Este miércoles acaba el plazo para que las aseguradoras presenten ofertas económicas para el nuevo concierto sanitario

Muface, que estos días decide su futuro tras la consulta preliminar del Gobierno.


4 dic. 2024 5:45H
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Su solución es compleja. Difícil. En eso consisten los rompecabezas. Y en algo similar a ese juego se ha convertido Muface, que más que ser un pasatiempos, se ha convertido en el foco de todos los debates en la sanidad. La mutualidad, que está cerca de cumplir 50 años de historia, se ha convertido en un enigma, una incógnita sin resolver. Este miércoles va a ser un día clave para su futuro. A lo largo del día de hoy se sabrá si alguna aseguradora -o las ya presentes en el concierto (Asisa, Adeslas y DKV) o las nuevas que quieran participar- han presentado alguna cifra a la consulta preliminar de mercado publicada por el Gobierno. Y, posteriormente, está previsto que el Ejecutivo elabore la nueva licitación para Muface.

¿Cuándo empezó la crisis de Muface?


La crisis del concierto sanitario comenzó a fraguarse a principios de verano. Fue entonces cuando la Dirección General de Muface deslizó el primer dato: la nueva prima para el nuevo bienio (de 2025 a 2026) de la mutualidad rondaría el 27 por ciento. Una cifra que estaba por debajo del 40 por ciento que solicitaron Adeslas y DKV. Asisa, en cambio, mantuvo un perfil bajo y no valoró ninguna cuantía. 

Pero ese 27 por ciento solo era una posibilidad. No había nada firme encima de la mesa. Al menos hasta el 2 de octubre, cuando el Gobierno dijo que la nueva prima se situaría en el 14 por ciento. Asisa, Adeslas y DKV rechazaron la cuantía en unanimidad y tanto la sanidad privada como los sindicatos tacharon al Ejecutivo de "planear el fin deliberado de Muface en los despachos".

La nueva oferta llegó unos días después. Un aumento del 17,2 por ciento en la prima para el nuevo bienio de Muface, la más alta de la historia de la mutualidad. Esta vez, la propuesta fue aprobada en el Consejo de Ministros y pasó a licitación. Ya entonces las aseguradoras advirtieron de que, a pesar de que el Gobierno "había hecho un gran esfuerzo, el nuevo presupuesto no iba a ser suficiente". Así el 5 de noviembre, cuando finalizaba el plazo de presentaciones para la licitación, las tres compañías dejaron desierto el proceso. Algo nunca visto en los 50 años de historia de la mutualidad. 

Sanidad plantea la muerte de Muface


En ese escenario, el Ministerio de Sanidad, capitaneado por Mónica García (Sumar) elaboró un informe de impacto en el que valoraba qué pasaría si se integraba a los mutualistas de Muface en el sistema sanitario público. El documento fue filtrado a los medios de comunicación el pasado 18 de noviembre bajo el nombre 'Muface: del seguro privado al Sistema Nacional de Salud (SNS)'. En él, la cartera tachaba de "insostenible" el concierto sanitario de los funcionarios y aseguraba que la sanidad pública podía acoger a las 1,5 millones de personas (entre titulares y beneficiarios) de la mutualidad. 

Esta medida encaja con el programa político que propuso Sumar a las elecciones del 23J. En él, el partido planteaba suprimir las mutualidades (Muface, Mugeju e Isfas) e integrar a todos los mutualistas y sus familias, que suman más de 2 millones, en el SNS. 

Función Pública desoye a Sanidad


El Ministerio para la Función Pública, capitaneado en este caso por el socialista Óscar López, hizo caso omiso al informe de Sanidad. Dos días después, el 20 de noviembre, su departamento -del que dependen las competencias de Muface- publicó en la Plataforma de Contratación del Estado una consulta preliminar de mercado. El objetivo con ella consiste en determinar qué cantidades estarían dispuestas a aceptar las aseguradoras. Y esto incluye a Asisa, Adeslas y DKV, así como cualquier otra que quiera participar. Además, el departamento amplió el nuevo Muface un año más, hasta 2027. 

