Los investigadores estudiaron más de 47.000 niños.
Un
estudio danés vincula el consumo de cafeína en el embarazo con los trastornos de conducta como el
TDAH. Para ello, los investigadores estudiaron a
47.491 niños inscritos en el Estudio Nacional Danés de Nacimientos entre los años 1996 y 2002. Asimismo, reclutaron los
datos del consumo de café y té de sus madres durante el periodo de gestación. Los resultados, que se determinaron cuando los niños del estudio tenían 11 años, se obtuvieron mediante
cuestionarios completos a los niños, sus padres y sus maestros.
Los investigadores
incularon los datos prenatales sobre el
consumo de cafeína materna con los resultados del cuestionario de comportamiento de estos más de 47.000 niños. Las madres se dividieron entre
cuatro grupos según su consumo diario de café y té: las que no bebían nada, las que tomaba entre media taza y tres tazas, las que bebían entre cuatro, y siete y las que tomaban ocho o más.
Los análisis tuvieron en cuenta el hecho de que una taza de café contiene más cafeína que una taza de té. El resultado del estudio fue un instrumento
estandarizado de 25 preguntas, calificadas en la escala Likert. Este instrumento agrupó a los niños en perfiles que se ajustaban o no al TDAH. El análisis tuvo en cuenta la edad materna en el momento del nacimiento, el índice de masa corporal materna, el tabaquismo durante el embarazo, el estado socioeconómico, el civil, el año de nacimiento y el género del menor.
En consumo en la semana 30 no se asocia a los trastornos de conducta
A la
semana 15 de gestación, casi el 12 por ciento de las mujeres habían consumido más de tres tazas de café diarias, y el 18,7 por ciento estaban consumiendo más de 3 tazas de café. A la semana 30, el consumo de café y de té era similar. También había una
correlación entre beber ocho o más tazas de café y fumar, pero no entre un consumo alto de té y fumar.
Los investigadores observaron una tendencia significativa de asociación entre los altos niveles de consumo de café y el riesgo de que el perfil de puntuación del niño se ajustase al TDAH. Por ejemplo, las mujeres que consumieron ocho o más tazas de café al día tuvieron un
riesgo relativo ajustado de 1,47 de tener un niño con un perfil conductual que se ajustase al TDAH. Sin embargo,
el consumo de cafeína a las 30 semanas no se correlaciona con los resultados conductuales.
El punto de inflexión parece ser de aproximadamente
750 mg de cafeína por día (ocho tazas o más de café). Asimismo, la ingesta menor se asocia en el estudio con un riesgo levemente menor de TDAH.
Los investigadores concluyen que el alto consumo de cafeína a las 15 semanas -y no a las 30- está asociado con los trastornos de conducta. "Nuestra hipótesis es que la exposición a la cafeína puede afectar al
cerebro del feto e implicar que tenga trastornos del comportamiento más adelante. El cerebro fetal parece ser
más sensible a la exposición a la cafeína a las 15 semanas de embarazo en comparación con las 30 semanas de gestación", afirman.
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