Cuadro con la evolución de los episodios de urgencias hospitalarias relacionadas con el consumo de drogas desde 1996 hasta 2015.
La
cocaína y el
cannabis estuvieron relacionadas con más del 40 por ciento de las
urgencias hospitalarias en España vinculadas con el consumo de
drogas en 2015, según el informe
Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España de 2017 del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad.
De acuerdo con estos datos, en 2015 se notificaron 10.163 casos de urgencias en los que la historia clínica recogía el consumo no terapéutico o médico de alguna droga, de los cuales 5.238 (el 51,5 por ciento) estaban relacionados directamente con el abuso de estas sustancias. Por lo tanto, el consumo de drogas estuvo vinculado con más de la mitad de los casos de urgencia en los que se detectó la presencia de estupefacientes en los pacientes.
La
cocaína ocupa un lugar destacado al estar relacionada directamente con el 43 por ciento de los casos de urgencias atendidos. En este sentido, se mantiene la tendencia de los últimos años, pues este estupefaciente es la droga que más urgencias lleva provocando desde 1998, cuando superó a la
heroína.
El
cannabis, por su parte, ha estado vinculado con el 42 por ciento de los episodios de urgencia en 2015, unas cifras que lo colocan por primera vez como la segunda droga que más atenciones sanitarias de este tipo provoca. Es la única sustancia en la que se observa una clara tendencia ascendente, lo que la ha colocado a poca distancia de la cocaína y por encima de las atenciones relacionadas con el alcohol.
El tercer lugar lo ocupan, por tanto, las
atenciones vinculadas al alcohol. No obstante, desde el Ministerio de Sanidad advierten que esta sustancia sólo se registra cuando se presenta junto a otra droga, por lo que las cifras chequeadas “representan sólo datos parciales del impacto de su consumo en los servicios de urgencias”.
Muy por debajo de estos tres estupefacientes se sitúan las
atenciones provocadas por los hipnosedantes, en torno al 15 por ciento de los episodios de urgencias, la heroína, las anfetaminas, el éxtasis o los alucinógenos, todas ellas por debajo del 10 por ciento.
El cannabis, única droga en claro ascenso
Los datos del informe sobre el consumo de drogas muestran que las tendencias sobre el abuso de estupefacientes en España se mantienen en cifras similares a las de los últimos años. Así, se observan pequeñas variaciones ascendentes o descendentes en la mayoría de ellas, a excepción del
cannabis, que ha protagonizado un aumento espectacular en su relación con las urgencias sanitarias provocadas.
Y es que en 2015, último año del que se tienen datos estadísticos, se colocó como la segunda droga que estaba relacionada con atenciones sanitarias de urgencia, superando por primera vez al alcohol y protagonizando un crecimiento de más cinco puntos con respecto a 2014.
Además, se trata de la única sustancia cuya relación con las atenciones de urgencias ha ido creciendo de forma exponencial desde finales de los noventa. De este modo, mientras que en 1996 apenas estaba presente en el seis por ciento de las historias clínicas, en 2015 estuvo relacionada con el 42,2 por ciento. Asimismo, si se observa su curva de crecimiento, éste sólo se ha estancado en 2002, 2007 y 2012, pero en ningún momento ha remitido, como sí ha ocurrido con el resto de drogas.
La heroína, leve repunte tras un gran descenso desde los noventa
El caso contrario lo protagoniza la
heroína, que a finales de los noventa era, con diferencia, la sustancia que aparecía en más episodios de urgencias, casi en el 60 por ciento de los casos. Sin embargo, estas cifras se desplomaron en los últimos años del pasado siglo, y ya para 1998 la cocaína la había superado. En 2015 se había convertido en el quinto estupefaciente que aparecía en este tipo de atenciones, pese a que había experimentado un leve repunte entre 2014 y 2015.
La cocaína, que desde 1998 es la sustancia que más aparece en las historias médicas de los pacientes de urgencias, tuvo dos importantes picos en 2005 y 2008, cuando se situó cerca del 60 por ciento, pero en los últimos años ha experimentado un acusado descenso hasta estabilizarse, desde 2010, en torno al 40 por ciento.
Alcohol, hipnosedantes, anfetaminas, éxtasis o alucinógenos, por su parte, se mantienen en cifras parecidas a los años anteriores, sin que hayan experimentado grandes aumentos o descensos.
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