Cristina Contel y Carlos Rus, presidenta y secretario general, respectivamente, de ASPE.
Las clínicas privadas trabajan para hacer de la
receta electrónica en su sector
una realidad. Según confirma el secretario general de la Alianza por la Sanidad Privada Española (
ASPE),
Carlos Rus, a
Redacción Médica, su organización ya está trabajando para poner en marcha un primer proyecto piloto de receta electrónica interoperable entre los hospitales privados y las farmacias.
El objetivo de este sistema no sería otro que implantar un mecanismo que permita
la comprobación de las recetas de forma fácil y sencilla, así como una “integración total” entre ambos campos, indica Rus. “Este proyecto ayudaría, por un lado, a los hospitales, porque es garantía de calidad; y por otro, a los farmacéuticos, para
luchar contra el fraude en la compra-venta de medicamentos”.
Hasta el momento, ASPE ha tenido una primera toma de contacto con el
Colegio de Farmacéuticos de Madrid, quienes parecen estar muy interesados en poner en marcha esta iniciativa en su región. Según explica Rus a este medio, de recibir el visto bueno del COF de Madrid, empezarían este mismo año,
primero con una zona acotada de la capital, donde harían una evaluación en base a cómo funcionase este sistema, y si es favorable, ampliarían las zonas.
El modelo de interoperabilidad del IDIS
Pero ASPE no ha sido la única entidad de la sanidad privada en interesarse por instalar la receta electrónica en su sector. Otra de las organizaciones que aglutinan hospitales y clínicas privadas en España, el
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), está directamente implicada en la creación de
un modelo de interoperabilidad sanitaria donde se aúnen los dos sectores:
tanto el público como el privado.
La intención del IDIS es poner en contacto a la sanidad privada con las diferentes consejerías de Sanidad autonómicas para implantar un proyecto de interoperabilidad en toda España que permita, entre otros asuntos, posicionar al paciente en el centro del sistema, a través del
intercambio transparente de sus datos clínicos entre ambos sectores. En esta ocasión, la primera interesada en este sentido fue la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Sevilla, otro de los puntos que desarrollan la e-receta
Por su parte,
los colegios profesionales también han dado sus primeros pasos para implantar la e-receta y hacer este proyecto interoperable entre ambos sectores. Los últimos en impulsar una iniciativa en este sentido han sido los médicos y farmacéuticos sevillanos.
En concreto, los colegios de ambos colectivos han suscrito una alianza para impulsar un sistema de receta electrónica (también conocida como e-receta) antes de 2018. Su intención es tener
un modelo en todas las comunidades autónomas, a través del cual, el paciente solo tendrá que identificarse con el DNI electrónico, sin necesidad de tarjeta sanitaria específica. Los sanitarios andaluces defienden su propuesta alegando que este proyecto
ahorraría trámites burocráticos y consultas a ambos especialistas.
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