Los partidos de ambas comunidades encaran dos citas electorales con esta problemática creciente

Cataluña y Euskadi rebajan que sus médicos sepan catalán y vasco
De izquierda a derecha y arriba a abajo: Miren Gorrotxategi, Núria Lozano, Elena Lete, Javier De Andrés, Amaia Martínez, Pello Otxandiano, Jordi Albert y Assumpta Escarp.


31 mar. 2024 18:10H
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El euskera y el catalán tienden a ser un punto de fricción importante en la lucha partidista política tanto en Euskadi como en Cataluña, sobre todo en periodos electorales como en los que se encuentran ambas comunidades actualmente. Los vascos votarán el próximo 21 de abril, mientras que lo catalanes acudirán a la cita con las urnas el 12 de mayo. Los partidos políticos, por su parte, han empezado a posicionarse sobre la exigencia de los idiomas a la hora de acceder a trabajar en sus respectivos sistemas sanitarios y, según varias consultas realizadas por Redacción Médica, la mayoría de ellos reconoce que, en la situación actual de déficit profesional, relajar los requisitos lingüísticos podría ser una solución al problema.

Un amplio espectro político considera que rebajar el nivel de exigencia lingüística, de una manera u otra, sería positivo para el momento actual de la sanidad en Euskadi y Cataluña. Ejemplo de ello son En Comú Podem y Podemos Euskadi, abriendo un cisma en las izquierdas de sus respectivos territorios, aunque recalcando que ni el catalán ni el euskera son los generadores del déficit sanitario en el sistema. “El euskera debe puntuarse de modo necesario y suficiente para atender a la realidad sociolingüística del país”, ha afirmado en declaraciones a este diario Miren Gorrotxategi, candidata de los morados a Lehendakaritza en las elecciones vascas del 21 de abril.

No obstante, sobre el déficit de profesionales, Gorrotxagi indica que “si en un momento deben relajarse estos requisitos de forma transitoria para poder acoger a médicos extracomunitarios de Atención Primaria, nos parece bien”. La diputada de los comunes, Núria Lozano, ha añadido que actualmente, los flujos migratorios están “potenciando” la incorporación de médicos de otros países y que, en el escenario actual de “importante déficit de profesionales”, la contratación de los sanitarios de fuera de Cataluña “podría contribuir a paliar” su déficit. “Pero si bien en el momento de la incorporación puede ser que se relajen los requisitos provisionalmente o de forma temporal, (...), no podría tener un carácter indefinido en el tiempo”, ha especificado Lozano, en plena precampaña de unos comicios catalanes que serán el 12 de mayo..

Así, desde En Comú Podem recalcan que el grado de exigencia sobre esos sanitarios debería existir, computándoles el catalán bien como mérito o bien haciéndoles pasar una prueba de superación de un nivel competencial lingüístico “inferior al actual”. En el caso vasco, Elena Lete, presidenta de la Comisión de Salud del Parlamento Vasco durante la última legislatura y miembro del Partido Nacionalista Vasco, ha recordado que “el Decreto 19/2024 que acaba de aprobarse, sobre la normativa del uso del euskera en el sector público, da opción a que cuando se presenten problemas graves para cubrir los puestos laborales puedan cubrirse de forma excepcional sin acreditar los requisitos de idioma”.

De hecho, tal y como ha incidido Lete, “los profesionales sanitarios que quieran trabajar en Osakidetza no tienen por qué saber euskera”. Y es que el Servicio Vasco de Salud estipula que es cada servicio el que debe fijar la importancia del euskera, teniendo en cuenta su ubicación territorial y la idiosincrasia de la zona. “No se pide el mismo (grado de conocimiento del euskera) en un centro de salud de una zona sociolingüística muy vasca como Lekeitio, que en un pueblo muy pequeño de Araba en el que no hablen tanto el euskera como puede ser Labastida. Por lo tanto, la obligatoriedad del euskera se amolda a las situaciones sociolingüísticas de los territorios”, ha defendido Lete. En ese sentido, la política del PNV ha recalcado que tiene que quedar reflejado que las situaciones lingüísticas “son diferentes” en toda la comunidad autónoma y que, a pesar de que cada servicio fije el nivel de exigencia del idioma, “tiene que garantizar que no será más alto que la situación sociolingüística de la zona”.


