El modelo de farmacia se ha convertido en un frente de batalla, o al menos de discusión, entre los ministerios de Economía y Competitividad y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El departamento que dirige Luis de Guindos está trabajando en el Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales, un documento al que ha tenido acceso RM y que incluye profundos cambios en el modelo farmacéutico español. De esta manera, si las propuestas del documento se aprobaran en el Consejo de Ministros tal y como están redactadas se suprimiría la reserva exclusiva de la propiedad y titularidad de las farmacias y de la producción y conservación de medicamentos a los farmacéuticos. Es decir, que se liberalizaría la titularidad de las boticas. Ante esta cuestión, el Ministerio de Sanidad, consultado por RM, asegura que “mantiene su firme compromiso con el modelo español de farmacia” y que, “con respecto a las diferentes propuestas plasmadas en documentos de trabajo acerca de la profesión farmacéutica, defiende el sistema vigente. Gracias a este modelo, que garantiza que la farmacia es uno de los establecimientos sanitarios más cercano a los ciudadanos, ha sido posible avanzar en el buen uso de los medicamentos, así como en la adherencia terapéutica de los pacientes crónicos o polimedicados”. De hecho, el departamento que dirige Ana Mato reitera que “España ha defendido este modelo de oficina de farmacia en el marco de la Unión Europea, que ha avalado la accesibilidad, funcionalidad y garantía de servicio al ciudadano del mismo”.Con todo, el texto propuesto por Economía también incluye que la dirección de la farmacia sí sea exclusiva para el farmacéutico y la colegiación obligatoria para el acceso a la profesión. Sin deslocalización Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), asegura que el actual modelo de oficina de farmacia “es un sistema que no se deslocaliza cuando hay problemas ni en épocas de crisis. Y lo estamos viendo en muchas farmacias afectadas por los impagos de la Administración que están aguantando, poniendo en riesgo su patrimonio incluso, y que a pesar de ello siguen dispensando medicamentos hasta donde pueden”. De hecho, en la última reunión entre los responsables del Cgcof y los presidentes de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COF) provinciales se aprobó y firmó un documento de apoyo al modelo de farmacia español actual. Es más: Fuentes profesionales apuntan que el Cgcof en ese momento ya albergaba sospechas de las ideas que manejaba el Ministerio de Economía. Asimismo, según ha podido saber RM, el Cgcof y los COF ser reúnen este jueves en una asamblea extraordinaria para analizar la situación. Condena
Por su parte, Fernando Redondo, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), advierte de que la aplicación de estas ideas “sería una auténtico desastre para los farmacéuticos. Esperemos que no llegue adelante, es una auténtica barbaridad”. Asegura: “Deja sin sentido nuestra existencia”. De hecho, la patronal de la oficina de farmacia española ha publicado un comunicado en el que asegura que la liberarización de la titularidad contravendría las directivas europeas y que llevaría al cierre de tres de cada cuatro farmacias. Cecilio Venegas, presidente del COF de Badajoz, va más allá: “Es un ataque en toda regla en la línea de flotación de la farmacia y del sistema nacional de salud (SNS)”. Asimismo, asegura que “estos cambios llevarán al final del modelo planificado”. En cambio, Rafael Borrás, director de Bioindustrias y Farmacia en Antares Consulting, se muestra más cauto en sus impresiones: “El texto es muy poco claro. Tenemos que ver cuál es el grado de liberalización. Además, tampoco se aborda la libre planificación”. Causas Pero, ¿qué causas hay detrás de los cambios propuestos por el Ministerio de Economía? Borrás habla de “presiones desde Europa”, igual que Venegas: “Es un guiño al viejo continente, pero equivocado. Cada Estado puede hacer lo que crea conveniente en el área farmacéutica, y España tiene su modelo”. En cambio, Redondo señala que la presión llegaría por el interés de “abrir la entrada a los operadores de gran envergadura, sin seguir interés sanitario alguno”, una línea hacia la que ya había apuntado Cofares. Borrás está de acuerdo también en este extremo: “Si se lleva a cabo la liberalización, podrán entrar grandes cadenas de Europa, como Celsio o Alliance Boots, que van a buscar tener farmacias rentables, y está claro que no van a estar en zonas que no lo sean ni tampoco en las rurales”. |