Javier Barbado / Imagen: Pablo Eguizábal y Adrián Conde. Sigüenza (Guadalajara)
La diversidad organizativa y funcional de los poderes sanitarios públicos en las 17 comunidades autónoma se ve por los altos cargos directivos como una característica enriquecedora del Sistema Nacional de Salud. Por el contrario, todos coinciden en que los sistemas TIC (tecnología de la información y la comunicación) deberían ser homogéneos y carentes de diferencias insalvables para los ciudadanos que vivan en unas u otras autonomías, como por desgracia sucede ahora en buena parte de los casos.
Carlos Hernández, jefe de la Unidad de Investigación en Telemedicina y e-Salud del Instituto de Salud Carlos III; Zaída María Sampedro, directora general de Sistemas de Información Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Madrid; María Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad; José Manuel Granado, directora general de Planificación, Calidad y Consumo de la Consejería de Salud de Extremadura; Miguel Ángel Soria, director general de Atención Sanitaria y Calidad del Sescam; y José Manuel Granado, director general de Planificación, Calidad y Consumo de la Consejería de Salud de Extremadura. |
De hecho, el 93 por ciento del auditorio del II Encuentro Global de Altos Cargos de la Administración Sanitaria, votó durante la sesión que, en efecto, “las TIC se orientan con mayor efectividad y eficiencia cuando se realizan de manera coordinada entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas” (tan solo el 7 por ciento se decantó por lo contrario).
Por otro lado, el 94 por ciento tuvo claro que los proyectos compartidos entre las comunidades autónomas logran resultados más eficientes que si esas ideas solo las desarrolla una administración autonómica. Además, el 78 por ciento del auditorio se mostró convencido de que el fruto de loa cooperación autonómica para el desarrollo de proyectos concretos como la tarjeta, historia clínica y receta electrónicas condiciona y favorece la elaboración de una estrategia de acción conjunta en el SNS.
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La homogeneidad a la hora de difundir las TIC la defendió con especial empeño, entre otros ponentes, la directora general de Sistemas de Información Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Madrid, Zaída María Sampedro, que denunció que, a menudo, los decretos ministeriales que tratan de coordinar la aplicación de los recursos tecnológicos, contienen aspectos incompatibles con la realidad ejecutiva de las autonomías, lo que dificulta la homogeneidad en el uso, por ejemplo, de la tarjeta sanitaria única, la historia clínica digital o la receta electrónica.
Sampedro informó asimismo de que, en la Comunidad de Madrid, “tratamos de evaluar el uso del DNI electrónico como complemento de la tarjeta sanitaria”. Y mencionó “Siscata”, el “Sistema de Cálculo del Tope de Aportación”, que permite, sin receta electrónica, la dispensación digital en las oficinas de farmacia conociendo la cantidad exacta que debe abonar el ciudadano por receta a partir del tipo de aportación, su límite y el gasto mensual en el momento de la dispensación, algo que no se ha sabido extender al resto del SNS, según denunció.
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En este sentido, Vicente Compaired Aragües, director de Área de Atención Primaria del Servicio Aragonés de Salud, recordó que la Base de Datos de Tarjeta Sanitaria del SNS integra la información de las autonomías y elude duplicidades, ya que cada ciudadano dispone de un código de identificación único compartido entre el Ministerio de Sanidad y los gobiernos regionales.
Soria habla de la receta electrónica en el Sescam. |
Por su parte, el director general de Planificación, Calidad y Consumo de la Consejería de Salud de Extremadura, José Manuel Granado, reincidió en la idea de que “deben homogeneizarse los sistemas de información y, en este caso, la filosofía del Ministerio debe ser única para todo el SNS y para todo ciudadano paciente con independencia de donde resida”. Como ejemplos de fallos de los que aún adolece la creación y el funcionamiento de las nuevas tecnologías en la sanidad, denunció que tan solo el nombre de la historia clínica digital difiere de unas a otras comunidades autónomas (aspecto que consideró significativo aunque pueda parecer irrelevante), y enfatizó en la importancia de “definir con toda claridad qué tipo de tarjeta sanitaria queremos”, algo que, tal como lo ve, dista de ser hoy una realidad.
Carlos Hernández Salvador, jefe de la Unidad de Investigación en Telemedicina y e-Salud del Instituto de Salud Carlos III y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Informática de la Salud (Seis) resaltó la importancia de la normativa comunitaria ISO 13606, que “representa mucho mejor la información con valor semántico de cada dominio”. Y, por último, Miguel Ángel Soria, director general de Atención Sanitaria y Calidad del Sescam, resaltó la voluntad de esta autonomía por implantar la receta electrónica a partir de la colaboración de los poderes públicos y empresas como Telefónica.