Igor Romaniouk, nefrólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre
23 may. 2022 13:05H
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El desarrollo de las patologías renales está fuertemente relacionado con la tensión arterial. Tal como subraya Igor Romaniouk, nefrólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “la insuficiencia renal crónica está asociada con la hipertensión arterial y, a su vez, esa elevación de la tensión arterial hace que se produzca una daño progresivo del riñón acelerando de forma significativa la insuficiencia renal”.
Según el especialista, “la presión arterial alta hace que el corazón trabaje con más resistencia con lo que se produce un crecimiento de las paredes del mismo. Por otra parte, esa presión elevada dentro de las arterias va a producir unas lesiones importantes en la pared de los vasos que, con el tiempo, puede dañar los vasos sanguíneos de muchos órganos importantes como el cerebro, corazón y los riñones. Otros factores prevenibles que pueden afectar a la función de los riñones son la obesidad, la diabetes, el tener un ácido úrico muy elevado y la ingesta de fármacos nefrotóxicos siendo el grupo de fármaco más importante la de los antiinflamatorios no esteroideos”.
Como las personas con presión arterial alta corren más riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica y por lo general no hay señales ni síntomas de que la presión arterial está demasiado alta, para el profesional “es importante controlarla regularmente, en especial si se tiene antecedentes familiares”, y puntualiza “la presión arterial es una de las principales causas de ataques cardíacos, derrames cerebrales y enfermedad renal crónica. Controlar la presión arterial alta reduce el riesgo de estas complicaciones”.
Romaniouk hace especial hincapié en la prevención, “controlar la presión arterial, el perder peso, practicar una actividad física moderada de 20-30 minutos todos los días, seguir una dieta mediterránea, evitar los productos precocinados (por tener una elevada concentración de sal ), dejar de fumar y disminuir el consumo de sal y alcohol en muy importante”, comenta el profesional y subraya “aunque la presión arterial alta no se puede curar, sí se puede controlar”.
¿Cómo puedo saber si tengo dañados los riñones?
Los exámenes de sangre y orina muestran si los riñones están eliminando bien las impurezas del cuerpo. “Se realizan exámenes de creatinina y urea en la sangre, -comenta el especialista-; si existe una elevación de la creatinina y/o de la urea en sangre esto quiere decir que se tiene un daño en los riñones. En los análisis de orina si aparece proteinuria, es decir, proteína en la orina, es indicador de que existe una alteración en el filtro del riñón. La aparición de proteinuria está asociada a un incremento en las enfermedades del corazón y con un daño mayor de los vasos sanguíneos”.
La importancia, por tanto, de la realización de controles anuales o semestrales rutinarios un análisis de sangre y sedimento urinario es clave “y en el caso de pacientes hipertensos con enfermedad renal crónica (ERC), el llevar un control exhaustivo de la presión arterial (PA) para minimizar la progresión es fundamental”.
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