Covid-19: el Clínico mantiene su actividad contra maltratos en la pandemia

El equipo multidisciplinar que compone la Comisión contra la Violencia del Hospital Clínico San Carlos, ha editado un vídeo para recordar a sus profesionales y usuarios, que su actividad no ha parado durante el confinamiento y que siguen trabajando para ayudar a detectar, prevenir y atender de forma integral a las víctimas de cualquier tipo de violencia.

Además, insisten en la necesidad de que los profesionales de los servicios sanitarios, desde la posición privilegiada que les da su actividad, sean agentes activos para ayudar a la prevención y detección de posibles situaciones de maltrato, especialmente en grupos vulnerables como son los menores, personas mayores y mujeres víctimas de abusos sexuales, mutilación genital o violencia de género.

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Este video fue presentado por la psicóloga clínica del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, Patricia Villavicencio, el pasado 20 de agosto, en la reunión de trabajo de Covid-19 and interpersonal violence, perteneciente a la Asociación de Psicólogos Americanos (APA), que ha dirigido Lenore Walker, creadora del ciclo de la violencia y del síndrome de la mujer maltratada, que ha ayudado a sensibilizar a la sociedad americana sobre este problema y a defender a muchas de estas mujeres ante los tribunales de EE.UU. y a nivel internacional. 

La doctora Villavicencio presentó también en este foro, todas las iniciativas que está llevando a cabo esta comisión en el Clínico San Carlos, especialmente las dirigidas a detectar la explotación sexual de mujeres y niñas y de cómo afecta este maltrato a su salud mental.

Todos los tipos de violencia han aumentado durante los meses de confinamiento como consecuencia del coronavirus, ya que ha reforzado la situación de aislamiento en la que se encuentran miles de personas que conviven con su agresor. Este hecho de no poder salir de casa también ha provocado que muchas de estas víctimas tengan más difícil el acceso a los recursos de protección de los que dispone el Servicio Madrileño de Salud.

Además, se estima que la crisis económica provocada por la pandemia también afecte a estos grupos más vulnerables que, en muchos casos, dependen económicamente de sus agresores. Esta situación ha afectado especialmente a las mujeres y las niñas en todo el mundo.

Según se recoge en estudios realizados por la ONU Mujeres, en el último año, alrededor de 243 millones de mujeres y niñas de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental. Es muy probable que esta cifra aumente debido al avance de la pandemia de Covid-19, que ha afectado tanto al bienestar de las mujeres como a su salud sexual y reproductiva, y a su salud mental.

Siguiendo las directrices de la Comunidad de Madrid, el Hospital Clínico San Carlos creó en el año 2006, la Comisión Hospitalaria contra la Violencia, integrada por un grupo multidisciplinar de profesionales- trabajadores sociales, enfermeras, matrona, psicólogo clínico y médicos de los Servicios de Urgencias, Cirugía General, Traumatología, Pediatría, Ginecología, Geriatría, Psiquiatría, Medicina Interna y Medicina Legal, un representante de la Unidad de Calidad y un miembro de la Dirección de Enfermería.

Este equipo se ocupa de la actualización de los procedimientos de actuación contra toda forma de violencia y maltrato en mujeres, población infantil y personas mayores; el registro de casos de violencia detectados; la presencia activa en foros de participación institucional como el Observatorio Regional de Violencia de Género, la difusión en los servicios clínicos mediante sesiones divulgativas; el soporte legal, la protección de los datos personales de estas víctimas y la elaboración de procedimientos y guías de actuación ante el maltrato infanto-juvenil y a personas mayores, violencia de género, mutilación genital femenina y sumisión química.

Por otra parte, el Clínico San Carlos cuenta con un programa informático pionero, que garantiza la seguridad de los pacientes, disociando los datos al ingreso, es decir, oculta automáticamente los datos de los pacientes maltratados.