Vanesa Esteban, jefa de grupo en el IIS-FJD, fue pionera al introducir la base molecular en el manejo de estos episodios

 Vanesa Esteban, jefa del Grupo de Inmunología del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz y pionera en investigación para la prevención de anafilaxia
Vanesa Esteban, jefa del Grupo de Inmunología del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz


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Cinco minutos. Es el tiempo que puede tardar una persona en traspasar el umbral de riesgo mortal durante un shock anafiláctico Sin embargo, a día de hoy, son pocos los esfuerzos investigadores encarados hacia la prevención de este tipo de eventos alérgicos. De hecho, seguiría siendo un terreno inexplorado en España de no ser por la labor de profesionales como Vanesa Esteban. Aunque su grupo de investigación en el departamento de Inmunología del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) ha conseguido demostrar la eficacia en modelos animales de una nueva herramienta profiláctica en pacienes propensos a este tipo de reacciones alérgicas, la bióloga molecular considera que todavía estamos muy lejos de poder "discriminar quién está en riesgo de sufrir una anafilaxia grave". 

Hará falta una década para poder trasladar el conocimiento adquirido durante 4 años por su equipo en el laboratorio a la práctica clínica en el Sistema Nacional de Salud, según los cálculos que maneja Esteban. Los aspectos limitantes son varios, cuenta la profesional a Redacción Médica. De hecho, la anafilaxia sigue siendo todavía un nicho minoritario dentro de una especialidad "rezagada" como es Alergología, una especialidad que todavía enfrenta ciertas limitaciones en cuanto a investigación.

Prevención de shock anafiláctico 


Algo de lo que tuvo constancia hace ya 10 años, cuando regresaba a España tras su paso por el Hospital Gentofte de Copenhague. "Los microRNAs o las vesículas extracelulares, que allí eran como el pan nuestro de cada día, no estaban ni de lejos abordados ni explorados desde ningún tipo de grupo, ni a nivel nacional ni casi a nivel mundial", relata la profesional, prácticamente pionera en introducir la perspectiva molecular y celular en el manejo de patologías inflamatorias agudas en el seno de la Ciencia Española, cuando "las rutas de señalización de mecanismos, de endotipos o de fenotipos", eran algo todavía prácticamente desconocido. 

Abordar el estudio de las bases moleculares de estas reacciones tampoco "es una tarea sencilla" de base, reconoce. A diferencia de los pacientes asmáticos o con aterosclerosis la ventana de oportunidad para extraer muestras es especialmente reducida, puesto que, en estas situaciones de emergencia, la prioridad es "salvar la vida de la persona". 

No obstante, los genes están empezando a dar respuestas clave a nivel preventivo gracias a la perseverancia en la búsqueda de biomarcadores. Su principal línea de investigación basada en nuevos elementos moleculares discriminantes, ha logrado identificar diferentes microRNAs que permitirían distinguir una reacción derivada de alimentos de otra producida por la ingesta de ciertos fármaco o "ciertos procesos que ocurren en determinados fenotipos". 

Protección farmacológica frente a anafilaxia


Gracias a este descubrimiento, Esteban y su equipo han sido capaces de desarrollar y patentar un fármaco que "protegería en cierta manera la apertura de la barrera endotelial de los vasos sanguíneos", es decir, "la permeabilidad vascular que acontece a la vez que la anafilaxia", previniendo la bajada de temperatura e incluso la mortalidad asociada a esa reacción. Una vez comprobada su eficacia en modelo de ratón, el siguiente paso será probar el tratamiento en humanos para averiguar qué tipo de pacientes son propensos a vivir una reacción alérgica de este tipo. "Estamos en fase de publicación y hablando con los clínicos para que nos aconsejen cuál es el mejor escenario para implantar un ensayo", explica la también secretaria del Comité de Interés de Anafilaxia de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).


"Ya no podemos decir que la anafilaxia es una situación aguda y ya está."



La aparición de nuevos mecanismos operativos en estos últimos 10 años, más allá de las células efectoras típicas, el mastocito, la liberación de histamina, la triptasa sérica -que es lo que se utiliza en clínica para confirmar que hay una reacción de esta índole-, han obligado a ampliar la definición de anafilaxia, descrita históricamente como reacción alérgica, tipo 1, de hipersensibilidad, puramente alérgica. "Ya no podemos decir que es una situación aguda y ya está. El paciente que tiene anafilaxia se convierte en un paciente crónico susceptible de vivir más anafilaxias", detalla, lo cual, exige "más financiación, más investigación y más herramientas para constatar esto y que se traduzca en un beneficio en la clínica". 


Periplo para conseguir financiación


En este sentido, la bióloga agradece enormemente el soporte brindado por la Seaic a la hora de conseguir respaldo económico para desarrollar sus proyectos de investigación sobre nuevos elementos moleculares, como las vesículas extracelulares o exosomas y los metabolitos, en muestras biológicas de pacientes con reacciones de anafilaxia. En concreto, Esteban "se puso manos a la obra" para establecer un protocolo que permitiera conseguir este tipo de pruebas fuera de laboratorio, es decir, en las consultas, en los Servicios de Urgencias o en las salas de provocaciones a nivel nacional, gracias a la colaboración de los facultativos. 

La profesional empezaba entonces a sembrar en el Sistema Nacional de Salud todo el conocimiento adquirido en el laboratorio de Dinamarca, "muy interesado en la biología molecular en el contexto de la alergia". Allí "chocaría con la anafilaxia", justo en el momento en el que la profesional debía desarrollar su línea de interés para constituirse como investigadora principal (IP). Dos años después, en 2015, regresaría a "su casa", a través de un contrato investigador Ramón y Cajal, "una de las pocas opciones que tienen los científicos para empezar su andadura como independientes", equipada con una buena lista de facultativos de referencia "para poder empezar a colaborar y establecer su línea de investigación". 

"Me decían, ¿dónde vas? Tú tienes muy buen currículum, pero no tienes equipo. Es verdad que en el contexto de la red de alergia encontré esos apoyos de gente más consolidada, sobre todo clínicos, que me apoyaron y empecé a tener mis primeros proyectos. Y ya uno detrás de otro, viento en popa", reconoce la actual jefa de grupo del IIS-FJD, donde realizaría, hace ahora 25 años, su tesis doctoral.  
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