Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, candidatos a las elecciones generales.
La
carrera electoral del 23 de julio ha sacado a la luz las diferencias y similitudes ideológicas en materia de sanidad entre los cuatro grandes partidos que competirán en las elecciones generales. Aunque los bloques de la izquierda y la derecha comparten buena parte de sus señas de identidad, la
configuración de los programas ha dejado en el aire algunas de sus promesas particulares que tendrían un difícil encaje en un futuro espacio parlamentario fragmentado. La única materia en la que sí que parece que hay una sintonía total es la necesidad de reformar la Atención Primaria.
La comparación de los cuatro programas políticos ha revelado que los centros de salud forman parte del foco político.
PSOE, PP, Sumar y Vox coinciden en que es necesario reformar el actual modelo de Atención Primaria, aunque cada uno plantea su propia receta para conseguirlo. Una apuesta que puede abrir la puerta a que la próxima legislatura se convierta en la que definitivamente aborde la situación de los profesionales que ejercen en el primer nivel asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
El
Partido Socialista ha presentado un abanico propuestas, como incrementar el
tiempo de rotación en los centros de salud, desplegar un erasmus en las zonas rurales o forzar una
asignatura propia relacionada con la Atención Primaria en los planes de estudio de las universidades para mejorar la realidad de este sector. Mientras que se han comprometido a continuar con la hoja de ruta de inversiones establecida en el
Plan Minap.
Por su parte, el Partido Popular ha planteado su propio plan de choque de Atención Primaria que contempla medidas como los incentivos económicos, las mejoras en formación,
el aumento de 1.000 plazas MIR en Medicina Familiar, la jubilación activa, la digitalización, los cambios en los procesos de selección o la mejora de la formación para los profesionales.
El bloque de la izquierda coincide en su apuesta por reducir las listas de espera en el SNS
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Sumar también ha colocado en su programa una iniciativa que hasta ahora no contemplaban desde el Gobierno. Yolanda Díaz se ha comprometido a fortalecer la Atención Primaria gracias a un modelo de
financiación finalista dirigido a las comunidades autónomas para que puedan aumentar su personal. Algo que hasta la fecha solo se llevaba a cabo para acciones vinculadas con las infraestructuras o los equipos, pero no para contratar nuevos médicos.
Mientras que Vox también ha defendido un aumento de la inversión en este nivel asistencial, especialmente en los
centros ubicados en las zonas rurales. La iniciativa de Abascal pasa por potenciar la
atención presencial y domiciliaria, a la par que facilitar la reducción de la burocracia mediante la digitalización. Además, se han comprometido a colaborar con las autonomías para la reapertura de centros cerrados.
Las propuestas sanitarias en la cuerda floja
Al margen desde este consenso, también hay algunas materias que tienen un difícil encaje en la próxima legislatura. Probablemente Sumar sea el gran partido que haya planteado más propuestas diferenciadas en comparación con el resto de competidores, incluido su potencial socio en la izquierda. La plataforma que dirige
Yolanda Díaz ha incluido en su programa iniciativas que nadie más ha plasmado en su hoja de ruta, como
sustituir el actual modelo de guardias médicas por unos turnos rotatorios más reducidos con el objetivo de mejorar la conciliación de los profesionales sanitarios.
Es el único partido que se ha aventurado por esta medida que sí que cuenta con el
respaldo de los principales sindicatos del sector, pero que tiene un difícil encaje debido al impacto que tendría en las plantillas del Sistema Nacional de Salud (SNS). Según las fuentes consultadas por
Redacción Médica, habría que
esperar al menos una década antes de poder acometer esta transformación, mientras que sería necesario al menos doblar el número de efectivos disponibles.
Sumar también ha marcado un perfil propio en otras iniciativas como
la reclasificación de las categorías profesionales. Esta propuesta lleva en la mesa de negociación del Ministerio de Sanidad y los sindicatos buena parte de la legislatura. Sin embargo, el adelanto electoral impidió que pudiera verse plasmada en
la reforma del Estatuto Marco. Y ahora solo la plataforma que integra 15 partidos se ha hecho eco de ella. Algo similar a la reducción de
la jornada semanal en la sanidad hasta las 32 horas que se ha convertido en estandarte para Díaz.
También se ha desmarcado de la tónica general en algunas cuestiones
Vox. La formación de
Santiago Abascal ha aprovechado las elecciones del 23 de julio para insistir en su apuesta por
recentralizar la competencia de sanidad, que actualmente está en manos de las 17 comunidades autónomas. Sin embargo, la medida tiene pocos visos de sobrevivir ya que no es respaldada por ningún otro gran partido después de que
Ciudadanos, otro de sus principales valedores, haya descartado presentarse a los comicios.
Sintonías sanitarias entre bloques
Otra de las situaciones paradigmáticas que ha dejado el análisis de los programas electorales es que hay varias propuestas sanitarias en las que coinciden
partidos de polos opuestos en el espectro ideológico. El Partido Socialista y el Partido Popular tienen una visión parecida, por ejemplo, de la jubilación activa del médico. Es algo que el ministro de Seguridad Social,
José Luis Escrivá, ya facilitó para paliar la falta de efectivos en el SNS. Y que ahora Feijóo también ha hecho suya con una propuesta para
alargar voluntariamente la vida laboral hasta los 72 años.
La medida, sin embargo, no tiene cabida entre los programas de los otros dos partidos con los que, a priori, están llamados a negociar en caso de que alcancen una mayoría suficiente. La propia
Yolanda Díaz ha criticado durante la campaña electoral las propuestas de su potencial socio de Gobierno para retrasar la edad de jubilación de forma generalizada en el mercado laboral y ha expresado su
“preocupación” por esta medida. Una piedra en el camino para su futura implantación.
Los partidos de la derecha emulan una propuesta similar para acelerar la incorporación de innovación tecnológica en la sanidad
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Las sintonías entre bloques ideológicos también se han mostrado en otras partes de los programas sanitarios. PP y PSOE coinciden también en asuntos que no han levantado tantas asperezas como las iniciativas para
ampliar las competencias de Enfermería y Farmacia o la necesidad de
desburocratizar el trabajo del médico para que pueda centrarse en las tareas más asistenciales, que figuran expresamente en sus respectivas hojas de rutas para después del 23-J.
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