Ángel de la Fuente, director de Fedea.
Los
subsidios medios efectivos en sanidad decrecen a medida que aumenta la renta bruta de los hogares y las prestaciones de sanidad y educación reducen la
desigualdad entre ciudadanos un 24 por ciento. Así lo explican en el octavo Informe del 'Observatorio sobre el
reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles' se estima, para el año 2021, donde se analiza el impacto distributivo sobre los
hogares residentes en España de las prestaciones públicas y el sistema fiscal.
Concretamente, los autores señalan que el
gasto sanitario es progresivo al
estudiar los años 2020 y 2021. Para ello, dividen a la población en siete grupos según sus rentas. Los hogares ubicados en los dos quintiles superiores (es decir, el 40 por ciento con más renta bruta),
son contribuyentes netos, ya que, para ellos, la diferencia entre prestaciones e impuestos es negativa: desde el -2,1 por ciento para el cuarto quintil hasta el -24,3 por ciento para los centiles 91 a 99 y el -18,1 por ciento para el 1 por ciento con mayor renta bruta.
En este sentido, para
analizar el gasto en sanidad han aplicado el
enfoque del valor del seguro, dado el carácter universal de la cobertura de la sanidad pública en España, consideramos beneficiarios a la totalidad de los integrantes de los hogares residentes en España. De hecho, destacan que la adopción de este enfoque puede interpretarse como la provisión de
un seguro sanitario público de cobertura general para toda la población residente en España.
"Los respectivos subsidios medios efectivos
decrecen a medida que aumenta la renta bruta de los hogares. Para la sanidad, el subsidio medio para los hogares ubicados en el primer quintil se sitúa en los dos años considerados en el 35-39 por ciento, mientras que, para los
hogares situados en el tramo más alto, se queda en el 1-2 por ciento de su renta bruta", especifican desde
Fedea.
Respecto a las desigualdades, la intervención pública
en forma de impuestos y prestaciones, monetarias y en
especie, ha reducido en un
35 por ciento la desigualdad en la distribución de la renta de mercado de los hogares residentes en España en 2021. Concretamente, sanidad y educación son
responsables del 24 por ciento del total.
Incremento del gasto sanitario
Asimismo, detallan que las categorías de
gasto sanitario consideradas para su imputación individualizada son las siguientes:
servicios hospitalarios y especializados; servicios primarios de salud; servicios de salud pública; servicios colectivos de salud; gasto en farmacia; traslado, prótesis y aparatos terapéuticos; y gasto de capital. Hay que tener en cuenta que en
el estudio se compara la sanidad y la educación en el mismo apartado.
Al observar los dos años se ve que en 2020
hubo un incremento del 8 por ciento con respecto a 2019, que afectó, sobre todo, a la sanidad (un aumento cercano al 11 por ciento, frente al 4 por ciento en educación). Sin embargo, ese
crecimiento se modera en 2021 hasta el 4,8 por ciento y pasa a centrarse, especialmente, en el servicio de educación (cuyas prestaciones se elevan en un 8,1 por ciento, frente al 2,9 por ciento de las sanitarias).
"Como consecuencia,
la renta disponible extendida (calculada como la suma de la renta disponible y estas prestaciones) aumenta un 9,9 por ciento entre 2020 y 2021, y lo hace en todos los tramos de renta bruta. En 2020, el subsidio medio efectivo se eleva
hasta el 10,1 por ciento en sanidad y el 5,6 por ciento en educación. En 2021, los porcentajes son el 9,4 por ciento y 5,5 por ciento respectivamente, todavía por encima de los valores alcanzados en los años previos a la pandemia", sostienen. En definitiva, el
gasto sanitario se incrementa entre 2020 y 2021 en todos los tramos de renta considerados.
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