Redacción. Madrid
El Partido Socialista pretende que la ministra de Sanidad, Ana Mato, junto a los demás miembros del Gobierno, sean más ‘espontáneos’ en sus apariciones en el Congreso de los Diputados. El objetivo del PSOE es agilizar el formato de las sesiones de control al Gobierno que tienen lugar los miércoles en el Congreso de manera que no haya que registrar las preguntas con anterioridad para que las preparen los ministros y que cualquier diputado pueda levantarse y plantear una cuestión sin aviso previo, es decir, 'a la inglesa'.
Soraya Rodríguez, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso. |
Éstas son dos de las propuestas que el primer partido de la oposición incluyó en el documento titulado 'Ganarse otra democracia' que redactó para el cuarto debate preparatorio de su Conferencia Política del próximo mes de noviembre, donde será discutido y aprobado definitivamente.
De entrada, y "para superar la rigidez de las sesiones de control", el PSOE propone que no sea preciso formular las preguntas con anterioridad. Actualmente las cuestiones se registran el jueves anterior y sólo se pueden cambiar el lunes por la mañana siempre que sea por un asunto de última hora.
Según el plan de los socialistas, la sesión de control debería durar dos horas, de las que media hora estaría protagonizada por el presidente del Gobierno, al que no podría preguntar el partido que le apoya.
La dirección de cada grupo parlamentario podrá elegir a la mitad de diputados que pregunten pero el resto serían señalados sobre la marcha: los que quieran formular cuestiones se ponen de pie y el presidente de la Cámara les va eligiendo hasta cubrir el cupo del grupo. "De esa forma -argumenta el PSOE-, todos los diputados tendrán la posibilidad de ser llamados para que formulen su pregunta, y las sesiones de control serán un escenario más ágil para la fiscalización del Ejecutivo".
El Gobierno, por su parte, habrá de justificar cada ausencia de sus ministros y no podrá aplazar preguntas unilateralmente: si un grupo quiere ya una respuesta de un ministro que no esté presente en el hemiciclo, otro deberá asumir la cuestión.
Otras propuestas
También propone eliminar de los Reglamentos la prerrogativa que actualmente tiene el Ejecutivo de poder pedir la palabra en cualquier momento del debate o poder intervenir sin límite de tiempo. En sus comparecencias, los miembros del Gobierno tendrán el mismo tratamiento que los representantes de los grupos.
Asimismo, y para evitar que el partido que apoya al Gobierno vete iniciativas de la oposición en la Mesa del Congreso, el PSOE quiere que se exija una mayoría cualificada de dos tercios (seis votos) en el órgano de gobierno de la cámara a la hora de inadmitirlas.
En cuanto a las comisiones de investigación, el PSOE quiere garantizar su creación con el único requisito de que lo pida la cuarta parte de la cámara (88 diputados) y sólo podría impedirlo un acuerdo del Pleno del Congreso por mayoría cualificada.
Respecto al procedimiento legislativo del Congreso, los socialistas quieren dos únicos debates: de totalidad en el Pleno y aprobación del articulado con las enmiendas en la comisión correspondiente. Solo existirá un debate final en el Pleno en las leyes orgánicas (que exigen mayoría absoluta) y en las iniciativas de especial relevancia, como la Ley de Presupuestos, pero ya no servirá para discutir enmiendas que no hayan sido consensuadas, sino que sería un debate breve sobre la oportunidad política de la propuesta.
Sobre los decretos ley, se propone facilitar su conversión en proyectos y se pretende que el Tribunal Constitucional dé prioridad absoluta al examen de los recursos planteados en su contra (deberán resolverse en menos de un mes).
Los socialistas apuestan por aumentar la actividad de la Cámara Baja y, para ello, quieren regular que durante los meses de enero, julio y agosto, el Pleno de la Cámara deba reunirse al menos, una vez cada dos semanas.
Propuestas al Pleno del Congreso de la próxima semana
Pese a no estar incluida en el catálogo de iniciativas que el PSOE llevará a su Conferencia Política de otoño, el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba llevará al Pleno del Congreso de la próxima semana una proposición de reforma de las normas de la Cámara Baja para forzar las comparecencias del presidente del Gobierno siempre que lo reclamen todos los grupos de la oposición. Dicha comparecencia, según proponen los socialistas, se celebrará ante el Pleno de la Cámara en todo caso y en el plazo máximo de diez días.
Esta proposición de ley, que será defendida por el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina, fue registrada por el PSOE este verano después que el Gobierno, y concretamente su presidente, Mariano Rajoy, se haya venido negado a dar explicaciones sobre el llamado 'caso Bárcenas' ante el Parlamento.