La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
La
Comisión Europea ha aprobado un nuevo compromiso económico para movilizar
1.230 millones de euros en instrumentos financieros con el objetivo de ayudar al conjunto de los estados miembros a reforzar su actividad en el campo de
la salud mental. Esta inyección económica viene acompañada de un listado de
20 iniciativas “emblemáticas” con las que el órgano de gobierno comunitario aspira a mejorar la asistencia que se da actualmente a estas patologías en el viejo continente.
Esta estrategia era ya uno de los puntos que defendió la presidenta de la Comisión Europea,
Ursula Von der Leyen, en su discurso de estado de la Unión de 2022 y que ahora se ha materializado definitivamente. “Este enfoque es
un primer paso importante para equiparar la salud mental a la salud física y ofrecer un nuevo planteamiento intersectorial de los problemas de salud mental”, han anunciado.
Desde Bruselas han enfatizado en que los problemas de salud mental ya afectaban antes de la pandemia a
84 millones de personas, lo que representa
uno de cada seis residentes en la Unión Europea, pero que con la crisis sanitaria el fenómeno todavía se ha “agravado” más. La falta de medidas para hacer frente a esta realidad se traduce en un s
obrecoste de 600.000 millones de euros para las arcas públicas del conjunto de los países, lo que representa cerca del 4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona.
“La pandemia ha ejercido
presiones añadidas en la salud mental, especialmente entre los jóvenes y las personas con problemas psíquicos previos”, han enfatizado.
Las políticas europeas de salud mental
La Comisión Europea ha centrado su actuación en torno a tres grandes principios rectores: la
prevención, el acceso a
atención temprana o tratamientos de salud mental y la
reinserción de los pacientes tras la recuperación psíquica. “El enfoque integral estudia la salud mental en todas las políticas para reconocer los factores de riesgo polifacéticos que implican estos problemas de salud”, han apostillado.
El enfoque integral que defiende Europa pasa por aplicar un amplio abanico de políticas sanitarias relacionadas con la salud mental, como la
prevención de la depresión y el suicidio, la inversión en
formación, la sensibilización en el trabajo, la
protección de la infancia, la atención a los grupos vulnerables o la contribución internacional en casos de emergencia humanitaria para “predicar con el ejemplo”.
La iniciativa también abordará otras peticiones del
Parlamento Europea, así como una propuesta que presentaron los ciudadanos en el marco de la
Conferencia sobre el Futuro de Europa. “No actuar en el campo de la salud mental implica unos costes altísimos que aumentarán previsiblemente, como consecuencia de los
retos mundiales relacionados con los cambios sociales, políticos y medioambientales, la expansión de la digitalización, las presiones económicas y los cambios radicales en el mercado laboral”, ha apostillado la Comisión.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.