Financiación masiva de Ozempic en España solo si hay evaluación periódica

En un país donde la tasa de obesidad roza el 26 por ciento, recetar medicamentos adelgazantes a las personas en paro se ha convertido en una de las medidas más razonables, a ojos del Gobierno británico, para estimular el mercado laboral y a la vez reducir el impacto económico que tiene esta patología en las arcas del Estado. La propuesta para recetar inyecciones que ayuden en la pérdida de peso, enunciada por el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha llevado a la Endocrinología española a cuestionar la posible subvención de dichos fármacos en el Sistema Nacional de Salud. De hecho, verían con buenos ojos una democratización de dicha terapia en nuestro país siempre que viniera acompañada de medidas adicionales y un seguimiento por parte de los profesionales para garantizar la continuidad del tratamiento.  

Debido a los beneficios y "pocos riesgos" que aportan fármacos como Ozempic y Mounjaro, expertos como Gemma Sesmillo, jefa de Endocrinología en el Hospital Dexeus de Barcelona, se muestran optimistas con la medida y opinan que si se diese en España, sería positivo. Eso sí, de la mano de otras iniciativas para fomentar una correcta alimentación y hábitos saludables, además del pertinente seguimiento.

Al especialista endocrinólogo, Antelm Pujol, le parece una buena idea el hecho de que se subvencionen estos medicamentos. "El hecho de que ayudemos a las personas con obesidad mediante fármacos y estilo de vida, acabará ayudando a que esta enfermedad pueda tener un impacto menor en su día a día". Pero, según recalca, es importante que todo se haga bajo el "seguimiento por parte de un profesional". 

Sesmillo, por su parte, ha recetado este tipo de medicamentos y explica que "dan muchas alegrías", debido a que incluso en los pacientes que no pierden tanto peso, se benefician "a nivel cardiovascular y renal". En definitiva, estos fármacos deberían estar subvencionados, en su opinión,debido a que "hay un porcentaje de la población elevada que se va a beneficiar", sostiene la experta.

Estrategia integral para reducir la obesidad

Daniel A. de Luis Román, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, considera también que puede ser una buena medida el hecho de incluir este tipo de terapias en la cobertura de la Seguridad Social,  "siempre y cuando esté integrada en una estrategia amplia", que se centre en la "prevención, tratamiento personalizado y seguimiento".

No obstante, podría haber problemas relacionados con cómo se aplicase un hipotético plan de este tipo y su duración, los cuales impactarían de lleno en el Sistema Nacional de Salud en caso de extrapolar la medida a España, ya que se trata "de fármacos que se prescriben en la mayoría de personas para siempre", advierte Emilio Ortega, médico especialista en Endocrinología y Nutrición e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red en Obesidad y Nutrición (Ciberobn)y del Institut de Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer (Idibaps) y miembro del Grupo Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Pese a que "individualmente" esta propuesta supone una "buena noticia" a ojos del experto, la continuidad de la terapia podría poner en jaque su efectividad. 

De hecho, el experto no acotaría esta medida únicamente al colectivo en desempleo como en el caso de Reino Unido, puesto que también hay pacientes que  "pueden estar trabajando y llevando a cabo una vida, entre comillas, difícil, que van tirando y no llegan a fin de mes y no tienen esta opción". Pujol también es partidario de que la medida englobe a todas las personas con obesidad "sin estigmatizarlas" tratándolo como una enfermedad, "que es lo que es" y dando herramientas que sirvan para "mejorar la calidad de vida".