El plazo para la presentación de esas cuantías acaba hoy, y ninguna aseguradora ha confirmado ni desmentido que haya presentado ya alguna cuantía. Sin embargo, el horario de presentación de cifras no está determinado. Fuentes del sector, en cambio, comentan que puede ser hasta las 23.59 del mismo día. 

Los sindicatos, desunidos para salvar Muface


Los sindicatos han estado muy presentes desde el inicio de la crisis de Muface. CSIF, la organización sindical mayoritaria de los funcionarios públicos en España, fue la primera entidad en convocar a sus afiliados y al resto de empleados. Las idas y venidas en las negociaciones y el 'no' de las tres aseguradoras fueron el detonante para su plan de movilizaciones. La primera de ellas tuvo lugar el 11 de noviembre, el mismo día en el que se supo que tres de las seis entidades médicas del 'hermano' judicial de Muface, Mugeju, abandonaban el concierto. La segunda, está prevista para el 16 de diciembre, además de una gran manifestación que ha planteado CSIF este sábado 14 de diciembre frente a la Dirección General de Muface a las 12.30 en Madrid. De hecho, el sindicato está preparando un fletado de autobuses por toda España para la concentración. 

Sin embargo, no hay unión entre los sindicatos. La semana pasada un grupo de nueve sindicatos de policías y docentes hizo pública su hoja de ruta. El 11 de diciembre conovocará a todos los funcionarios públicos a dos horas distintas. La primera, a las 11.30, frente a la sede de Unespa, "para poner el foco en las aseguradoras". La segunda, a las 17.30, en la Dirección General de Muface para hacer lo propio con el Gobierno. 

"A la vista está que no hay unión. CSIF ha puesto el foco solo en el Gobierno, y nosotros en los dos culpables: las aseguradoras y el Ministerio", acusaron los sindicatos en rueda de prensa. Sin embargo, CSIF les rebatió, asegurando que también alegaban responsabilidades a las aseguradoras y lanzando un órdago al resto de organizaciones: "Respetamos la libertad de acción de los otros sindicatos, pero llegan un poco tarde".

¿Camino a la prórroga?


Muface ya está en su recta final. La decisión que tomen tanto las aseguradoras como el Gobierno hará que la mutualidad salga victoriosa, derrotada o entre en proceso de prórroga. De hecho, esta última herramienta es la que, tanto medios de comunicación como expertos, han puesto sobre la mesa en los últimos meses. Concretamente desde el 7 de noviembre, dos días después de que Asisa, Adeslas y DKV dejasen desierto el proceso de licitación. 

Ese día, la Dirección General de Muface convocó de urgencia al Consejo General de la mutualidad. En ella tan solo aclaró que "los mutualistas tendrían garantizada su asistencia sanitaria porque el Gobierno disponía de los mecanismo suficientes en la Ley de Contratos del Sector Público". La única herramienta presente en la norma era la prórroga, con la que el Ejecutivo puede hacer que Asisa, Adeslas y DKV tengan que seguir prestando sus servicios durante nueve meses. 

Sin embargo, la norma tiene dos lecturas. Como ya adelantó Redacción Médica, dependiendo del plazo en el que el Gobierno haga su segunda licitación para Muface, las aseguradoras pueden acabar teniendo que acatar las órdenes del Ejecutivo o, por el contrario, recurrir la prórroga y acabar en los tribunales con el Gobierno. Todo es cuestión de días, de horas, de plazos, y de una letra pequeña que puede determinarlo todo. 

Mientras el Gobierno y las aseguradoras negocian el futuro de Muface, los adscritos a la mutualidad, 1,53 millones de personas se enfrentan al mayor rompecabezas que ha vivido el concierto sanitario en sus 50 años de historia. La consulta preliminar de hoy es un punto de inflexión que puede o tensionar aún más el diálogo o dar pie a una nueva licitación. Entre tanto, Muface sigue siendo un enigma sin resolver. 
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