David Cameron, primer ministro británico.
Once diputados británicos (de todos los colores políticos) han presentado un informe al Parlamento británico sobre la grave situación en la que se encuentra la Atención Primaria en su país y de las soluciones que proponen para revertir la situación de la que fue, según señalan, “la joya de la corona” del NHS (Sistema Nacional de Salud británico), pero que ahora está en declive.
Una de las medidas que proponen es la de incorporar de aquí a 2020 un total de 5.000 médicos de familia más al sistema público británico. Especifican, eso sí, que para llegar a esa cifra se debe ‘rescatar’ a los médicos que están trabajando en el extranjero (la mayoría se han ido, indican, a Dubai, Australia y Nueva Zelanda), y por otro lado retener a los que hagan prácticas en este nivel asistencial. Se paliaría así otro de los problemas a los que hacen referencia como que el 38 por ciento de los médicos de familia británicos se retiraría en los próximos cinco años, según los datos del propio informe.
En el documento, de más de 80 páginas, los diputados sugieren que la mitad de los alumnos de las escuelas de Medicina se especialicen en Atención Primaria, para lo que piden también que estas se impliquen para fomentar que los alumnos con las capacidades necesarias sean dirigidos hacia esta especialidad.
En cuanto a la inversión, los diputados están convencidos que se debe incrementar la inversión. En el informe indican que el NHS solo invierte un 8,2 por ciento en Atención Primaria, y piden que se aumente entre un 4 y un 5,4 por ciento más cada año en los próximos cinco siguientes, y ponen una cantidad: 580 millones de libras más de lo previsto. Aseguran que invertir más en AP supondría ahorrar 447 millones de libras (en reducción de ingresos hospitalarios sobre todo en mayores de 65 años o en llamadas innecesarias a las ambulancias entre otras). Señalan además que entre 2006 y 2014, la inversión ha decrecido en un 6 por ciento.
En el informe también se propone debatir sobre la conveniencia o no de tener consultas de AP abiertas los siete días de la semana, o al menos también los sábados por la mañana; de la incorporación de la tecnología (consultas por video conferencia) o de la facilidad para pedir una cita a través de internet.
Otras profesiones
El informe de los diputados atiende también las demandas del resto de profesiones sanitarias que participan en la Atención Primaria.
En el caso de las enfermeras, creen que su trabajo debe ponerse en valor y de hecho debe asumir un nuevo rol con mayor responsabilidad. Según sus previsiones, el sistema necesita de 15.000 enfermeras más.
Señalan también que las farmacias comunitarias han de asumir un papel mucho más relevante y de hecho consideran que 9 de cada 10 consultas que puedan tener los pacientes se pueden resolver en esas farmacias, sin necesidad de pedir una cita o ser derivados a otros servicios. Para ello, hablan de que se han invertido ya 7,5 millones de libras en la formación de estos profesionales de la farmacia.
Una labor, la del farmacéutico, que debe cobrar mayor importancia según los datos que aporta el informe en casos de pacientes polimedicados y en materia de adherencia a los tratamientos.
Por último hay una mención importante a los fisioterapeutas, que deben estar presentes en el sistema ya que consideran que el 30 por ciento de los pacientes que acude a su GP (‘General Practitioner’, médico de familia) lo hace con problemas músculo-esqueléticos que podría atender un fisioterapeuta.
En la nueva Atención Primaria que pretenden, consideran crucial la formación de equipos multidisciplinares aunque liderados por el médico de familia.
Acceda al informe completo del Parlamento del Reino Unido
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