España ha perdido 9.000 camas de hospital desde el año 2000

El número de camas de hospital en España se ha reducido en 9.000 efectivos desde el año 2000. Según las últimas estadísticas publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), correspondientes a 2018, nuestro país disponía de 139.061 camas frente a las 148.081 de principios de siglo.

La reducción del número de camas es una tendencia en todos los países de la OCDE, gracias a los avances en la tecnología médica, que permiten –por ejemplo– realizar más cirugías ambulatorias y a las estrategias que han puesto en marcha las naciones para reducir los ingresos en hospital.

Con todo, España tiene una ratio de camas por cada mil habitantes menor que la de dos de cada tres países de esta organización. Con 2,97 camas, está muy alejada de las cifras de Japón y Corea del Sur, los reyes de esta categoría, con más de 12 camas, pero también de países como Alemania (8) o Francia (5,91).

A pesar de ello, nuestro país se sitúa por delante de otros como Reino Unido o Canadá, que tienen 2,5 camas de hospital por cada mil personas, Dinamarca (2,6) o Suecia (2,14). El país con menos camas según población de la OCDE es México, pues no llega ni a una por cada mil habitantes.

Profesionales sanitarios por cada cama hospitalaria

Según las estadísticas de la OCDE, las 2,97 camas de España apenas han variado en el último lustro, a pesar del aumento de las mismas. En el último año contabilizado, nuestro país sumó unas 500 camas más que en 2017.

En cambio, en el año 2000, la ratio de camas por cada mil habitantes era de 3,65, cifra que se ha ido reduciendo paulatinamente: en 2010 eran 3,11 camas.

Además, hay algo más de cuatro profesionales sanitarios por cada cama hospitalaria, cifra que, esta vez sí, se sitúa por la parte alta de la tabla. Esta cifra suele ser inversa a la anterior: cuanto menor es la ratio de camas, mayor es la de profesionales por cada una. Por ejemplo, Reino Unido y México superan los ocho por cama. No obstante, hay bastante variación entre países, por lo que una alta proporción de camas no indica una baja ratio de sanitarios por cama.