El manejo de adicciones en España exige "una apuesta tecnológica"

El impacto de las adicciones tecnológicas se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de la Comunidad de Madrid y, concretamente, de Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría de Adultos y codirector del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Esta institución, que empezó a caminar en 2019 y que integra al Centro AdCom contra las adicciones comportamentales, lleva años recopilando datos acerca de cómo se puede afinar la evaluación y el tratamiento de este tipo de trastornos de forma pionera en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Para poder extrapolar la labor del centro a otros lugares en España, el facultativo considera que haría falta “una apuesta tecnológica y de recursos similares al que ha realizado la Comunidad de Madrid y el Hospital Gregorio Marañón para su implementación”. 

El psiquiatra confirma que, actualmente, “hay trastornos, como la depresión, que se vulgarizan y acaban difuminándose los límites que tienen como enfermedad. Esto pasa también con algo tan de moda como las Adicciones Comportamentales (AdCom)", relata. 

Ferre asegura que, hoy en día, es muy frecuente escuchar expresiones como “adicción al móvil, a internet, a la pornografía… etc.”. Sin embargo, el especialista tiene la certeza de que las personas que realmente son adictas “comparadas con las que usan y abusan de conductas como apuestas, videojuegos, sexo, compras y redes sociales, son realmente muy pocas. Por eso es importante saber identificar una AdCom. En este sentido, asegura, es necesario usar "instrumentos objetivos, científicamente validados y adaptados a la población española”. Este es el método que se utiliza en el Centro AdCom, como es “el cribado digital que se realiza con los pacientes que acceden al programa”.

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"Se realiza un cribado digital a los pacientes que acceden al programa de adicciones comportamentales."

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El modelo escogido, basado en la patología dual

A la hora de buscar estrategias para comprender mejor fenómenos emergentes como la adicción a las redes sociales y poder encontrar soluciones al respecto, Ferre defiende que el modelo escogido se basa en la patología dual: “Se entiende que la coexistencia de otro trastorno mental junto con la AdCom es la norma, no la excepción. Por tanto, aunque sean fenómenos emergentes, debajo hay enfermedades de siempre como ansiedad, depresión, etc. Todo lo que sea entender las AdCom como las nuevas caras en las que se presentan otros trastornos mentales ayuda a comprender mejor a los pacientes”.

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"El modelo permite la accesibilidad directa de los pacientes y que no haya lista de espera"

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Este modelo defendido por el Gregorio Marañón se caracteriza, tal y como asegura el facultativo, por “la accesibilidad directa de los pacientes autocitándose, por la digitalización del cribado que permite que no haya lista de espera y por ser pioneros en ampliar las AdCom más allá del juego de apuestas y dirigirse a grandes olvidadas como el sexo compulsivo, las compras compulsivas, el uso problemático de las redes sociales y la adicción a videojuegos”.

La participación de otras especialidades dentro del Instituto de Psiquiatría es, tal y como asegura Ferre, “escasa, salvo a veces Neurología. Un aspecto que sí que caracteriza a la intervención es la multidisciplinariedad dentro de Psiquiatría. Esto significa que, junto a los psiquiatras, trabajan coordinadamente Psicología, Trabajo Social y Enfermería. Todos realizan intervenciones individuales con los pacientes y, por otro lado, participan en las decisiones consensuadas en el plan terapéutico individualizado”.

Fomentar comunicación con dispositivos de atención

Una de las metas que lleva persiguiendo el psiquiatra es la de fortalecer la comunicación con otros dispositivos de atención, hecho que se ha logrado con creces gracias al trabajo en red implantado: “Se busca siempre el apoyo para dar continuidad asistencial en otros dispositivos. Dentro de la Consejería de Sanidad existe una gran coordinación con los centros de la Red de Adicciones y con los centros de salud mental, pero también con dispositivos y servicios relacionados con la salud mental tanto de otras consejerías como del Ayuntamiento de Madrid”.

Además, el especialista recuerda que se mantiene una relación “muy fluida con las asociaciones de pacientes para que ayuden a mejorar y para dar a conocer los servicios y ayudas que desde dichas asociaciones ofrecen a los pacientes”.