Redacción. Amsterdam
Cuanto mayor es el gasto sanitario de un gobierno nacional de la Unión Europea (UE), menor es el número de muertes tras el diagnóstico de cáncer en ese país, según ha revelado una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo del Cáncer 2013.
Los autores del estudio, publicado simultáneamente en la revista científica especializada ‘Annals of Oncology’, han indicado que una riqueza y un gasto sanitario mayores están asociados tanto con una mayor incidencia del cáncer como con una menor mortalidad por esta enfermedad, resaltando el caso específico del cáncer de mama.
Felipe Ades. |
Felipe Ades, oncólogo médico del Breast European Adjuvant Studies Team (BrEAST), y el resto del equipo de investigación obtuvieron los datos sobre población, incidencia del cáncer y mortalidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
En el estudio se ha analizado indicadores de riqueza y gasto sanitario tales como el producto interior bruto (PIB) de cada país, sus porcentajes del PIB invertidos en sanidad y sus gastos sanitarios por persona y año, y los han comparado con sus estimaciones del porcentaje de pacientes que mueren tras un diagnóstico de cáncer.
Mientras que la población de Europa occidental, de unos 400 millones de personas, casi cuadriplica la de Europa oriental, el PIB total de los países occidentales es diez veces mayor que el de los orientales. Los investigadores también han encontrado diferencias significativas entre los gastos sanitarios de estos países.
El punto de corte entre el gasto sanitario de los países occidentales y orientales está en unos 2.600 dólares por persona y año. Así, entre los occidentales, Portugal tiene el menor gasto por cápita: 2.690 dólares, mientras que entre los orientales, Eslovenia tiene el mayor: 2.551 dólares. En Europa oriental, Luxemburgo destina la mayor cantidad (6.592 dólares por persona y año) y, en la oriental, Rumania destina la menor (818 dólares).
Los investigadores del estudio han descubierto que, en proporción, Europa oriental presenta una menor incidencia del cáncer y una mayor mortalidad, y que ocurre lo contrario en la Europa occidental.
Así, en los países que gastan menos de 2.000 dólares per cápita en sanidad, como Rumanía, Polonia y Hungría, en torno al 60 por ciento de los pacientes muere tras el diagnóstico de cáncer. En países que destinan entre 2.500 y 3.500 dólares el porcentaje desciende hasta un 40 por ciento o 50 por ciento, como es el caso de Portugal, España y Reino Unido. Ya subiendo a los 4.000 dólares, muere menos del 40 por ciento de los pacientes, como en los casos de Francia, Bélgica y Alemania.