes de vacunación de años atrás en el campo de la Farmacia. "Nosotros estamos en contacto permanente con personas, sanas o enfermas, que han de seguir seguras en este ámbito asistencial", ha indicado Varas, cuyos compañeros boticarios reciben 2,1 millones de personas cada día. Pero también, en el conjunto de colectivos de salud. "Los agentes sanitarios deberíamos ser los primeros en inocularnos", ha concordado la representante del Cgcof con Pérez Raya. Pasos hacia el 75 por ciento de profesionales inmunizados, requerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entornos hospitalarios y Atención Primaria, en alerta


En caso de que esta realidad siga agudizándose con el paso del tiempo, desde la Sociedad Española de Inmunología aseguran que “se incrementará el riesgo de trasmisión del virus dentro de los entornos hospitalarios y de Atención Primaria”. Este escenario, además de poner en riesgo la salud de los pacientes vulnerables y de los propios sanitarios, también conllevará la “debilitación de la inmunidad colectiva en estos entornos, facilitando la aparición de brotes nosocomiales”.

José Gómez, miembro de la Sociedad Española de Inmunología y jefe de Servicio de Inmunología del Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela, destaca en Redacción Médica que los pacientes que podrán verse perjudicados ante esta dinámica son, principalmente, “personas inmunodeprimidas, ancianos o aquellos con enfermedades crónicas, para quienes la gripe puede tener consecuencias graves”.


Gómez: "Una menor exposición a la vacuna podría afectar la memoria inmunológica y reducir la eficacia de la inmunidad poblacional.-"



A nivel inmunológico el especialista considera que “tendría lugar un aumento de la incidencia de casos de gripe en hospitales y centros de salud, lo que incrementaría la carga asistencial durante las temporadas epidémicas”. Además, la disminución en la vacunación podría llegar a “erosionar la percepción de la importancia de las vacunas como herramienta preventiva, tanto entre profesionales como en la población general. A largo plazo, una menor exposición a la vacuna podría afectar la memoria inmunológica y reducir la eficacia de la inmunidad poblacional”.

¿Porqué hay reticencias entre los especialistas a vacunarse?


Ante las potenciales medidas que se deberían llevar a cabo para evitar esta situación, el facultativo destaca mejorar “la percepción del riesgo asociado a la gripe entre los profesionales sanitarios. Esto implica una actualización constante y accesible de la evidencia científica que destaque las posibles complicaciones de la enfermedad y los beneficios individuales y colectivos de la vacunación”. Además, facilitar el acceso a la vacuna es crucial para Gómez, “implementando estrategias como la vacunación en el lugar de trabajo durante horarios flexibles y campañas informativas que aborden dudas y preocupaciones específicas”.

En la misma línea que destacaba Martínez, el inmunólogo corrobora una "falta de percepción del riesgo real que supone la gripe, posiblemente debido a un desconocimiento o desactualización de la información científica sobre sus posibles complicaciones. Por otro lado, la falta de comunicación clara y precisa sobre los beneficios individuales de dosis adicionales de la vacuna del Covid durante la reciente pandemia ha mermado la confianza en la vacunación”. Además, la sobrecarga de información y la fatiga pandémica “pueden haber contribuido a una disminución en la motivación para vacunarse”.

Para Ángela Domínguez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), otro aspecto clave detrás del bajo porcentaje de vacunación tiene que ver con que "no se toma con suficiente consideración la posibilidad de transmitir esta enfermedad a los pacientes, algo contrastado por los estudios que hicieron encuestas para conocer las razones detrás de estos índices".

Esta es una situación que también podría revertirse "informando a los sanitarios de las consecuencias que puede tener la gripe en las personas que atienden a diario". Otro motivo que puede disuadir al profesional sanitario puede ser la creencia de que, usando otras medidas de prevención como mascarillas, higiene de manos o ventilación de espacios cerrados, es suficiente.

Cifras de vacunación en las comunidades


Con el mapa de inmunización de sanitarios sobre la mesa, Galicia es de las pocas comunidades que alcanza el 50,21 por ciento de profesionales vacunados al cierre de la actual campaña, mientras que en la Comunidad de Madrid, pese a que esta todavía no ha concluido, se prevé que el número sea similar al de la campaña anterior con un 45 por ciento. En Cantabria, la cobertura es del 43,64 por ciento hasta finales de enero.

En tanto, Andalucía alcanzaba al 7 de febrero al 39,5 por ciento de sanitarios vacunados y las Islas Baleares, el 28,73 por ciento en el conjunto del archipiélago, un 13 por ciento más que el año anterior. Aunque solo una de las regiones mencionadas supera el 50 por ciento de vacunados, todas son conscientes de que se debe "insistir" en la importancia de la vacunación en este colectivo, especialmente Cataluña, que presenta un "bajo nivel de cobertura".

"Tenemos un bajo nivel de cobertura vacunal entre los profesionales de la salud, también probablemente por esta fatiga vacunal entre ellos. Todo junto hace que no tengamos los buenos resultados que tendríamos con una medida tan eficaz como es la vacunación de la gripe", ha considerado la consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Olga Pané.


Medidas para incentivar la vacunación


La Xunta de Galicia es la que, al cierre de la campaña, cuenta con mejores resultados. Desde la Conselleria de Sanidade han indicado a este periódico que "se les ha facilitado" a los profesionales la vacunación en hospitales, además de en los grandes recintos de vacunación habilitados en todas las áreas sanitarias.

En tanto, en Madrid, incluyen acciones como la formación continuada y 'webinars' en el lanzamiento de la campaña de vacunación, notas técnicas informativas y al menos tres recordatorios de su importancia, entre otras, según ha señalado la Consejería de Sanidad a cargo de Fátima Matute a Redacción Médica.


Galicia "ha facilitado" la vacunación en hospitales, además de los grandes recintos.



En el caso de Andalucía, las unidades de vigilancia de salud informan a los trabajadores de los "beneficios de la vacunación, incluyendo el posible impacto en su salud y en la de su entorno", han dicho desde Salud y Consumo, a través de estrategias de sensibilización y educación, de accesibilidad y logística y de comunicación y 'feedback'.

Por último, Cantabria basa su estrategia en dos acciones: el Sistema de Información de Vacunaciones e Inmunizaciones (Sivain) y la Comisión Mixta de Vacunaciones. La primera "está en fase de diseño y construcción" y será una herramienta para "mejorar el registro de las vacunaciones y su identificación", lo que disminuirá la infradeclaración. El segundo, se encarga de coordinar los esfuerzos "para conseguir mayor eficacia y eficiencia en los programas de vacunaciones sistemáticas o incidentales". 



 
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