El trastorno de estrés postraumático, entre otros, vería revolucionado su tratamiento de confirmarse el descubrimiento.
4 abr. 2017 18:20H
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Investigadores de la Universidad de Zurich (Suiza) y la Universidad College de Londres (Reino Unido) han descubierto que la doxiciclina, un antibiótico de uso común, sirve para interrumpir la formación de miedos o pensamientos negativos en el cerebro, algo que sería de suma utilidad para prevenir el trastorno de estrés postraumático.
Los resultados del ensayo clínico, publicados en la revista Molecular Psychiatry, en el que participaron 76 voluntarios sanos, han demostrado que quienes recibieron este fármaco tuvieron una respuesta al miedo un 60 por ciento más baja que quienes recibieron placebo.
Los científicos creen que esto es posible gracias a que el antibiótico bloquea ciertas proteínas fuera de las células nerviosas, conocidas como enzimas matriz, necesarias para que el cerebro pueda formar recuerdos. “Hemos demostrado una prueba de concepto para desarrollar una estrategia completamente nueva para tratar este trastorno”, según ha destacado Dominik Bach, uno de los autores de este trabajo.
En el estudio los voluntarios que recibieron doxiciclina o placebo participaron posteriormente en una prueba por ordenador, en la que la pantalla parpadeaba azul o rojo y uno de los colores se asociaba con un 50 por ciento de probabilidades de sufrir una pequeña pero dolorosa descarga eléctrica.
Después de 160 apariciones de colores de forma aleatoria, los participantes aprendieron a asociar el color malo con la descarga. Una semana después, sin ninguna medicación, los voluntarios repitieron el experimento y, aunque esta vez no hubo descargas eléctricas, sí aparecía un fuerte sonido justo después de cada color.
Cómo reaccionar ante el color ‘bueno’ o ‘malo’
Las respuestas de miedo se midieron mediante el seguimiento de los parpadeos de los ojos, ya que es una respuesta instintiva a las amenazas repentinas, y la memoria del miedo se calculó restando el tiempo de reacción ante el sonido del color 'bueno' al tiempo de reacción ante el color 'malo'.
Así, la respuesta al miedo fue un 60 por ciento menor en aquellos que habían recibido la doxiciclina en la primera sesión, al tiempo que tampoco detectaron otros marcadores cognitivos como la memoria sensorial o la atención.
“Cuando hablamos de reducir la memoria del miedo, no estamos hablando de borrar la memoria de lo que realmente sucedió”, ha asegurado Bach, ya que los participantes no olvidan que recibieron una descarga cuando la pantalla se ponía en rojo. Lo que olvidaban, según ha aclarado, es a estar asustados de forma instintiva cuando esto sucede.
“Aprender a temer a las amenazas es una habilidad importante que nos ayuda a evitar los peligros. Pero la sobre-predicción de la amenaza puede causar un tremendo sufrimiento y angustia en los trastornos de ansiedad como el estrés postraumático”, ha señalado este experto.
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