El ascenso de los barones del PSOE aleja la idea de una sanidad "unificada"

Hace apenas una semana, María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno de España, anunció su candidatura a la Secretaría General del PSOE Andalucía. Solo un mes antes, lo hizo Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública en Madrid, con la intención de compaginar funciones. A esta renovación de liderazgos autonómicos del Partido Socialista se suma la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, en la secretaría del PSPV y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en el PSOE Canarias; mientras que la ministra de Educación, Pilar Alegría, aspira a lo mismo en Aragón.

"La idea que hay detrás de esta propuesta claramente es de una lógica de tener liderazgos más fuertes, de personas con mayor reconocimiento social, con mayor legitimidad por el conocimiento que tiene de ellos la ciudadanía", ha señalado a Redacción Médica Ignacio Martínez, profesor en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sobre la renovación del PSOE que tiene que ver con una "necesidad estratégica" ante la pérdida del "poder autonómico".

Esos nuevos liderazgos serán ejercidos por actores políticos de un gobierno "que ha tenido que recurrir a pactos y acuerdos con muy diferentes fuerzas políticas", tal como explica el especialista, desde una perspectiva de descentralización o del aumento de un modelo federal, por lo cual, el planteamiento de un posible cambio relacionado a la gestión del sistema o modelo de salud es poco probable. "Me cuesta ver cómo estos ministros si formaran parte de un gobierno autonómicos, si fueran presidentes o presidentas autonómicas, que su política entrara en contradicción con cuál ha sido la apuesta política impuesta por una realidad, por un cambio en la estructura política de nuestro país", ha destacado.

Y es que la gestión sanitaria es una problemática que fue abordada por Montero en la presentación de su candidatura en Sevilla, con las demoras de hasta "10 días" para acceder a citas en Atención Primaria. "Me cuesta también ver que la tendencia vaya a ser hacia la búsqueda de propuestas más unitarias. Estamos hablando de salud, pero creo que haría la misma reflexión cuando hablamos de educación o de vivienda", ha enfatizado Martínez.

De la misma forma lo ha analizado Sergio Minué, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, doctor en Economía y profesor por más de dos décadas de la Escuela Andaluza de Salud Pública, quien ha descartado que la renovación de liderazgos socialistas pueda desencadenar en alguna iniciativa para modificar el sistema sanitario ya existente y que, por el contrario, continuará en una "línea absolutamente divergente". "No creo que vayan a hacer nada que pudiera, de cierta manera, ser una alternativa a la línea oficial homogénea y ortodoxa. Y, en ese aspecto, creo que van a seguir haciendo lo mismo que han hecho hasta ahora", ha puntualizado a este periódico.

Financiación y defensa de lo público

Por otro lado, Ignacio Martínez ha indicado que esta renovación propone el "refuerzo de una alternativa política que vaya a defender los sistemas públicos". "Entiendo que sí que hay una búsqueda del fortalecimiento y una profundización de los modelos públicos o de los sistemas públicos de salud frente a las alternativas que en algunas comunidades autónomas, parece, están tomando una deriva hacia la privatización, hacia el debilitamiento del sistema o hacia sistemas duales en los que lo privado tiene mucha más fuerza", ha detallado en su análisis. Ante el escenario de próximos procesos electorales y el posible cambio de colores políticos, "sin duda" sería favorable "a una mayor facilidad de financiación" y, por lo tanto, "apoyo a la gestión y defensa de un modelo de Estado" en el que lo público "tiene un papel más importante".

Hiperliderazgos o ausencia de figuras políticas

"No sé cuántas veces se ha dado que una persona que ha fracasado en la política autonómica, ha sido recuperada para la política nacional de forma inmediata", ha planteado Ignacio Martínez a la estrategia que aplica el PSOE en el caso de María Jesús Montero, a quien ha calificado como un "activo político irrenunciable" para el partido. Por ello, se ha preguntado: "¿Hasta qué punto los hiperliderazgos pueden ser tan relevantes dentro de nuestra política?".

"Una persona puede ser ministra de Hacienda, vicepresidenta primera, la responsable del PSOE en Andalucía y líder de la oposición. Estamos lanzando un mensaje excesivamente negativo de que los liderazgos son muy relevantes", ha cuestionado. Y es que asignar tantas responsabilidad a una misma figura puede generar también la percepción de que "nadie más puede asumir ese trabajo", lo que considera como un mensaje "peligroso y desmovilizador" que puede causar frustración en los territorios.

No quedan fuera del análisis complicaciones relacionadas a la capacidad física de asumir tantos puestos al mismo tiempo, la exigencia de los cargos de responsabilidad, así como incluso conflictos de intereses y agendas cruzadas que no sean compatibles con los estándares de democracia establecidos en el país.