Carlos Bravo y Fernando Puig-Samper. |
Los datos corresponden a la última encuesta de población activa, relativos al segundo trimestre de 2013 y en comparación con el mismo periodo de 2011, según ha explicado Fernando Puig-Samper, adjunto a la Secretaría de Protección Social y Políticas Públicas del sindicato y responsable de política sanitaria de la misma, que lo atribuye sobre todo a la no renovación de contratos interinos o eventuales, y también a jubilaciones que "en cualquier caso no se han repuesto". Además, muestran como la mayor pérdida de puestos de trabajo se produjo en 2012, cuando dejaron de trabajar 42.000 profesionales, la mayoría mujeres, si bien esto "obedece a la composición del propio sector". Pero a estos 53.000 puestos de trabajo habría que unir otros que no se han perdido pero han cambiado su condición laboral, según Puig-Samper, ya que "hay muchos médicos que antes trabajaban el cien por cien de la jornada y ahora solo la mitad". "Y esto no se contabiliza como pérdida de empleo", ha lamentado.
Ajustes que predominan en recursos humanos
Un descenso que, según CCOO, obedece a que los recursos humanos representan el 45 por ciento del gasto sanitario público y el objetivo del Gobierno es reducirlo para que pase del 7,2 al 5,4 por ciento del PIB en 2016, lo que "conllevaría volver diez años atrás", ha añadido Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas del sindicato. El problema de todo ello, puntualiza Puig-Samper, es que los autoridades sanitarias pretenden mantener la misma actividad y con los mismos criterios de calidad y resultados. "Tenemos un problema, porque el crecimiento de las plantillas y los recursos no se producía porque sí, sino porque hay una mayor demanda", ha precisado. Esta mayor demanda está provocada por el envejecimiento progresivo de la población y por el aumento del desempleo, ya que "el consumo de servicios sanitarios de los parados es infinitamente mayor".