está a la vuelta de la esquina. El
de manera prioritaria y los epidemiólogos señalan que el 70 por ciento de los españoles deben estar vacunados para alcanzar la inmunidad de grupo. Sin embargo, la vacunación frente al coronavirus pone sobre la mesa un dilema ético: ¿Se puede
El presidente del
Comité de Bioética del Ministerio de Sanidad, Federico Montalvo, ha puesto de manifiesto a
Redacción Médica que obligar a vacunar, aunque sea frente al coronavirus, despierta importantes
problemas éticos. "Los criterios que se han manejado para determinar los grupos prioritarios para recibir la vacuna son 2, fundamentalmente: uno es el
riesgo de mortalidad del individuo, donde entran factores en juego como la edad y la comorbilidad, y el r
iesgo de transmisión. Es en el primero de los grupos donde no sería ético vacunar", explica.
Montalvo argumenta que los grupos seleccionados por el primero de los criterios han sido considerados prioritarios "para
proteger su propia seguridad, no la salud de terceros.
Obligar a alguien a vacunarse cuando estás protegiendo su salud, es más discutible que cuando es para proteger a otras personas".
Obligar a los médicos a vacunarse "sí sería ético"
Que no haya argumentos éticos a favor de obligar a las personas a vacunarse para proteger su propia salud no implica que sí los haya para otros grupos de personas, las que atienden al segundo criterio señalado. "Estaría justificado obligar a vacunar a
personas que podrían extender el virus, y en este grupo
entrarían los médicos y el resto de profesionales sanitarios. Aquí no está en juego la seguridad de uno mismo, sino la de los demás".
Montalvo explica que obligar a vacunar a los médicos sería cumplir "con su propio
código deontológico. Para cumplir la
premisa 'primum non nocere' (primero no hacer daño) deben vacunarse contra el coronavirus, de otra forma estarían poniendo en riesgo a los pacientes y contraviniendo sus propios principios deontológicos".
No obstante, aunque de acuerdo a
Ley General de Salud Pública "hay normas suficientes para adoptar una medida de vacunación obligatoria en un contexto pandémico como en el que estamos, no es conveniente promover la obligatoriedad en la vacunación, es
una herramienta legal que debería quedar postergada".
Montalvo argumenta que la obligación de vacunarse "
generaría más problemas que beneficios y podría alimentar a los movimientos antivacunas, que confundan información con opinión. Si se impone la vacunación, generará recelos en la población".
¿Qué ocurre si una persona prioritaria para la vacuna decide no ponérsela?
"Tengo la esperanza de que la vacuna va a tener éxito por ella misma.
La tasa de vacunación de la gripe ha sido de las más altas este año. Creo que cuando la vacuna esté disponible, la gente se la ponga y vea que es segura,
se revertirá el escepticismo que recoge el CIS".
Otro punto a estudiar sería ver qué ocurre cuando un miembro de los grupos prioritarios rechaza ser vacunado. En este sentido, "si una persona mayor decide no vacunarse en la primera fase, habría que estudiar si pasarle al último lugar o si se debería respetar su prioridad. En mi opinión, el hecho de que alguien rechace ahora vacunarse
no debería generar sanción directa o indirecta".