Antonio Matador. |
María Márquez. Madrid
El Sindicato Médico del Principado de Asturias (Simpa) condicionó su “sí” en la última ejecutiva nacional de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) a su posterior ratificación en una ejecutiva autonómica. Esto ha tenido lugar este martes, con una votación que se ha saldado sin apoyo unánime: nueve votos a favor, dos en contra y una abstención.
Antonio Matador, secretario del Simpa, califica el resultado de “mayoría importante”. En clave optimista, continúa con lo manifestado tras la reunión en Madrid el pasado 25 de septiembre: “Estamos muy preocupados, pero unidos estaremos mejor ante los tiempos que se avecinan”. Esa preocupación sigue procediendo de las intenciones del Ministerio de Sanidad ante la homogeneización de las Unidades de Gestión Clínica. Los facultativos asturianos temen que Sanidad pretenda cambiar el régimen de los estatutarios para convertirlos en personal laboral. Pero por el momento, confían en la palabra del secretario general de CESM, Francisco Miralles, quien sigue recalcando que el objetivo es impedir que la sanidad deje de ser pública y que haya cambios jurídicos que perturben el ejercicio profesional.
Tal y como declaró en su momento Matador a Redacción Médica, el sindicato autónimico no aprobó "las formas" con las que la Confederación gestionó su participación en el acuerdo marco con el Ministerio a través del Foro de la Profesión Médica. Para el Simpa, la firma del 30 de julio fue "precipitada".