Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
Los epidemiólogos se preguntaban si después del puente de la Constitución ocurriría lo mismo que los días posteriores a Acción de Gracias en Estados Unidos, es decir, si se dispararían los casos de Covid-10 y las muertes. Esta semana parece indicar que, efectivamente, ha sido así.
Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), considera que "estamos en un momento crítico", por lo que
llama a mirar a otros países como Alemania y tomar medidas más duras, como evitar los viajes y algunas celebraciones esta Navidad.
"Durante esos días de diciembre hubo transmisiones que ahora empezamos a ver. El problema es que están aumentando las cifras y lo previsible es que sigan subiendo", asegura.
España aún no llega a la indicencia acumulada de otros países, pero resalta que, "de entrada, hay que tener en cuenta que 200 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días es ya una incidencia alta". Este mismo martes 17, 46 profesionales sanitarios de hospitales de Barcelona (Vall d'Hebron, Hospital Clínico, Hospital del Mar y Hospital de Sant Pau) y de centros de Atención Primaria han enviado una carta para pedir prudencia.
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En la carta, los profesionales comparan las muertes de la primera ola de la pandemia con los accidentes aéreos: "Es como si cada día en España se estrellara un avión tipo Airbus 320 (los días mejores) o un Boeing 747 (los días peores)". "
El número de aviones que se estrellarán en los próximos meses dependerá de lo que hacemos en las próximas semanas y en las fiestas de Navidad. De todos nosotros depende y será nuestra responsabilidad", añaden estos sanitarios de distintas especialidades.
"Las ventajas de algunos países europeos es que ofrecen ayudas económicas a los comercios que cierran"
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"Tal y como está la situación ahora mismo, deberíamos hacer como Alemania, Francia u otros países europeos, que han cerrado todo haste enero, incluso las pistas de esquí y bares y restaurantes. Aunque las ventajas de algunos de estos países es que
pueden ofrecer ayudas económicos a todos estos comercios. En España lo ideal sería actuar igual, Porque, de lo contrario, en enero estos países tendrán una incidencia más baja, lo contrario que aquí", afirma por su parte Caylà.
El experto también recuerda que
más del 20 por ciento de las camas de cuidados intensivos (UCI) están ahora mismo ocupadas por pacientes Covid.Pero se necesitarán más para otros enfermos. En su carta, los profesionales de Cataluña recuerdan los daños colaterales de la pandemia: "En lo que va de año, y respecto al mismo periodo del año pasado, hemos diagnosticado un 15 por ciento menos de enfermos con cáncer y hemos dado un 40 por ciento menos de primeras visitas de enfermedades mentales". "Además
el personas sanitario está muy cansado. Lógicamente necesita sus días habituales de descanso en estas fiestas. Es un periodo muy complicado, con muchos días de riesgo para la transmisión", asegura el epidemiólogo.
Todo esto hace que, en opinión de la SEE, se deba evitar incluso e
l riesgo por el desplzamiento entre comunidades autónomas, especialmente porque puede ser masivo y en transporte público. Y porque en muchas circunstancias, aunque solo viaje el núcleo familiar y en el mismo coche, irán a ver a familiares y hasta a quedarse en sus domicilios, lo que favorece la transmisión.
Restringir las celebraciones
Otra de las medidas por las que apuesta Epidemiología es
limitar el número de celebraciones de estas fiestas y restringirlas al núcleo familiar con, como mucho, dos celebraciones con otra burbuja. "El problema que tenemos es que corre más el virus que algunas medidas políticas. Hemos de tomar ejemplo de países que lo han controlado mejor hasta ahora, entre los que no está España", explica.
"Todos deberíamos ser conscientes de que es una pandemia muy severa y que
cada día en España sumamos más de 200 muertes", recuerda el epidemiólogo.
Algo parecido piensan en Atención Primaria.
Lorenzo Armenteros, miembro de la Junta Directiva de la SEMG, señala que su sociedad científica tiene que asumir las normas que el estado y las comunidades autónomas hayan realizado como mecanismo para reducir el número de contagios, pero que
lo aconsejable es que "no existieran desplazamientos".
"Deben celebrar las fiestas los convivientes en la zona donde viven, porque entre familiares existe una falsa seguridad. Y si no son del mismo ámbito, el riesgo es el mismo que una persona desconocida. Lo aconsejable este año es que se evieten desplazamientos, no se hagan muchas reuniones y se limiten las celebraciones a convivientes", afirma.
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