El 2020 llegó a duplicar la tasa de muertos entre comunidades autónomas

Aunque la pandemia golpeó de lleno a España en conjunto, las diferencias entre comunidades autónomas en cuanto a indicadores Covid-19 continúan haciéndose patentes. Prueba de ello son los niveles de mortalidad registrados en 2020, con hasta 8 puntos de distancia en función del código postal. 

El 'año Covid' situó la tasa bruta de mortalidad en 10,40 muertes por cada 1.000 habitantes, es decir, un 17,7 por ciento más que en 2019, cuando el ratio fue de 8,83 decesos, de acuerdo con los indicadores definitivos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, esta cifra es el doble en unos territorios con respecto al resto. 

La cifra más elevada la registró Castilla y León, con 15,14 decesos por cada millar de personas, tras experimentar el mayor incremento interanual. En concreto, la tasa de esta comunidad se elevó más de 3 puntos, desde las 11,95 muertes por cada 1000 habitantes notificadas en 2019. 

Le sigue, de cerca, Asturias, con 14,33 decesos para esta cantidad de población y un aumento de 2 puntos respecto al año anterior, Castilla-La Mancha (12,65) y Aragón (12,55). También propasan la media nacional Extremadura (12,37), Galicia (12,17), La Rioja (11,70), Cantabria (11,11) y País Vasco (11,08). 

Menor mortalidad en los archipiélagos 

A mitad de tabla se encontrarían Navarra (10,14) y Cataluña (10,42), a pesar de ser esta última la comunidad que más decesos contabilizó en todo 2020, con 79.784 defunciones. Por debajo de las dos cifras aparece Madrid (9,86), otra de las regiones que mayor número de muertes acumuló el año de pandemia, Comunidad Valenciana (9,64), Andalucía (9,25) y Murcia (8,25). 

Según el documento, Baleares (7,04) y Canarias (7,34) serían, junto a Ceuta y Melilla, los territorios con menor tasa bruta de mortalidad el año pasado, la mitad que en Castilla y León. 

La cifra de mortalidad registrada en 2020 es, de hecho, la más alta de toda la serie histórica iniciada en 1975. Después de rondar las 9 muertes por cada 1.000 habitantes, en 2019, este indicador volvía a alejarse de los 10 puntos, descendiento hasta los 8,8 decesos por cada millar de ciudadanos.