La derecha aboga por ‘castellanizar’ la sanidad


“El euskera no puede ser un elemento determinante a la hora de acceder a un empleo en Osakidetza como sucede ahora. Es un elemento claramente discriminatorio”, ha denunciado en declaraciones a este medio el candidato del PP vasco a lehendakari, Javier De Andrés. Además, desde el Partido Popular profundizan esa línea comprometiéndose a “revisar la exigencia del euskera tanto en la asignación de los perfiles lingüísticos como en la valoración como mérito”. Vox, por su parte, va más allá. Amaia Martínez, candidata de la formación a lehendakari, ha abierto la puerta a eliminar el factor del euskera de Osakidetza: “Pretenden hacer del conocimiento del euskera una barrera insalvable para nuestros profesionales sanitarios. Frente a esta desidia, en Vox lo tenemos claro: el conocimiento del euskera no ha de ser un obstáculo para la contratación de profesionales. Por ello, acabaremos con la exigencia de perfiles lingüísticos en todas las categorías profesionales, sea cual sea la zona del País Vasco donde se vaya a trabajar”.

Pero la oposición a los niveles de exigencia del euskera para que un sanitario pueda trabajar en el Servicio Vasco de Salud no es única y exclusivamente para las labores asistenciales del día a día, sino que también para la formación y adquisición de plazas como personal estatutario fijo en Osakidetza. “Habría que rebajar la exigencia del euskera en las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) tanto en la asignación de los perfiles lingüísticos como en la valoración del euskera como mérito para que no prevalezca sobre la experiencia o la formación. Propondremos suspender la exigencia del euskera en el acceso a un puesto en Osakidetza hasta que se estabilice la plantilla”, ha remarcado De Andrés.

Esa idea de la ‘castellanización’ de la sanidad vasca no recibe apoyos en el resto del espectro político vasco, pues Pello Otxandiano, candidato de EH Bildu a las elecciones del 21A, en una entrevista con este diario ha recalcado que “la falta de médicos hoy en Osakidetza no tiene nada que ver con el tema del euskera. Dicho eso, hay que seguir con la política lingüística en Osakidetza. No olvidemos que se trata de un servicio público, y los y las ciudadanas tienen derecho a ser atendidos tanto en castellano como en euskera”. Se trata de un concepto compartido, a la catalana, por Esquerra Republicana de Catalunya y por el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC). “No creo que la lengua sea el problema más grave de la falta de profesionales, hay otros elementos retributivos o de relaciones laborales que son más determinantes que el idioma”, ha valorado Assumpta Escarp, del PSC, a lo que ha añadido Jordi Albert, de ERC, que “nadie por no saber catalán tendrá un problema para trabajar en el sistema de salud”.


Cursos a sanitarios para aprender el idioma


De hecho, el político de Esquerra ha subrayado que el idioma no es ningún requisito para trabajar en la sanidad catalana para cubrir bajas o ser interino. Sí lo es, ha explicado, para conseguir una plaza de estatutario fijo en el sistema. “El idioma no es una barrera porque el sanitario puede venir a trabajar y luego aprender el catalán en horario laboral y con cursos de forma gratuita. Y ya si quieren presentarse a una plaza para estabilizarse, tienen que tener el C1”, ha señalado Albert, recalcando que la Generalitat ha llevado a cabo un plan para ofrecer programas de aprendizaje del catalán a sus sanitarios para “facilitarles el acceso a la lengua con el vocabulario que necesitan para su profesión”.

“Lo que hay que hacer es fomentar el aprendizaje de la lengua catalana, con la formación dentro del horario laboral, que permita a los y las profesionales poder incrementar la comprensión con el paciente. Sobre todo, en Atención Primaria y algunas zonas más rurales es importante entender al paciente en su idioma materno”, ha coincidido Escarp. De hecho, la política del PSC ha recalcado que “para poder ejercer en el sistema, lo que debería requerirse es que se realicen los cursos de formación y que se exija un nivel determinado de catalán cuando quiera acceder a personal estatutario”, incidiendo en que la falta de planificación de los recursos humanos es la que ha generado la falta de profesionales.

En esa misma línea se ha mostrado también Lozano, de En Comú, afirmando que si un profesional del sector salud “aspira a incorporarse de forma definitiva al sistema sanitario público, tendrá que acreditar un grado suficiente de competencia lingüística en catalán y castellano necesario para la prestación de un servicio de calidad”. “La lengua no tiene que ver con la falta de profesionales, que tiene otros condicionantes como la mejora de las condiciones laborales y salariales”, ha explicado Albert, denunciando que “focalizar en la lengua y visualizar que el déficit de sanitarios viene motivado por una cuestión de carácter lingüístico es mentira y minimizar mucho la mirada sobre la problemática, porque si no, en otros territorios tendrían profesionales, y no los tienen tampoco”.

A partir de ahí, Albert ha afirmado que “máxima sensibilidad”, porque “tenemos que preservar los derechos lingüísticos de la población. El catalán es oficial en Cataluña, por lo que es un idioma que cualquier profesional que trabaje en el sistema público o concertado debe conocer”. “Esto es una prioridad”, ha zanjado.
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