Varios funcionarios adscritos al concierto sanitario cuentan cómo han vivido el transcurso y el fin de la crisis

La incertidumbre persiste en Muface: "Hasta que no haya firma, no me fío"
Cartel de una oficina delegada de Muface en Madrid.


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POR JULIA ROIZ
El final se asoma. Cinco meses, más de 150 días después, la crisis sin precedentes de Muface podría acabarse. Esta semana Asisa y Adeslas han sido las únicas compañías que se han presentado al tercer proceso licitador del concierto sanitario. Una licitación que ha sufrido cambios desde el pasado octubre, cuando el Gobierno y las aseguradoras forzaron un parón en las negociaciones. Tras protestas, prórrogas y diversas modificaciones en los pliegos, el concierto sanitario ve la luz por primera vez. Aunque dentro del mutualismo, como ha podido comprobar Redacción Médica, el sentimiento no es, precisamente, de esperanza plena. 

La incertidumbre es la palabra más repetida durante los conversaciones con los funcionarios públicos adscritos al concierto. "No podemos sentir otra cosa después de todos estos meses. ¿Quién nos asegura que el sistema vaya a salir adelante?". Estas palabras pertencen a Mariano González (Valladolid, 50 años), un docente -como más del 60 por ciento del mutualismo- que ha seguido la última hora de la crisis en Muface desde sus inicios. De hecho, desde el primer momento este vallisoletano ha clamado por la continuidad de la asistencia sanitaria privada en la mutualidad de la que, dice, "es un derecho adquirido por todos los mutualistas"

El mutualismo, ante el fin de la crisis


González aún no celebra el fin de la crisis de Muface. Tras la salida de DKV del modelo, cuenta que escucha muchas dudas, a diario, por parte de sus compañeros. "El sistema se ha quedado muy dañado. Cada vez hay menos opciones donde elegir. En los últimos años se han descolgado muchas compañías del modelo, y ahora solo quedan dos. Y, en tres años, vete tú a saber qué pasa. Probablemente tengamos otra crisis", subraya este mutualista. 

A varios kilómetros de allí, en Salamanca, la situación es similar. Delfina Álvarez (76 años) y natural de la capital salmantina, ha estado presente en varias de las concentraciones celebradas en los últimos meses. Ahora, tras el que apunta a ser el final de una crisis histórica para Muface, esta mutualista se muestra incisiva. 

- Hasta que las aseguradoras no hayan firmado el nuevo concierto, no me fío. 

Así de explícita se muestra esta docente ya jubilada. De hecho, Álvarez cumple con el perfil típico de los mutualistas. Mujer, mayor de 55 años y, por lo general, profesora. 

"Muface se ha convertido en un asunto político", clama por teléfono desde su Salamanca natal. De nuevo, esta funcionaria repite la misma palabra que ha rodeado a la crisis de Muface desde el pasado octubre. Incertidumbre. "Seguiré luchando hasta donde pueda. La asistencia privada es un derecho. Lo hemos ganado. No nos lo pueden quitar", continúa. De hecho, esta funcionaria hace un llamamiento de unión entre los sindicatos, que en los últimos meses han mostrado su propia batalla con la convocatoria de manifestaciones por separado. 

Quien no ha seguido los últimos momentos de Muface ha sido Pedro Gómez (Madrid, 60 años). Este mutualista, al contrario que sus compañeros en este reportaje, no es docente, pero sí es funcionario público desde hace varias décadas. El 28 de febrero, tras varios meses de espera, Gómez fue operado en el modelo de asistencia privada del concierto sanitario. Sí que sabe que Adeslas y Asisa continúan, pero que DKV abandona el mutualismo. 

"A pesar de todo, creo que sigo sintiendo mucha incertidumbre", comenta a este periódico. De nuevo, la palabra. El mismo sentimiento. "Es complicado hablar de Muface a largo plazo. A lo mejor lo que se podría hacer es alargar el contrato, cinco años, por lo menos", desliza Gómez.

El futuro de Muface


Más allá de las propuestas de estos tres mutualistas, lo cierto es que la crisis de Muface aún no se ha solucionado. En este momento, tras la subsanación de unos documentos por parte de Adeslas, al concierto aún le quedan varias fases hasta que el nuevo contrato entre en vigor. 

El primer paso es la evaluación técnica y económica de las ofertas presentadas por Asisa y Adeslas el pasado martes. Esta apertura tendrá lugar el 17 de marzo, tal y como dicta la Dirección General de Muface en su página web. Tras ello, se procederá a la propuesta de adjudicación del convenio. Es decir, el departamento indicará si las aseguradoras cumplen o no los requisitos para dotar de asistencia sanitaria a los mutualistas hasta el 31 de diciembre de 2027. Y, finalmente, el último paso será la firma del contrato

Para esta última fase no hay una fecha concreta, aunque desde el sector asegurador calculan que será antes del 1 de abril. Mientras, el mutualismo seguirá en vilo. "Queremos dejar de ser víctimas", reclama Delfina Álvarez. Ella, junto a más de un millón y medio de personas, espera ese día, que marcará el final de una crisis histórica dentro del mutualismo administrativo.
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