Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte a nivel mundial

Radiología señala a las pruebas de imagen ante la enfermedad cardiovascular
Antonia Arjonilla, vocal de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram).


29 sept. 2024 10:05H
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Las pruebas de imagen avanzadas, como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) cardíaca, son claves para conseguir una prevención efectiva que permita reducir la incidencia y mortalidad producida por la enfermedad cardiovascular, pone de manifiesto la radióloga cardiotorácica, Antonia Arjonilla, vocal de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), en el día mundial del Corazón, junto a María José Calero Rueda, cardióloga del Hospital Rey Juan Carlos.

Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte a nivel mundial. Según la OMS, más de 17 millones de personas fallecen anualmente por esta causa que incluye patologías tan frecuentes como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca y el ictus. Además, su incidencia continúa incrementándose en las últimas décadas. Por todo ello, las estrategias de prevención forman parte de la mayoría de las políticas gubernamentales, cada vez con mayor fuerza, considerándose una prioridad en la salud pública debido a que la mayoría de los factores de riesgo son modificables (hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, tabaquismo, sedentarismo, etc.).

El diagnóstico y la intervención precoz sobre estos factores de riesgo con cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicio) y, en algunos casos fármacos ha permitido disminuir o retrasar la aparición de la enfermedad cardiovascular.

“La posibilidad de detectar la enfermedad cardiovascular subclínica, es decir, antes de que el paciente presente síntomas, es fundamental para intentar detener su evolución hacia una enfermedad cardiovascular establecida con eventos graves que provoquen una importante morbilidad y altas cifras de mortalidad en los pacientes” comenta Calero. Además, “nos permitirá desplegar las herramientas preventivas de estilo de vida y farmacológicas que puedan evitar enfermedad cardiovascular grave a futuro”.

Arma diagnóstica


Las pruebas de imagen avanzadas como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) cardíaca han supuesto un arma diagnóstica importantísima y complementan, con una alta exactitud diagnóstica, las pruebas ya existentes para la evaluación del riesgo cardiovascular de un paciente o para detectar la existencia de una enfermedad cardiovascular ya establecida pero aún sin síntomas. “Por tanto, son claves para conseguir una prevención efectiva que permita reducir la incidencia de enfermedad cardiovascular en la población permitiendo así disminuir la mortalidad, conseguir una mayor longevidad y una mayor calidad de vida” puntualizan las Dras.

Pruebas de imagen avanzadas


Los protocolos en TC de puntuación de calcio coronario, sin contraste y de baja radiación, son especialmente útiles para la estratificación del riesgo vascular y permiten realizar la detección temprana de enfermedad subclínica sobre todo en poblaciones especiales de alto riesgo como los pacientes con hipercolesterolemia familiar. Las especialistas comentan que “cuanto mayor sea la puntuación de calcio coronario, mayor es la probabilidad de que el paciente desarrolle eventos cardiovasculares en los años siguientes”.

El AngioTC coronario con contraste yodado permite detectar la existencia de placas de aterosclerosis en las arterias coronarias como indicador de riesgo vascular del paciente, así como evaluar el grado de obstrucción que producen en las mismas. La existencia de dichas placas obliga a reestratificar el riesgo del paciente, permitiendo ser más estrictos en su control de factores de riesgo y, por lo tanto, disminuyendo la incidencia de enfermedad cardiovascular. “Si las placas de aterosclerosis están produciendo una estenosis severa se podrán prevenir eventos cardíacos mayores procediendo a la revascularización de dichas estenosis mediante un cateterismo” según Calero.

La resonancia magnética cardiaca permite identificar alteraciones en la estructura del miocardio o anomalías en la función cardíaca gracias a su extraordinaria capacidad para obtener imágenes del corazón de alta calidad incluso en pacientes con elevado índice de masa corporal. “Permite, sin necesidad de radiación, estudiar el tejido miocárdico, las válvulas cardíacas, y medir de forma precisa la función cardiaca además de otras muchas prestaciones. Su característica diferencial es su capacidad para detectar fibrosis o cicatrices miocárdicas gracias al contraste de gadolinio” explica Arjonilla.
 
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